Mi QUERIDO Profeѕor [jjk & kth]

Capítulo 50: Mi diario

MARATÓN 6\6

Ya era hora de regresar a la escuela de nuevo, ashh. La única razón por la que iba era por Jungkook. Al final del día ya estaba agotado pero todavía con muchas ganas de ver a mi novio en la clase.

...

Kookie entró en la habitación, su cabello castaño, ya un poco largo que amenazaba con tapar sus preciosos ojos castaños, como un Dios. Un Dios que resultó ser mi mismísimo novio, increíble con su pantalón negro, que remarcaba sus fuertes piernas, como la primera vez, su camisa blanca, un poco ajustada, que hacía relucir su toníficado cuerpo, su bella sonrisa junto con esos hermosos dientes que cada que los veía me derretía por dentro, tan hermoso. Como siempre. Ambos nos miramos y era como si el mundo se paralizara. Me era imposible no sonreír al ver a este hombre. Él siempre se las arreglaba para hacerme sonrojar sin siquiera intentarlo, me encantaba su capacidad de hacer eso, me hacía sentir como si cada mirada fuera la primera.

Ahora solo me dedique a trabajar, pero me era imposible resistir tirarle algunas miraditas hacia él y, cada vez que él me miraba yo dejaba escapar una sonrisa demasiado tonta...

Mi teléfono sonó. Miré a Jungkook y él solo levantó las cejas, así que lo tomé y leí el texto, pero no pertenecía a él...

Jiminie:

Te acuerdas que me diste tu diario para mantenerte a salvo?.

Bueno...

No está...

Unos días después de Navidad, yo le había dado mi diario a Jimin para que él lo guarde en algún lugar de su casa. Ese diario estaba lleno de recuerdos con Jungkook. Tenía miedo de que por casualidad o accidente mi padre se topara con él.

Tae:

Por favor.

Dime que estás bromeando.

No estoy bromeando Tae.

Estaba limpiando mis cajones hoy y el diario no está.

Voy a dejar esta sala patas arriba hasta que lo encuentre.

No te preocupes, debe estar por aquí.

Él tenía razón tal vez se había caído en la parte trasera del cajón o debajo o algo así. Negué y empecé a deducir, el diario estaba en su habitación, él mantenía la puerta cerrada con llave y sus padres no eran gente entrometida así que no tenía sentido que el diario desapareciera.

Cuando la clase terminó y las personas se dispersaron al final de la lección, Kookie sonrió y sacó la silla junto a su escritorio para que yo me sentara. Tan pronto como lo hice, puso su mano en mi muslo y empezó a hacerme cosquillas burlonamente mientras yo trataba de hacer mi trabajo. Él encontraba divertido torturarme de esa manera.

Al final no pude aguantar más y lo besé, quería hacer el amor con él allí mismo, pero eso no iba a pasar. Al menos aquí. Hasta que de golpe escuchamos pasos y nos separamos inmediatamente... miré a la puerta donde una radiante Lisa se encontraba y entró.

- Bien hecho nene - sonrió mientras me miraba.

- ¿Lisa? ¿de qué estás hablando? - le pregunté confundido, ella no nos había visto, yo estaba seguro de ello - y ¿qué estás haciendo aquí? ya pasaron las horas de clase -

- Yo podría decir lo mismo de ti, pero ambos sabemos porque estás aquí, ¿verdad cariño? - ella sonrió, lamiéndose los labios y mirándome de arriba abajo. Miré a Jungkook y parecía con un poco de pánico y confusión.