𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚𝕠𝕟|𝕎𝕒𝕝𝕝𝕤 (EDITANDO)

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Hace cosa de 3 meses que decidí mudarme a Granada, aún no puedo decir que tomé la mejor decisión de mi vida, porque la verdad vine sin pensármelo dos veces y me lancé a la aventura.

En este preciso instante me encuentro sentada en el portal de mi mejor amigo Cristian al que gracias a Dios conocí antes de venirme a vivir aquí. Llevo esperando como 10 minutos cuando él decide aparecer por fin vestido con su típica ropa informal que tanto le caracteriza.

-Hasta que apareces- le digo rodando los ojos.

-El que lo vale merece ser esperado- dice él con su típico tono burlón revolviendo mi pelo.

Cristian es más alto que yo, por lo menos cabeza y media teniendo en cuenta que mido 1'60. Caminamos juntos hasta el parque donde se celebrará una batalla de rap callejera, ambos somos fans del freestyle y las batallas de gallos, llevamos años siguiendo las, antes cada uno por su lado, pero ahora lo hacemos todo juntos.

-¿Vendrá Jenny?- le pregunto sentándome en uno de los bancos vacíos.

-Si, tendría que estar al llegar, como siempre tarde.- mira hacia todos lados y me rio.

-Los que llegamos tarde somos nosotros y por tu culpa, así que ella se salva.- miro detrás de él y aparece Jenny haciéndome un gesto para que me calle.

-BUH- grita ella al oído de Cristian haciéndole pegar un salto.

-Mierda, eso no se me hace.- exclama él agarrándose el pecho.

La gente comienza a llegar y como podemos nos metemos en el gran círculo que se forma. Los raperos que participarán son escogidos de entre el público así que no es nadie famoso, aquí nos medimos todos con todos. Llega el chico moreno que presenta siempre las batallas y da la señal para comenzar, trae su característico altavoz portátil colgado del cuello, nos manda a callar para poder hablar.

-Bueno, no hace falta explicar el porqué estamos aquí, así que ¿Quién será el primero en salir?- pregunta mirando a todos y cada unos de los presentes.

Salen dos voluntarios y comienza la batalla, uno de ellos tiene un flow bastante fluido pero el otro se queda más pillado en algunas rimas, obviamente gana el primero. Pasan así unas cuantas de batallas, el moreno vuelve a preguntar quién quiere salir a batallar y muchos de los chicos levantan la mano.

-Deberias salir.- susurra Cristian detrás de mí y Jenny lo apoya.

-Ni hablar sabes que no me gusta llamar la atención.- refunfuño sin prestarles atención.

-¿Tan pocas manos?- pregunta el chico moreno y en ese instante es inevitable lo que Cristian hace.

Me coge del brazo levantando mi mano y haciendo que el chico pose su vista en mi, genial. Miro de reojo a mí mejor amigo mientras lo maldigo y después miro al chico que se me acerca.

-Tenemos a la primera valiente en batallar con chicos.- dice el moreno tirando de mí hacia el centro del círculo.

La gente comienza a aplaudir y mí nerviosismo crece, tengo todas las miradas puestas en mi. Veo como Jenny me desea suerte moviendo los labios y Cristian me mira divertido, a este lo mato yo en cuanto salga de aquí. Un chico algo mayor que yo y con el pelo teñido de gris se para enfrente mía, será mi contrincante.

Respiro hondo y me pongo las pilas, miro al chico desafiante mientras echamos el piedra, papel o tijeras que decidirá quien de los dos empieza. Le toca comenzar a él, ponen una base algo movida que me gusta bastante y el moreno da la salida.

-Y se lo damos en 3... 2... 1... ¡Tiempo!- dice el moreno dando la señal.

Miro con intriga al chico y capto cada una de sus rimas intentando idear cómo será mi jugada. Acaba demasiado bien para mi gusto y me toca, comienzo a fluir al son del beat y todos se quedan boquiabiertos, se pensarían que por ser mujer no sé improvisar o algo..

Finalmente y para mi sorpresa me dan la victoria a mí. Mi oponente me da la enhorabuena, diciéndome que he sido una rival digna y que lo he sorprendido. Sonrió victoriosa mirando hacia Cristian y Jenny que me aplauden sin parar. Las batallas terminan y es algo tarde así que nos vamos a mí piso a pasar el rato hasta que ellos tengan que volver a casa.

-Dios has dejado a todos boquiabiertos- dice Cristian tirándose a mí sofá cuando llegamos.

-Parecian haber visto a un fantasma- añadió Jenny riendo.

-Que bien me he sentido, haber si acaso los prejuicios de que por ser mujer no puedes competir se acaban coño- digo desde la cocina mientras que saco unas cervezas de la nevera.

Mientras nos las tomamos jugamos un rato a la play Cristian y yo, su novia se encuentra con el móvil muy metida en lo que esté haciendo.

-Oye ¿recordáis mi amigo el que vendía unas entradas para la fms de Madrid?- preguntó Jenny de repente haciendo que prestaramos atención.

-Si, las vendía bastante caras el cabrón- añade Cristian bufando.

-Pues he conseguido que me las regalé, me debía un favor- Jenny se encoge de hombros y yo solo puedo abrir los ojos como platos.

-¿Esto es un jueguito tuyo? Porque con eso no se juega- dice mi mejor amigo haciendo un puchero.

-Que es verdad coño, lo único que solo hay dos- dice ella haciéndo una mueca.

-No te preocupes, disfrutad vosotros de la oportunidad parejita- digo sonriendo.

Cristian se pone super contento pero a Jenny no le hace gracia eso de no poder llevarme a mi también. Tras un rato hablando del tema y discutiendo consigo convencerla.

-Hacemos una cosa ¿Vale? Yo hago el viaje a Madrid con vosotros y así pasamos el finde fuera, no pasa nada que no pueda asistir a la fms, al menos me tendréis allí- explico bajo su atenta mirada.

Mi mejor amigo comienza a saltar entusiasmado por la idea y Jenny parece estar de acuerdo aunque no muy convencida. En un futuro tendré la oportunidad de ir seguramente, ahora prefiero que la disfruten ellos dos solos sin sentirse mal porque yo me quede en casa.

Sobre las doce de la noche se van dejándome de nuevo sola en casa, no me apetece cenar así que me coloco el pijama y me tumbo en la cama mientras veo Instagram. Aparece una foto de él, quien me roba el sueño la mitad de las noches desde hace un año. Suspiro bloqueando el móvil y dejando que cargue sobre mi mesilla, me acomodo en la cama y decido que es hora de dormir.