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Para JiMin, YoonGi es alguien amable sin una pizca de maldad, él único que le brindó una mano.
Para YoonGi, JiMin es un simple humano.
Pero... ¿Por qué un simplemente...
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Una tarjeta de invitación era lo que tenían ambos en sus manos.
YoonGi observó la suya y también la que JiMin poseía, ambas tenían el mismo selló.
JiMin alzó la mirada para verle, YoonGi bajo nuevamente su vista hacía aquella tarjeta que había sido entregada por Sara hace unos minutos atrás.
— Tiene una dirección —señalo JiMin al haber abierto la tarjeta.
YoonGi frunció aún más su entrecejo y luego soltó el aire comprimido mientras rompía el selló.
— Estimado señor Min YoonGi y pareja, tengo el placer de saludarles cordialmente. Espero ambos gozen de salud y prosperidad. El motivo de esta pequeña tarjeta de invitación, es para poder aclarar algunas de sus dudas y esclarecer verdades. Se que usted sabe a lo que me refiero. Pueden venir y preguntar lo que deseen, mi humilde morada siempre estará a sus servicios. Aparte, alguien que usted conoce bien, quiere verle. Mis más sinceros saludos. PYS. —Termino Min de leer aquella pequeña escritura.
JiMin frunció su entrecejo y luego bufo, sintiéndose un poco consternado por lo que su tarjeta decía.
— Qué pasa JiMin? —Le pregunta al ver el semblante de JiMin—. Qué dice la tuya?
JiMin forma una línea en su boca pero luego deja salir el aire retenido.
— Un poco igual a la tuya, sólo que en la mía dice que hay secretos que nunca me fueron contados y que él puede ayudarme, aunque teme que le odie si logro ver su rostro. Es extraño... —formula él y Min le da la razón.
— Aún así, no siento que sea una trampa, y tengo curiosidad —sincera el mayor.
JiMin se encoge de hombros y luego se desploma en el sillón de la oficina de YoonGi.
Cierra sus ojos cuando siente un leve mareó que le ataca de la nada.
— Cariño, estas bien? —JiMin sonríe por el apelativo cariñoso y asiente lentamente.
— No es nada, tranquilo —le dice sonriendo lentamente—. Entonces, iras? —pregunta curioso.
YoonGi asiente y JiMin suspira. —Yo te acompaño entonces.
YoonGi le sonríe cariñosamente y toma rápidamente el teléfono para llamarle a Sara e informar algo que decidió de último momento.
— Si señor Min —dijo ella cuando respondió al llamado.
— Sara, puedes cancelar las últimas dos reuniones, dile a NamJoon que se haga cargo, y si no está dile a HoSeok —pidio él.
