𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚𝕠𝕟|𝕎𝕒𝕝𝕝𝕤 (EDITANDO)

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No he dormido en toda la noche, las imágenes de esa chica y Walls juntos me atormentaban. Aún no podía creer como después de todo no había aprendido la lección. Por mucho que confíes en una persona no sabes cuándo te va a fallar y ya veo que él no ha perdido la oportunidad.

Son las 7 de la mañana y ya estoy lista para irme de aquí, agarro mi maleta y bajo al salón donde está Juan esperándome. Me mira algo triste y sonríe levemente dándome los buenos días; no son buenos pero que más da.

-¿Nos vamos?- pregunté suplicante.

-Si, dame la maleta anda- dijo quitándome la de las manos.

Salimos de su casa y fuimos hasta su coche, me subí y él se subió tras guardar mi maleta en el maletero. Pusimos rumbo a la estación de tren, no había avisado a nadie de que volvía a casa, no quería hablar con nadie por ahora.

-Bueno Ro- Juan se acercó y me abrazó -Hablaré con él, seguro está arrepentido-

-Haz lo que quieras, pero un arrepentimiento no va a arreglar lo que me ha hecho- suspiro y lo miro a los ojos -Espero que sigamos en contacto a pesar de todo-

Sonreí levemente mientras subía al tren, pillé el sitio de la ventana y gracias a dios no se sienta nadie a mí lado. Justo cuando el tren comienza a arrancar veo como Ginés llega corriendo hasta dónde está su amigo y mira hacia mi ventana. Comienza a gritar lo que supongo que es mi nombre, se le ve bastante mal, tiene unas ojeras enormes y los ojos cristalizados.

Suspiré muy fuerte apartando esa imagen de mi, me dolía verlo así, pero más me dolía haber visto lo que vi. Comenzó a darme ansiedad la situación que estaba viviendo, tuve que coger una pastilla y tomármel la, después me puse la música a todo volumen y cerré los ojos.

El viaje se me hizo eterno, pero 5 horas después llegue a Granada. Bajé del tren y juro que me iba a desmayar ahí mismo, el pecho me dolía, esa sensación de ser una mierda volvió a mí.

-No soy nada- susurré andando hasta mi piso.

Llegué como pude y subí, cerré la puerta principal de mala gana y tiré la maleta por ahí. Me fui a mí habitación y me encerré, con la música a todo volumen me tiré en la cama boca abajo. Comenzó a sonar la canción que me dedicó cuando me dijo lo que sentía. Cerré los ojos con fuerza y comencé a sollozar, todos los recuerdos de ese día pasaron ante mi, yo quería empujarlos fuera, no quería hacerme más mierda, pero no podía dejar de imaginarme lo.

No sé cuánto tiempo estuve así, mí móvil comenzó a sonar y me sacó de mi miseria haciendo que lo agarrara de mala gana.

-¿Si?- preguntó aparentando estar normal.
-Hola Roo- dijo Jenny a el otro lado -¿Qué tal la graduación?-
-Mal- suspiré pesadamente mientras me secaba las lágrimas.
-¿Qué pasa Rocío?- preguntó ella preocupada.
-Estoy en casa de nuevo, no quiero ni ver a Ginés- dije sollozando.
-Voy ahora mismo para allá- dijo colgando rápido.

Me levanté de la cama sin ganas y apagué la música, ni eso ya me calmaba. Fui a la cocina a beber algo de agua y me tomé otra pastilla, cada vez me sentía peor y no quería volver atrás.

Pasaron como 10 minutos cuando el timbre sonó repetidas veces. Abrí la puerta y me encontré con Jenny, Isa y Cris mirándome fijamente. Les dejé pasar y me senté en el sofá, ellos se sentamos cada uno a un lado y Cristian en una silla enfrente nuestra.

-¿Qué ha pasado?- me pregunta Jenny acariciándome la pierna.

-Me lo encontré liando se con otra- agaché la cabeza, ese momento se repetía en bucle en mi mente.

-Pero que hijo de puta- escupió Isa con asco -Quiere que lo mate, se lo está buscando-

-Cariño- dijo Jenny soltando un suspiro.

Me atrajo hacia ella y me abrazó, ella siempre sabía cuándo necesitaba unos brazos para poder desahogarme.

-No me esperaba eso de él- habló esta vez Cristian negando y miró su móvil -Me está llamando-

-Lo he bloqueado por todos lados..- dije sollozando -No podía ver sus fotos ni sus mensajes pidiéndome perdón-

-Tranquila, lo entiendo- dijo Cris levantándose -Voy a hablar con él-

Salió al balcón bajo la atenta mirada de mis amigas y yo bufé. Miré a Isa que estaba con el móvil en mano poniéndo un mensaje, ella se dió cuenta de que la miraba y me enseñó lo que estaba haciendo.

-Zasko me ha preguntado por ti y sé lo estoy contando- dice con simpleza -Esto no se va a quedar así Ro-

-Yo quiero que se quede así, no voy a poner a nadie en contra. Simplemente no quiero saber de él por un tiempo- digo levantándome y yendo a por algo de beber.

Cuando vuelvo Cristian está sentado otra vez en la silla y me mira haciendo una mueca.

-Está muy arrepentido, le he dicho que eso no es excusa para que le perdones- comenzó a decir -Dice que te necesita y que puede explicarte todo si le dejas-

Lo miro negando y me siento entre las chicas de nuevo, suspiro mirando al suelo.

-No quiero explicaciones- sentencio cerrando los ojos.

-Bueno ya está, no se habla más de él aquí- dijo Jenny de mala gana -¿Nos quedamos contigo hoy o prefieres estar sola?-

-Os necesito, no os vayáis por favor- susurro mirando a los tres.

-No nos iremos- dijo Isa abrazándome.

Los tres nos fundimos en un abrazo grupal y sonreí levemente, les debía mucho a ellos.

Pasamos la mañana viendo vídeos de YouTube, cualquier cosa que nos entretuviera, incluso jugamos a juegos de mesa que no utilizábamos nunca. A pesar de que hacían lo posible era inevitable no sentirme fatal, de vez en cuando agarraba el teléfono y miraba nuestras conversaciones, toda la confianza que deposité en él y que ayer se esfumó.

Por la tarde no hicimos gran cosa, Cristian contó chistes muy malos haciendo que nos rieramos más de él que de lo que contaba. Cuando cayó la noche se marcharon y volví a estar sola, con mis pensamientos atormentando me.

Decidí llamar a Alfon, necesitaba escuchar su voz. Marqué su número y enseguida me lo cogió.

-Hola enana- me saludó.
-Hola zanahorio- suspiré -Necesito hablar contigo-
-Ahorrate el mal rato, él ya nos contó todo- me explicó al otro lado -La explicación no convence del todo... Se le ve bastante mal, pero sé que tú estás peor, se te nota-
-Me siento una mierda Alfon, ¿Qué he hecho yo para merecer esto?- rompo a llorar ahogando un grito.
-Enana, tranquilízate por favor- susurra él -Se que duele, date un tiempo para ti, para pensar y aclararte. Si lo has bloqueado y todo es porque no lo quieres ni ver y es comprensible. Cuando creas que estás preparada intenta hablarlo con él-
-Eso tardará en pasar, no sabes bien lo decepcionada que estoy...- susurré mirando al techo.
-Tiempo al tiempo cariño, yo voy a estar aquí para apoyarte siempre- me dice haciéndome sonreír levemente.
-Bueno, necesito dormir algo, ya hablaremos mi pelirrojo favorito- digo despidiéndome.
-Y el único- añade él antes de colgar.

Si no fuera por amigos como los de aquí o Alfon, Bnet y más... No se que sería de mi, ellos me dan la vida que siempre me ha faltado y que muchos me acaban quitando.

"Por favor que no llueva mas en mi memoria que estoy derrapando en recuerdos."