𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚𝕠𝕟|𝕎𝕒𝕝𝕝𝕤 (EDITANDO)

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Estaba por doblar la esquina de la calle mientras perseguía a mis amigos, de repente choqué con alguien y fui directa al suelo cayendo de culo. Hice una mueca al sentir el pavimento chocar contra mi cuerpo.

-¿Estás bien?- preguntó una voz un tanto familiar delante de mi.

Miré hacia arriba y en ese momento me quedé estática, no me podía creer con quien había chocado. 

-Ven- dice extendiendo su mano, la agarro y me ayuda a levantarme.

Lo miro, estamos a escasos centímetros y quiero gritar pero no voy a montar un espectáculo. Él me mira fijamente y en ese instante me doy cuenta de que me está hablando.

-Mmm perdón, ¿Qué decías?- pregunto algo avergonzada.

-Solo quería saber si te has hecho daño- añade él mirándome.

 -Estoy bien tranquilo- le regalo una sonrisa y su rostro se suaviza.

-Por tu reacción sabes quien soy, ¿verdad?- pregunta con cierta diversión y yo me limito a asentir.

-Pablo Pérez Rueda el mejor poeta que he leído en mucho tiempo- digo con simpleza haciendo que él sonría.

-Gracias por el cumplido, pero ¿también sabes que improviso?- añade curioso.

-Claro que sí, conozco a todos los Mc's habidos y por haber. De hecho he viajado con unos amigos hasta aquí para que vean la jornada de mañana- expliqué mirando a Blon.

-¿Tú no vas a vernos?- pregunta frunciendo el ceño.

-No pude comprar la entrada- hago una mueca.

-Bueno pues después de tirarte al suelo te debo una...- dice riendo -Tráete a tus amigos mañana y dirigiros a la puerta de atrás del estadio-

Lo miro sin entender nada y él se percata rebobinando y explicándome que quiere decir.

-Mañana seréis Vips- suelta de repente haciéndome pegar un saltito.

-¿Enserio?- pregunto serenandome para no dar una mala imagen.

-Si, ahora debo irme pero déjame tu móvil y te apunto mi numero por si acaso mañana no os dejan pasar- dice tendiendo su mano.

Le entrego mi móvil y en unos segundos me lo devuelve y se despide, al parecer tenía prisa. A lo lejos veo a mis amigos buscarme y me dirijo rápido hacia ellos. Cuando llego tan deprisa todos se asustan maldiciéndome a lo que yo rio.

-Joder Rocío ¿dónde coño estabas?- pregunta Cristian un poco alterado.

-Pues verás acabo de conocer a Blon- digo de repente haciendo que todos abran los ojos de par en par.

Comienzo a contarles como mi torpeza me llevó a chocar con él y a caer al suelo de culo. El primero en reírse por como he hecho el ridículo es Cristian y como no, Jenny e Isa le siguen.

-Reíros lo que queráis pero gracias a mí mañana entráis como Vips- digo haciendo que todos me presten atención.

-Con eso no se juega Ro- dice Isa mirándome mientras entrecierra sus ojos.

-No es ninguna broma, estoy enserio mirad- les muestro como Blon me ha grabado su numero.

No recuerdo en que momento ha pasado pero entre mis tres amigos me han levantado del suelo y han empezado a saltar conmigo en brazos. Cuando me bajan los miro mal, casi echo la primera papilla que comí cuando bebé.

-No sabes cuanto me alegro en este momento de lo torpe que eres- dice Cristian revolviendo mi pelo.

-Eres muy lindo amigo mio- ironizo pegando le una colleja.

En lo que quedó de tarde no se habló de otra cosa, los nervios eran palpables, quien se imaginaría que al final íbamos a conocer a nuestros ídolos en persona. Estuvimos dando un rato mas vueltas por Plaza del sol y cuando se nos hizo tarde decidimos volver al hotel para cenar.

Cenamos algo rápido y los dos tortolitos se fueron a la habitación, me quedé con Isa a solas y al salir de la cafetería me paró en seco.

-No me apetece irme ya a la habitación, ¿Porqué no damos una vuelta? Así hablamos un rato y nos confesamos cosas turbias- dice riendo.

-Venga vamos, que si me lo piense dos veces me meto en la cama- añado tirando de ella fuera del hotel.

Paseamos por la zona alrededor del hotel, al principio se instala un silencio entre nosotras que no es incomodo al revés, parece que no es necesario hablar. Llegamos a un parquecito, nos sentamos en uno de los bancos e Isa se enciende un porro.

-Tú no tienes acento granaino tía- me dice mirándome.

-Soy de Extremadura, pero por cuestiones de la vida me mudé hace 3 meses- le expliqué mirando al cielo que estaba bastante bonito esta noche.

-¿Has dejado toda tu vida atrás para vivir sola y lejos?- dice tirando la colilla, yo me limito a asentir -Entonces la vida no te trató muy bien-

-No, pero eso es caso aparte- dije zanjando el tema.

No me gustaba contar mi historia, me sentía vulnerable si la gente sabía lo que una vez me hizo daño, porque así tendrían la clave para hacérmelo de nuevo. Siempre he sido una persona un tanto insegura, tengo mis complejos y mis miedos que parecen seguirme a todas partes, unas manías extrañas y a veces soy un tanto asocial, no por gusto, si no porque alejándome de la gente es como consigo no salir perjudicada.

-Bueno si no te gusta contarlo lo entiendo, solo quiero que sepas que estoy aquí ¿vale?- me da un abrazo que me pilla de improvisto -A pesar de haberte conocido esta mañana siento que vamos a ser buenas amigas-

-Eso espero- añado sonriendo -Vamos a poner un poco de música-

Abro YouTube en mi móvil y pongo la primera canción que se me viene a la mente. La música comienza a sonar, Isa me mira divertida y comienza a bailar al son de ''Canguro'' de Wos. Me divierte ver sus pasos de baile, llega el momento en que se pone a perrear y me deja impresionada.

-Ni queriendo hago yo eso- digo rodando los ojos y ella se ríe.

-Te voy a poner a mi marido- dice quitándome el móvil.

Pone ''Salamandra'' de Trueno y a pesar de que la letra no me llama la atención, el ritmo es bueno para marcarse un buen perreo como ella lo hace. Cuando alguien me pregunta sobre música siempre digo lo mismo:

La música me gusta por su forma, fondo y por todo lo que implica y significa esa canción, es decir, a mi la letra me tiene que encandilar porque es en lo que mas me voy a fijar. Cuando escucho música quiero sentirla y que me haga sentir el mensaje que el autor quiere dar.

Salta la canción y comienza a sonar ''Mentiras y azar'', sonrió inconscientemente mirando el videoclip. Isa se acerca a mi y me hace volver a la realidad.

-Vaya vaya, te trae loca eh- dice riéndose.

Suspiro dándole a entender que si y miro de nuevo al cielo, como no va a traerme loca la persona que me ayudó a salir del pozo sin fondo sin saberlo. Y pensar que mañana estará allí y por fin podré cumplir mi mayor sueño:
Conocer a esa frágil voz que me llamó tanto la atención.