Capítulo 28

1.1K 92 1
                                    

Después de la noche más larga de mi vida, finalmente tomé una decisión. Ya basta de rodeos, vueltas y dudas. Durante los últimos meses la vida solo me ha enviado señales, dejaré de ignorarlas.

Camila: buen día. - saludo, aunque con una actitud poco usual.

Lauren: Camz podemos... - la interrumpo.

Camila: no. Yo quiero hablar esta vez. - Lauren asiente. Respiro, finalmente ha llegado el momento. Aquí estoy, frente a ella, a punto de decirle todo lo que pienso. - he estado pensando. - corto el silencio. Lauren me observa, atenta. - muchísimo. - añado. - Hace bastante tiempo que recapacito sobre todo esto, sabes? Creo que desde el principio supe qué era lo que debía hacer, simplemente me mentía a mi misma. Lo negaba. - el ambiente se siente diferente, se siente más crudo y real. - me ha costado mucho admitirme a mí misma que esto, por más que en verdad lo desee... no funciona. - mi voz se quiebra al pronunciar esas palabras y Lauren suspira. - no funcionará nunca. No de esta forma. No así. - sorbo mi nariz. - di todo de mí para intentar soportarlo, poder seguir adelante y mantener nuestra relación a flote, pero ya no puedo más. No lo aguanto, Lauren. - niego con la cabeza. Lauren limpia algunas lágrimas de su rostro. - no puedo seguir soportando una y otra vez la humillación, el dolor, la angustia que todo esto me causa. No soporto verte con otro, no soporto ser un secreto. - frunzo el rostro como si cada palabra que digo fuese un golpe en las costillas. - no soporto que te cases sabiendo que no quieres hacerlo. - la miro a los ojos y con todo el dolor del mundo pronuncio lo siguiente. - te amo. - con un hilo de voz. - y me duele todo esto, me duele mucho. Me encantaría estar en el lugar de Ty y ser una pareja normal, pero las cosas no son así. Y no voy a soportar otro de tus discursos en los que me dices que no puedes dejarlo aún y que me amas. No quiero escucharlo. - Lauren permanece en silencio, dejándome hablar, y aguantando los golpes. - no puedo entenderte. No sé cómo es que puedes seguir con Ty, verme a mí en este estado, y aun así no tener las agallas como para hacer algo al respecto. Dejarme a mi o a Ty, o a ambos! No lo sé, pero hacer algo! - levanto la voz, algo enojada.

Lauren: lo intento, Camila. - dice casi en un susurro. - pero no pue... - no la dejo terminar.

Camila: no puedes. - sabiendo que iba a decir eso. - yo cedí muchas cosas por ti, pero tú no puedes. No puedes hacer nada. - decepcionada. - bueno, yo ya... - ahora es Lauren la que me interrumpe a mí.

Lauren: lo siento. - de inmediato respondo.

Camila: ya basta, Lauren! Deja de pedir perdón! Estoy harta de que...

Lauren: soy una cobarde! Tienes razón Camila. Soy egoísta, cobarde, soy una idiota. Lo lamento, enserio lo lamento. Me odio por esto, me detesto por hacerte daño y haber arruinado todo. No supe manejar la situación y ahora voy a casarme con un hombre al cual no amo, y estoy perdiendo a la mujer que amo. Y jamás voy a perdonarme por eso! - dice furiosa, aunque el enojo no es conmigo, es consigo misma. - todo esto es mi culpa. - con una voz más rasposa de lo usual.

Sin poder evitarlo, corro los pocos metros que hay entre nosotras y me abalanzo hacia ella en un beso. Lauren rodea mi cintura y me abraza como si jamás quisiera soltarme mientras yo abrazo su cuello de la misma forma. El gusto salado de sus lágrimas con las mías se mezcla entre nuestras bocas. Sin dejar de besarla, tomo su mano y deposito allí una cajita de madera. Sobre ella hay un papel pegado que dice "no la abras hasta mañana a las 20:00 pm". Corto el beso, permanezco con los ojos cerrados sintiendo el calor de su rostro contra el mío. Luego de algunos segundos, me separo de su cuerpo y así, tal cual como entré, me dirijo a la salida.

Lauren: Camila! - me llama y yo volteo, con el rostro lleno de lágrimas, suplicando que esto no se haga más difícil. - te amo. - dice en el tono más sincero y puro.

Camila: yo también te amo. - digo de igual forma.

Nos miramos por algunos segundos, de la manera que siempre nos hemos mirado, expresando dolor y amor incondicional, enojo y deseo, sentimientos ambiguos. Esta vez, todo lo que nuestras miradas se han transmitido por mucho tiempo, finalmente ha sido dicho en voz alta, y es duro de confrontar.

No quiero irme, quisiera quedarme contigo, pero no lo haré. No lo haré porque sé que no es bueno para mí, y solo me hará más daño.

Suspiro con valentía y sigo mi camino hacia la salida, sin mirar atrás.
Adiós Lauren. Te amo para siempre.

Silver.

Avenida Madison                                                      - Camren - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora