Capítulo 67: Nunca te voy a perder de nuevo

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Desde que sentí sus abdominales, me eh sorprendido a mi mismo pensando en como se ejercitaba Jungkook en la cárcel, al parecer con demasiada frecuencia.

Volví a mi asiento, que daba de frente a las escaleras y apoyé mi cabeza en mis manos mientras esperaba. Bajé la mirada un poco hacia mi comida, dándole un gruñido y fue entonces cuando escuché un crujido. Miré y mi aliento quedó atrapado en mi garganta.

Jungkook apareció con solo sus pantalones, y el cabello mojado. Al parecer había aprovechado y fue directo al baño. ¡Mierda! sus músculos eran más que... wow. Ni siquiera puedo explicarlo, su cuerpo era tan malditamente perfecto, era increíble.
Su cuerpo siempre fue bueno, pero nunca tan tonificado y sus abs nunca tan prominentes. Él se rió de mi expresión facial y se puso al lado de su silla mientras mis ojos recorrían todo su cuerpo.

- Ahora yo quiero... -

- Claro que no, come primero - sonrió y se sentó, ocultando su estómago, pero mostrando sus brazos tonificados. A la mierda mi vida.

Me tragué el siguiente bocado e inmediatamente volví donde lo dejé.

- Ejercítate - me atraganté. Que idiota.

Él levantó la ceja, pero se levantó con una sonrisa y se puso a hacer abdominales, perdí la cuenta de cuantos hizo, pero después terminó y comenzó a hacer flexiones. Tenía un brillo muy ligero de sudor, no lo suficiente para mi gusto, así que decidí subir el calentamiento y me deslicé por debajo de su cuerpo, así que ahora estaba haciendo flexiones por encima de mí.

Tuvo que detenerse por un momento porque no podía dejar de reir, pero una vez que se calmó, continuó. Le di una sonrisa mientras me miraba, pero entonces mis ojos se fueron centrando en su pecho hasta bajar a su pantalón.

- Pervertido - él sonrió y cada vez que hacia una flexion me besaba, eso realmente me mató.

Después de unos minutos su respiración se estaba volviendo más pesada debido al cansancio y unas gotas de sudor corrían por su cuello. Me mordí el labio cuando su pulso se hizo más lento y cuando sus brazos se hicieron inestables, era solo cuestión de tiempo antes de que él... oh ahí esta.

Apoyó su cuerpo sobre mi. Bueno, más bien se derrumbó sobre mí, jadeando y con la cabeza en mi pecho. Pasé mi mano por su cuello y me incliné para besar su cabeza.

- Eres tan caliente -

- ¿En ambas formas? - preguntó, se rió y se arrastró un poco, pero todavía estaba todo su peso sobre mí.

- En ambas formas - afirmé. Él se rió y se levantó de encima de mi. Eso provocó que me aguantara un gemido, no quería que se fuera todavía, pero lo seguí de mala gana de nuevo a la mesa. Los dos nos sentamos y me pregunté que le diría que hiciera a continuación.

Tomé un trozo de mi comida mientras pensaba, mis ojos aún arrastrados alrededor de su cuerpo sin importarme que él me estaba viendo. Tragué con una mueca de dolor y puse mi cabeza en mis manos mientras mis ojos se encontraron con los suyos.

- Ven aquí - me dijo sonriendo y blanqueando mi mente por completo. Me levanté y fui a sentarme en su regazo. Separé esos pequeños pelitos que tenía sobre sus ojos, ya era hora de que se cortara un poco el cabello. Empecé a masajear su hombro, librándolo de los nudos que se acumularon después de su entrenamiento sudoroso.

Mientras lo hacía estudié cada parte de su cara ya que estabamos a tan solo centímetros uno del otro. Tenía sus brazos abrazando mi cintura, atrapándome allí , mientras que yo seguía haciendo mi trabajo sobre sus hombros.

- Estoy muy feliz - le dije, sin saber el efecto que mis palabras tendrían en él. En unos segundos comenzó a llorar, tratando de levantarse y ocultar su rostro de mí, pero yo no se lo permití - tu me estas sanando Jungkook, fue difícil vivir sin ti todos estos meses y traté de odiarte por todo lo que me hiciste pasar... -

- Bebé lo sien... - lo corté con un corto beso en los labios.

- Shh. Bueno te decía que traté de odiarte por todo lo que me hiciste pasar, pero no pude... todo ese tiempo solo pensaba en mí mismo y no en lo que te había pasado. Perdiste tu trabajo, tu perro, tu casa, tu auto, tu libertad, tu novio. Debe haber sido absolutamente aterrador... - sequé mis lágrimas que caían de solo pensar en su sufrimiento - siento mucho que tuvieras que pasar por todo eso -

- Tae yo... -

- Déjame terminar ¿bien? - sonreí debilmente y picoteé su nariz. Él asintió - y luego volviste a mi vida y te rechacé... ojalá nunca hubiera hecho eso, porque a partir de ese día cuando te vi de nuevo, no pude sacarte de mi cabeza. Lo intenté todo, pero nada funcionó... entonces pensé, es Jeon Jungkook, él chico que dejó todo por mi... - tomé una respiración profunda y reanudé - sólo quiero decir que mi corazón se había roto severamente, y yo no creía que fuera posible que tu pudieras arreglarlo. Sin embargo aquí estas administrándolo bien. No me siento deprimido ya Kook y en realidad me da hambre ahora... me estas librando de mis enfermedades, así como la fijación de mi corazón, ¿eres un ángel o algo así? - me reí. Él también lo hizo y se secó las lágrimas imparables que corrían por su rostro.

Me incliné y capture sus labios. No fue feroz ni tímido, solo lleno de mis sentimientos, mis miedos, mis preocupaciones.
Vertí todo en ese beso, que él pronto profundizó introduciendo su lengua. La cual acepté con gusto y dejé escapar una sonrisa. Cuando su lengua golpeó demasiado antes de envolver un abrazo alrededor de mi cintura tirando de mí aún más cerca.

Sus manos acariciaban de arriba a abajo mi cintura, esas jodidas manos que me provocaban miles de escalosfríos con un solo toque. Mis pulgares recorrían por una de sus costillas, cubiertas de músculo en comparación con las mías... pero en este momento no me importaba pensar en mi cuerpo. Yo estaba sentado en su regazo, lo tenía conmigo y eso era lo único que importaba.

Él tiró de mi cabello y eso nunca dejaba de excitarme, jadeé apartándome y él llevó sus besos por mi sensible garganta mientras yo le daba más espacio a él.

- Tu ya hiciste tu marca, ahora tengo que hacer la mía - agarró un pedazo de mi piel entre sus dientes y empezó a chupar duro y rápido. Clavé mis dedos en su espalda. Dios, era alucinante... él había decidio morder el lugar, en vez de hacer el chupetón. Temblé, cuando él mordió con fuerza aunque eso sólo añadió más placer. Comenzaba a sentir su miembro más duro a medida que iba haciendo su trabajo. Lo necesitaba tanto ahora.

Cuando por fin se apartó, me quedé sin aliento y él solo miraba mi pecho que subía y bajaba esperando a que me recuperara. Una vez lo hice, tenía una cosa más que decirle, después de un latido furioso de mi corazón que aclaró todas mis sospechas.

- Eres tan especial para mí, yo no sabía que podía volver a sentirme de esta manera otra vez, pero aquí estoy... completamente enamorado de ti Jungkook - sus ojos se abrieron, como si nunca hubiera esperado oir esas palabras de mis labios después de todo lo ocurrido - así es, yo te amo y nunca te voy a perder de nuevo -

...

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Mi QUERIDO Profeѕor [jjk & kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora