¡Historia originalmente sólo en wattpad, en otra plataforma y/o cuenta es plagio!
Para JiMin, YoonGi es alguien amable sin una pizca de maldad, él único que le brindó una mano.
Para YoonGi, JiMin es un simple humano.
Pero... ¿Por qué un simplemente...
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Realmente las cosas si cambian, y mucho.
YoonGi no sabe en qué momento el tiempo voló, y llegaron hasta esta situación actual.
Sólo sabe qué recibió una llamada de parte de su padre, y lo único que pudo captar fue únicamente la palabra "bebé en camino" para que después de escucharla, dejara caer al suelo su teléfono móvil, en medio de aquella Junta re reunión que se estaba llevando a cabo.
Captando así la atención de la persona que ahora se encontraba explicando el aumento en ventas en los últimos meses y sobre la importación hacia las demás ciudades que prometían gran venta.
— Señor Min, está todo bien? —pregunto uno de la Junta directiva.
YoonGi remojó sus labios y se agachó para tomar el teléfono que yacía en el suelo.
Rápidamente se puso en pie y le dio una mirada a NamJoon y HoSeok quien en rápidamente entendieron la situación, lo podían ver en la mirada del mayor.
— Algo ur-urgente pasó, debo, necesito ir a atenderlo lo más pronto posible —dijo atropelladamente mientras cogía su maletín.
Los accionistas no pudieron replicar nada cuando en un dos por tres YoonGi había abandonado la sala de juntas.
— Está bien, el asunto era de suma importancia —Lo excusó HoSeok.
Alguien bufo y luego dijo. —Qué puede ser más importante que está reunión de directivos? —rechisto su chasquido.
HoSeok puso una mueca en su rostro y NamJoon se alzó desde su asiento y palmeó el espacio frente a él, con sus desnudas manos, atrayéndo así la atención de todos los ojos sobre él.
— Eso es algo que no les debe de importar, así que sin más interrupciones por favor, continuemos con la reunión caballeros —Les sonrió.
Aunque HoSeok podía sentir el aura asesina del vampiro, sólo pudo estar agradecido por la intervención del moreno.
Nadie dijo nada y objeto su criterio, todos se callaron y prontamente regresaron su atención al hombre que seguía estando de pie frente a la pantalla, volviendo a explicar nuevamente todo desde cero.
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