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Mi móvil comienza a sonar interrumpiendo mi nivel de concentración jugando al FIFA. En la pantalla aparece un fijo que no conozco y frunzo el ceño extrañada.

-¿Si?- pregunto al descolgar.
-¿Señorita Rocío? Es usted quién puso una denuncia a un grupo de chicos por agresión ¿verdad?- preguntó un hombre al otro lado.
-Si, soy yo- tragué saliva escuchando lo que me tenía que decir.
-Le hablo de la comisaría, la denuncia ha sido un éxito y viendo su estado en las fotos, el juez ha dictado unos meses de cárcel por agresión continua- añade haciendo que en el fondo me alegre -La queríamos avisar, tenemos todo bajo control-
-Muchísimas gracias- dije dulcemente y después colgué.

Ha pasado un mes desde que ocurrió todo eso y desde que volví a Granada. No he hecho gran cosa ya que mis amigos no me han dejado, me han obligado a reposar. En cuanto a las lesiones estoy muchísimo mejor, ya no me duelen como antes pero las marcas seguirán por un tiempo.

Tengo un montón de trabajo atrasado así que hoy he decidido escabullirme antes de que Isa venga a buscarme. He salido de casa a eso de las 9 con la cámara en mano y me he lanzado a la aventura yendo andando a los sitios. Primero tenía que ir a una sesión privada que no quedaba muy lejos.

Llegué al sitio acordado 5 minutos antes así que me senté en un banco que encontré cerca a esperar. El móvil comenzó a sonarme de nuevo sacándome de mis cavilaciones, era Isa.

-¿Dónde coño estás?- me pregunta en cuanto descuelgo.
-Trabajando- me limito a responder.
-Rocío tía sabes que no quiero que salgas por ahí tú sola y menos estando tan reciente- me riñe.
-No soy una cría, te lo agradezco, pero necesito despejarme y no estar encerrada- ruedo los ojos.
-Bueno, te lo acepto pero porqué se que estás mejor- dice no muy convencida.
-Bueno luego nos vemos que ha llegado el cliente- dije colgando ya que tenía a la chica justo enfrente.

La saludé con una de mis mejores sonrisas y comenzamos a caminar hasta donde quería hacerse las fotos. Increíblemente me reconoció por las batallas de gallos y le hizo mucha ilusión que yo le hiciera las fotos.

Cuando quise terminar todos los encargos eran las 2 de la tarde, me dirigí a casa sin parar ni un segundo, estaba deseando llegar. No me hizo falta ni sacar las llaves, Isa me estaba esperando y abrió en cuanto me sintió.

-Por fin llegas- dice de mala gana.

-Tenía mucho trabajo atrasado- digo entrando al salón y dejando la cámara en la mesa.

-Tu salud está primero Rocío- añade ella negando.

-Mi salud está perfecta Isa- finalizo la conversación.

Cómo llegaba tarde ella me preparo la comida y ambas comimos viendo una serie por Netflix. Saqué el tema de los chicos ya que los echaba de menos y era inevitable no pensar en ellos, pero sobre todo no pensar en Walls. Mi amiga me dijo que con Zasko las cosas iban muy bien, habían quedado en hablar la próxima vez que se vieran, aunque no sabían cuándo sería esa próxima vez.

-Me acabo de acordar que tengo que llamar a Bta- digo mientras recojo la mesa.

-No te preocupes yo tengo clases ahora, así que me iré- dice Isa cogiendo sus cosas -Nos vemos luego-

Me da un beso en la frente y sale cerrando la puerta tras de ella. Agarro mi móvil y me siento en el sofá acomodándome para llamar a Alfon.
1 tono
2 tonos
...
-Enana- dice él saludando desde el otro lado, estamos en videollamada.
-Hola Zanahorio- sonrío al ver esa preciosa sonrisa que siempre me lleva.
-Hoy estoy acompañado- enfocó la cámara hasta el sillón que tenía enfrente.
-Pero si es el señor Jose Miguel- digo riéndome.
-Anda mira la pulgita, ¿Cómo estás cariño?- me pregunta Chemi sentándose al lado de Bta.
-Genial la verdad- añado comentándoles que la policía me había llamado.
-Se lo merecen- dice Alfon muy serio.
-Ya verás como a la próxima se lo piensan- añade Chemi negando.

Continuamos hablando de todo un poco y dos horas después decidimos que era hora de colgar. Me apetecía darme una ducha caliente así que cogí mi pijama y me dirigí al baño. Me relajé mientras el agua corría por mí cuerpo, de fondo sonaba un mix de YouTube dónde estaban mis canciones favoritas.

Salí con una toalla envuelta al cuerpo y la verdad es que los moratones cada vez se notaban menos, creo que lo único que aún dolía eran esas pesadillas que tengo algunos días, esas que no me dejan dormir y que me crean una ansiedad enorme.

Me encerré en mi habitación como todos los días, puse música mientras escribía algo, da igual lo que fuera, me venía bien desahogarme así. Me llegó un correo electrónico de la organización de Fms, quise dejarlo para más tarde pero la curiosidad mató al gato.

"Dentro de una semana se celebrará la segunda fecha de Fms, contamos contigo Rci. Aquí te mandamos las acreditaciones y todo lo necesario por si quieres llevar a algunos amigos o familiares. Nos vemos."

Sonreí ampliamente al leer todo aquello, pronto volvería a ver a los chicos. Terminé de leer toda la información y al parecer la jornada 2 se celebraría en Málaga, tierra de Skone y Bta.

Apagué la música, dejé el móvil cargando y decidí dormir temprano ya que mañana quería ir a hacer unos recados que me conllevarían un cierto tiempo fuera de casa.

...
Me desperté sobresaltada ya que la alarma no me había sonado, miré la hora y eran casi las 10 de la mañana.

-Mierda- refunfuñé levantándome de la cama de un salto.

Me cambié rápido y me tomé un café, no tenía tiempo de ir andando así que pedí un taxi. Me llevó hasta el sitio en el que debía hacer mi pedido, entré admirando las instalaciones, era como una gran fábrica donde había gente de aquí para allá.

Llegué al despacho donde me dijeron que tenía que preguntar y me atendió un hombre de mediana edad muy simpático.

-Bueno señorita, he reconsiderado su pedido y estoy dispuesta a hacérselo por un módico precio- comenzó a decir -Serán 20 por cada una, lo que ascendiende a un total de 180 euros-

-Perfecto, estoy dispuesta a pagar eso- dije sonriendo -¿Para cuando pueden estar?-

-En tres días como mucho, máximo cuatro- añadió el hombre.

-Si puede ser antes del viernes mejor, el finde no estaré aquí y me gustaría llevarlas conmigo- le expliqué y él no puso pegas.

Firmé un papel de resguardo para que constara que  doy la mitad del dinero ahora. Cuando terminé salí del sitio super contenta, me hacía mucha ilusión haber ideado todo esto y que alguien se hubiera ofrecido a hacerlo real.

Todo esto es para que los chicos tengan un pedacito de mi para cuando estemos lejos, les debo una gorda de la última vez y esta es mi fianza para demostrarles que los quiero con locura a todos y cada uno de ellos.

𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚𝕠𝕟|𝕎𝕒𝕝𝕝𝕤 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora