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Para JiMin, YoonGi es alguien amable sin una pizca de maldad, él único que le brindó una mano.
Para YoonGi, JiMin es un simple humano.
Pero... ¿Por qué un simplemente...
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La estadía en Corea se había extendido más tiempo de lo que Jimin no hubiese deseado.
Al parecer los problemas en la empresa se habían duplicado más de lo que ellos se pudieron imaginar.
La mayor parte de la mañana se la pasaban de reunión en reunión, de un lado hacía otro, yendo y viniendo en todas las direcciones posibles.
Aparte de que la tensión entre él y su jefe era más que palpable, a Jimin se le empezaba a ser incómodo el compartir el mismo espacio con su jefe.
Y por mas que su padre le decía que mantuviera la distancia con él a Jimin se le dificultaba si su jefe a cada que tenía la oportunidad se le acercaba más de lo debido, Jimin sentía que su corazón podría volcarse en cualquier segundo.
Ese día no era diferente al anterior, estaban nuevamente en el automóvil del señor Min, camino a una de las empresas en de busan, Jimin pensaba que ir en automóvil sería más largo y cansado el viaje, pero por alguna razón su jefe no había querido ir en su Jet privado.
Le observaba atentamente el como si jefe mantenía una llamada telefónica con saber que tipo de persona, pues lo que lograba escucharle le decía cosas como: "No jodas eso es imposible" y otras groserías más subidas de tono.
Volteo la mirada cuando vio que su jefe se volteaba a verlo.
Aquella mirada le heló la sangre y aceleró su pobre corazón. A este paso su corazón iba a sufrir un paro cardíaco.
--- Ya, en serio deja de bromear con ello, no es gracioso estupido ---ladro con desagrado---. Mira en estos momentos no estoy en seoul, estoy ya en camino a Busan así que lo que sea que quieras mostrarme sera cuando regrese ---dijo antes de cortar la llamada.
Jimin ignoro la mirada penetrante sobre él y fijo su vista sobre su celular, si llamaba a su madre o su hermano sabía que los despertaría porque en New York serían las dos de la madrugada.
Dejo salir un suspiro pesado y cerró sus ojos, pero antes conectó sus audífonos y los llevo a sus oídos, ahora si cerrando sus ojos intentando dormir lo que les quedaba de caminó.
Yoongi dejo de observar los documentos en sus manos y alzó la mirada hacia su asistente.
Delineo su rostro, sus labios y su mandíbula, a simple vista para él Jimin Lucia como un simple humano, común y corriente.
No podía creer lo que YoungJo le había contado hace poco.
Él un paladín?
Era simplemente imposible.
Suspiró de nueva cuenta y ajustó sus lentes de lectura para volverse a centrar en los documentos en su regazo.
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