Avenida Madison - Camren -

Capítulo 29

9:00 am

Periodista: ... y por último, se ha anunciado oficialmente el comienzo del rodaje de "In The Dark". Pronto...

Escucho la televisión de fondo mientras tomo mi café amargo en silencio.
La mañana es tranquila. El motor de pocos autos se escuchan a lo lejos desde mi departamento, acompañados del canto de ruiseñores en mi ventana. Destellos de sol entran por los transparentes vidrios del comedor, iluminando el espacio de forma natural y cálida.
Bebo el último sorbo de café y lavo la taza. La seco con ayuda de un trapo y la deposito con gentileza en una caja de cartón.

13:00 pm

Guio uno a uno los trozos de carne hacia mi boca con ayuda de un tenedor de plástico. El sol mañanero ha viajado, dejándome con la luz de la joven tarde que entra por la ventana de forma plena.
Termino mi comida y boto el plato de poliestireno junto con los cubiertos descartables en la basura.

En el baño, prendo la ducha y espero a que el agua se entibie mientras me desvisto. Me coloco bajo el chorro de agua y me dejo envolver por el acogedor calor. Procedo a asearme de pies a cabeza con shampoo, acondicionador y jabón.

18:00 pm

Camila: taxi! - exclamo bajo el cielo que poco a poco se torna gris.

El vehículo amarillo se detiene frente a mi. Abro la puerta de atrás e ingreso, saludando cortésmente al chofer, al cual le indico la dirección a la que debe llevarme. El motor ruge bajo y el auto comienza a avanzar nuevamente, dejando atrás mi departamento. Desde la ventanilla del pasajero observo a la Avenida Madison pasar por mis ojos. Restaurantes, mercados y tiendas que he visitado múltiples veces desaparecen frente a mis ojos.
La universidad a la que suelo asistir pasa por mi vista y se desvanece en un santiamén.

El taxi se detiene en una esquina. El semáforo en rojo nos impide avanzar. Por coincidencia, esta esquina en particular es muy familiar. Está decorada por árboles llenos de verdes hojas, edificios altos de concreto y ladrillos, baldosas de colores rojizos y amarronados.

Tres edificios a distancia de la esquina, en el adentramiento de la cuadra, se encuentra una cafetería decorada de tonos verdes y letras doradas que escriben el nombre de "Manhattan's" en el vidrio de la entrada. Una cafetería que hace un muy buen café y unas croissants deliciosas. Una cafetería que para muchos será un lugar en donde comprar un snack para llevar, pero para mí es el libro en donde está escrita una gran historia.

20:00 pm

Sentada en mi lugar junto a la ventana, comienzo a escuchar el sonido de las turbinas arrancando. Pronto, noto como empiezo a desplazarme y elevarme sobre el suelo. La ciudad cada vez se ve más pequeña desde aquí arriba y yo me encuentro cada vez más lejos de mi pasado.

Me pregunto cual de todas esas pequeñas líneas iluminadas será la Avenida Madison. Allí, sobre esa calle, en este momento hay una chica derramando lágrimas. Probablemente lágrimas de dolor, pero espero que también de empatía y orgullo. Con todo el sufrimiento del mundo, yo hoy me alejo de esa chica y me impido correr a consolarla, porque sé que es lo mejor para ambas.

Son las 20:00 pm, a esta hora pasan dos cosas. El avión con dirección a Los Ángeles despega desde el aeropuerto de Nueva York para no volver, y Lauren abre la caja que le di entre llantos.

Mientras me alejo cada vez más de la isla de Manhattan, Lauren abre mi cajita de madera con delicadeza y algo de miedo. Sus ojos ya están aguados porque teme saber qué es lo que está por encontrarse dentro. Al abrir la cajita sus ojos se encuentran con dos cosas, un papel y un anillo. Con manos temblorosas, toma el papel doblado y lo abre para hallar palabras desparramadas en su interior. "Lauren" lee la primer palabra y su respiración se corta.