Oliver: buenos días, Cami. - escucho la animada voz de mi compañero mientras entro a Manhattan's.
Camila: buenos días, Oli. - respondo, imitando su alegre tono de voz, a lo que ambos reímos.
Me dirijo al armario de la cocina para dejar mis cosas, suplicando por no tener que cruzarme con Lauren en el camino, pero me sorprendo al empujar las puertas de la cocina y encontrarme con un espacio libre de ojos verdes. Confundida, procedo a dejar mi mochila y mi abrigo, mientras me pregunto si hoy Lauren decidirá no venir.
Camila: Oli - grito desde la cocina - y Lauren?
Lauren: aquí. - la puerta del armario se cierra de repente. Detrás de ella aparece la ojiverde, la cual acaba de darme un gran susto tras su repentina aparición. Al parecer mi rostro asustado es gracioso para Lauren ya que comienza a reír sin esforzarse en ocultarlo.
Oliver: creo que fue al baño. - escucho al rubio gritar desde el mostrador.
Lauren: perdona, no quise asustarte. - dice, una vez la risa comienza a cesar.
Camila: e... está bien. - sacudo mi cabeza, intentando conectar mis cables a tierra.
Lauren: hoy te encargas del café, si? - indica, mientras saca algunos envases y se coloca un delantal. Su actitud hoy es distinta, más alegre.
Camila: ¿qué estas haciendo? - no me digan que Lauren va a encargarse de la pastelería hoy.
Lauren: bailo la macarena. - ríe. - estoy cocinando, Camz. - Camz?
Camila: y Oliver? - mi jefa comienza a romper algunos huevos en un bowl.
Lauren: se encargará de la caja hoy. - concentrada en su tarea. - bueno, basta de preguntas. Tienes granos de café que pisar, chica. - toma el recipiente de café y lo deja en la mesada, justo a su lado. ¿Qué mosca te picó Jauregui?
Camila: am, ese no es el puesto de café. - señalo el espacio en donde Lauren dejó los granos aún no triturados.
Lauren: lo sé, pero quiero observar como lo haces. Debo saber en qué te destacas aquí. - explica, aunque para mí no tiene mucho sentido.
Decido cerrar la boca y hacer lo que dice. Al fin y al cabo, es mi jefa. Antes de empezar con mi tarea, lavo mis manos en el baño. Una vez termino de secarlas, vuelvo a la cocina, tomo el pisa café y comienzo a presionarlo contra los granos con el fin de volverlos polvo. Los músculos de mis brazos se tensan, mientras mi cara expresa pura concentración y esfuerzo al oprimir el utensilio con tal fuerza.
No le presto mucha atención a la presencia de Lauren. Ella no parece prestarle atención a la mía tampoco. Se encuentra demasiado ocupada evitando que la crema se corte mientras la bate a toda velocidad.Lauren: no eres mala en eso. - acota.
Camila: bueno, soy mejor en otras cosas. - respondo mientras tomo un par de cucharadas de café ya disuelto y las vierto en una taza.
Lauren: que cosas? - agrega azúcar a la mezcla en sus manos.
Camila: la caja. - termino de revolver el café y camino hacia el mostrador con él en mis manos. Centímetros antes de llegar a la puerta, recuerdo que no he endulzado la bebida. - olvide el azu... - volteo para encontrarme con un par de ojos verdes observándome. - car. - termino mi oración en un tono extraño. Lauren desvía su mirada rápidamente. Vierto dos cucharadas de azúcar en el café y sigo mi camino por las puertas hacia el mostrador en completo silencio.
Camila: Alexandra? Café simple? - alzo la voz, esperando que la clienta responda. - Alexandra? - vuelvo a llamar después de varios segundos.
Alexandra: oh, si, lo siento. Soy yo. - una chica castaña, casi rubia, con ojos celestes y labios gruesos se acerca. - perdona, estaba en una llamada. - explica.
Camila: no hay problema, Alexandra. Disfruta el café. - sonrío gentilmente, dispuesta a volver a la cocina.
Alexandra: Alex. Dime Alex. - sonríe mostrando sus blancos dientes. - de saber que tú ibas a darme el café no te hubiera hecho esperar. - me sonrojo, halagada. - no te había visto nunca, eres nueva ¿verdad? - se inclina sobre el mostrador.
Camila: ... si, llevo al rededor de un mes aquí. - explico.
Alex: ya veo. Pues pasaré más seguido y tal vez tenga suerte de verte de nuevo... - alarga la "o", esperando que diga mi nombre.
Camila: Camila. - asiento con la cabeza.
Alex: Camila. - sonríe de lado.
Lauren: ey, tienes cafés por hacer. - me giro para encontrarme con una Lauren molesta, que la mira a Alex y luego a mi, algo ¿ofendida?
Alex: gracias por el café, Camila. - me guiña un ojo y se retira de Manhattan's.
Lauren: no puedes estar coqueteando en horas de trabajo, Camila. - me dice, algo alterada, una vez nos encontramos nuevamente en la cocina.
Camila: fueron 5 minutos, Lauren. Además ni siquiera estaba coqueteando. - contesto, algo indignada.
Lauren: ay no, claro que no. "Gracias por el café, Camila" - imita a Alex con una voz torpe y luego me guiña un ojo de forma exagerada.
Camila: madura, quieres? - respondo quitándole importancia a su comentario, mientras vuelvo a mi puesto de trabajo y continuo con mi tarea.
Lauren: primero, tú madura. Segundo, no me faltes el respeto, soy tu jefa, y tercero, solo quiero que queden claras las reglas. - me mira fijamente. Dejo lo que estoy haciendo para responderle con claridad.
Camila: primero, soy lo suficientemente madura como para evitar este tipo de escenas. Segundo, es enserio, Lauren? Ahora vas a decirme que no te falte el respeto porque eres mi jefa? Creo que nuestra relación no es exactamente como la de una jefa y su empleada, y tercero, no hice nada malo. No estaba coqueteando con ella, ella estaba coqueteando conmigo y solo fueron 5 minutos. - termino de decir, mirándola fijamente.
Lauren: qué te dijo? - su rostro se encuentra serio.
Camila: qué? - algo confundida por su pregunta.
Lauren: la chica esa... qué te dijo? - vuelve a preguntar pero esta vez hay algo de enojo en su voz.
Camila: ¿qué te importa? - frunzo el ceño y niego con la cabeza. Lauren no responde, permanece mirándome de forma penetrante, con una expresión molesta. - no te debo explicaciones. - espero a que esta vez me responda pero no lo hace, sigue observándome. - no voy a decirte. - continuo con mi tarea. Escucho un audible suspiro por parte de la ojiverde y luego noto que continúa batiendo la mezcla.
Silver.
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Avenida Madison - Camren -
ФанфикBienvenido a la Avenida Madison, una de las Avenidas más transitadas de Manhattan. Repleta de negocios, autos, ruido, gente. Camila Cabello es una de las cientos de personas que viven sobre esta alborotada calle. A lo largo de ella transcurre su vi...