Capítulo 23

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Camila: hablamos luego, ma. Debo irme. - digo por el teléfono cuando veo la hora.

Rápidamente, tomo mis cosas y salgo disparada hacia Manhattan's. Entre sorbos de café, tostadas y mi madre al teléfono, se me han pasado los minutos. Ahora me dedico a caminar a paso apurado esquivando a todo y todos los que se interpongan en mi camino, rogando al cielo por no llegar tarde. Odio las llegadas tarde, me dan rabia.

Luego de haber corrido las últimas cuadras, finalmente llego a la familiar cafetería. Sin dar más vueltas, empujo la puerta e ingreso al lugar.

Oliver: sorpresa!!! - grita el rubio haciendo que mi corazón se detenga y grite como loca. - oh, eras tú. - luego dice con algo de decepción.

Camila: Oliver! - con la mano en el pecho y el ritmo cardiaco acelerado. - casi me matas. ¿Qué es todo esto? - digo, después de notar guirnaldas de colores decorando el lugar y un gran pastel adornando el centro del mostrador.

Oliver: ammm, una sorpresa para Lauren? Hellooo, es su cumpleaños. - responde con total obviedad y mis ojos se abren como platos.

Camila: qué? - atónita. - sostén esto. - lanzo mi mochila sobre sus brazos y antes de que pueda responderme, salgo corriendo de la tienda.

"Como pude olvidarlo? Hoy es 27 de junio, es su cumpleaños, que idiota soy." Pienso mientras corro por la calle en busca de algo llamativo en las vidrieras.
En el apuro de buscar un buen regalo, olvido completamente que estoy algo molesta con ella por lo del otro día en la cocina, cuando Ty nos interrumpió por millonésima vez. No puedo estar molesta con ella el día de su cumpleaños, no puedo hacerle eso.

Miro la hora, son las 8:10. Probablemente ella ya haya llegado a la cafetería y Oliver la haya sorprendido con su gran pastel y sus guirnaldas de colores, pero no importa. Prefiero llegar con un buen regalo antes que estar presente para gritar "sorpresa!" en su cara.

Luego de corretear por distintas calles, encuentro un negocio que llama mi atención. Una gran construcción decorada con colores dorados y blancos que sostiene la palabra "Golder" en letras grandes y llamativas. Ingreso y una leve música de jazz llena mis oídos. Sin escalas, me dirijo al mostrador en donde una amable mujer me pregunta qué es lo que busco.

Camila: no estoy segura. - respondo mientras rio algo avergonzada.

Mujer: es un regalo? - pregunta, con la intención de ayudar, a lo que yo asiento. - para un amigo, amiga, padres, pareja? - me detengo a pensar en cuál es el estatus correcto para nivelar a Lauren pero me sorprendo al darme cuanta que no es ninguno de ellos. Finalmente, me decido por encasillarla en aquello que desearía que fuera real.

Camila: pareja. - sonrío ampliamente, creyéndome por algunos segundos aquella mentira.

Casandra: en ese caso, es algo muy personal. Te recomiendo dar una vuelta por el lugar, observar, y luego llamarme cuando te decidas. Mi nombre es Casandra. - sonríe amablemente.  Le agradezco y me dedico a seguir sus indicaciones. Sin embargo, no tardo mucho en encontrar lo que despierta mi interés.

Camila: Casandra? - la chica se acerca hasta mi. - me llevaré ese anillo. - señalo con mi dedo índice un anillo de madera oscura, casi negra, tallado minuciosamente con líneas y formas artesanales. Casandra asiente y procede a envolverlo mientras yo le extiendo el dinero. - muchas gracias. - añado cuando la mujer me entrega mi compra.

Casandra: suerte. - me dice sonriente mientras me retiro.

Camino feliz por las calles de Nueva York hasta que se me ocurre chequear la hora y descubro que son las 8:30. Mi sonrisa se borra de repente y lo que antes eran pasos relajados ahora son pisotones apurados. Es demasiado tarde, Lauren debe estar molesta.
En un santiamén y gracias a mis desesperadas corridas, llego a Manhattan's con la respiración agitada y el pelo algo revuelto.

Camila: feliz cumpleaños! - digo sin aliento cuando veo a la chica que tanto me enloquece posada en el mostrador. Lauren sonríe ampliamente.

Lauren: gracias, Camz. - al parecer su felicidad hoy es tanta que ni siquiera se dio cuenta de la hora en la que estoy llegando.
Se acerca a mí y extiende sus brazos para abrazarme, pero antes de rodear mi cuello, algo brillante en su dedo medio llama mi atención.

Camila: que bonito, es nuevo? - refiriéndome al anillo que adorna su mano derecha.

Lauren: es mi regalo de cumpleaños de Ty. - responde con emoción mientras observa la joya brillar.

Aquella era una piedra brillante, pulida y reformada de la forma más fina y delicada. De un momento a otro aquella joyería me hace sentir humillada y hace que el bello anillo que compré para Lauren se convierta en una baratija horrenda. De inmediato y sin pensarlo dos veces, escondo el obsequio detrás de mi espalda antes de que Lauren pueda verlo.

Camila: q-que lindo... - digo con decepción.

Lauren: lo sé. - sonriente y con la mirada perdida en aquel trozo de piedra. - bueno, cambiando de tema. - ahora sus ojos se centran en mi. - hoy cerramos antes y... - alarga el "y", emocionada. - a la noche haré una fiesta! - termina la oración y suelta algunos pasos de baile. - te pasé la dirección de mi casa por mensaje. Ven a las 8:00 pm. - me indica.

Camila: ahí estaré. - digo con una media sonrisa, observando lo emocionante que es todo esto para la chica de ojos verdes. - voy a la cocina. - añado después de algunos segundos.

Una vez traspaso las puertas vaivén, me encuentro con mi delgado compañero de ojos azules. No me esfuerzo en ocultar mi cara de estrés cuando sus ojos me miran.

Oliver: qué? - notando que algo me pasa.

Camila: Ty. - susurro con furia.

Oliver: qué pasó? - alza sus cejas.

Camila: le compró un anillo que vale más que mi casa. - ruedo los ojos con fastidio. Oliver me observa sin entender el punto de todo esto. - y yo le compré esto... - le extiendo el obsequio de mala gana.

Oliver: es bonito. - dice, después de abrir la caja dentro de la bolsa.

Camila: es una mierda. - niego con furia.

Oliver: Camila! - me regaña como si fuera mi madre. - ya basta, es muy lindo y a Lauren le encantará. - determinante.

Camila: puedes quedártelo. - con desinterés.

Oliver: qué? No! Se lo vas a dar. - dice, casi como si fuera una orden.

Camila: Oliver... - intento justificarme pero el rubio me interrumpe.

Oliver: no, Oliver nada. Se lo vas a dar. - guarda el anillo en su caja, lo mete en la bolsa y me la extiende.

Observo su mano por algunos segundos y finalmente decido alejarme de mi delgado amigo, dejándolo con mi regalo en su posesión. Oliver solo suspira con irritación.

***

Camila: "I don't know about you, but I'm feeling 22. Everything will be alright if you keep me next to you" - canto sin pudor al ritmo de Taylor Swift en mi habitación mientras decido qué voy a ponerme para ir a la fiesta de Lauren.

Después de varios minutos probándome cada uno de los outfits y viéndome al espejo, me decido por un crop top strapless color negro junto con una falda del mismo color. Pinto mis labios de un color carmesí y peino mi cabello en dos rodetes pequeños, dejando dos mechas libres que caen sobre mi rostro.
Luego de mirar mi reflejo por otros 20 minutos y preguntarme si estoy lo suficientemente linda o mejor debería cambiarme ya que Ty seguramente estará más guapo, decido ignorar mis ocurrencias y partir.
La noche es joven, necesito una gran fiesta que me sacuda el cuerpo entero, y tengo un presentimiento de que así será.

Silver.

Avenida Madison                                                      - Camren - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora