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El despertador me ha sonado a las 6 am y he maldecido a todo el mundo, hacia mucho tiempo que no madrugada de esta manera. Tengo las maletas listas desde ayer así que solo tengo que vestirme y desayunar.

Me pongo un café no muy cargado y agarro unas cuantas galletas de la despensa. Cuando estoy llena me dirijo a mí habitación y me cambio. No me tengo que pensar mucho que ropa ponerme pues siempre visto igual:
Pantalones vaqueros
Camiseta de manga corta
Sudadera
Vans

Todo con colores relativamente oscuros, me encanta el negro y todo lo que equivale a la oscuridad. Me llegan unos mensajes de Cristian avisándome que ya están Jenny y él abajo, agarro la maleta, el móvil y todo lo necesario y salgo cerrando la puerta de mi piso.

-Ya estoy aquí- digo abriendo con dificultad la puerta del portal.

-Trae que te ayude- dice Jenny agarrando mi maleta y sacándola.

-Gracias preciosa, pero el caballero es él- digo señalando a mi mejor amigo que me mira de reojo.

-No voy a ser tu mayordomo- añade él comenzando a andar.

-De verdad que tonto es a veces- dice su novia riendo.

-¿Sólo a veces?- la miro frunciendo el ceño y ambas nos echamos a reír.

Caminamos hasta la estación de tren, ninguno de los tres tiene coche aunque nos podríamos sacar el carnet ya peor aún no nos decidimos. Cristian es un año más mayor que yo, este año cumple los 21 y Jenny cumple los 19 en verano, mientras que a mí me quedan mas meses para cumplir los 20.

Llegamos a la estación de tren justos, corremos hacia el andén dónde está por salir nuestro tren y por los pelos conseguimos entrar. Siempre viviendo al límite, no sé cómo lo hacemos.

Me siento en el primer sitio que veo libre y la parejita se sienta delante, me apoyo contra la ventana y miro el paisaje cuando comienza el tren a moverse. Una voz me saca de mis cavilaciones haciendo que me gire.

-Hola ¿puedo sentarme?- pregunta una chica pelirroja mirándome de lado.

-Claro- le sonrió y ella toma asiento.

-Ya había pensado que tendría que darle conversación al conductor- dijo ironizando a lo que reí. -Soy Isa-

-Rocío- dije estrechándole la mano. -¿Eres de Granada?-

-Si, voy pa Madrid y sin remordimiento- añadió esta haciendo alusión a una canción del Barrio.

-Mis amigos y yo también vamos allí, ellos van a ver la jornada de la fms que se celebra- dije avisando a los chicos de delante que se giraron a saludar.

-¡Que coincidencia! Yo también voy a la jornada, ¿Porqué tú no vas?- me pregunta la chica extrañada.

-No tengo entrada, se agotaron antes de poder cobrar y comprarla. A ellos se la regalaron- hice una mueca.

-Que mal tía- suspiro Isa a mí lado.

En el trayecto hasta Madrid pude hablar con ella y conocerla bien, era una chica bastante extrovertida y una amante loca de Zasko, me reía cada vez que la escuchaba nombrarlo. Ahora mismo me encuentro con los ojos cerrados escuchando mi música en aleatorio, salta mi canción favorita"Entiende" y alguien me quita los auriculares de un tirón.

-¿Qué haces?- pregunto mirando a Cristian malamente, me los ha quitado en la mejor parte.

-Ya hemos llegado so tonta- dice él rodando los ojos.

Miro por la venta y estamos parados en la estación de tren de Madrid. Bajamos los 4 juntos del tren ya que hemos unido a Isa a la chupipandi.

-¿En qué hotel estáis?- pregunta ella mirándonos.

-This- dice Cristian con su impecable inglés señalando el folleto del hotel.

-Es el mismo que el mío- añade Isa caminando delante nuestra.

Nos guiamos por ella que parece conocer mejor Madrid, pedimos un taxi y nos lleva hasta la dirección del hotel. La recepcionista que nos atiende nos entrega las tarjetas que serán nuestras llaves personales. Isa pide que nos cambien de habitación y así poder estar en una compartida conmigo para no estar las dos solas.

Cuando todo está en orden subimos a dejar las maletas. Entró en mi habitación seguida de Isa y dejo mis cosas a un lado.

-Es espaciosa- digo admirando la habitación.

-Elige la cama que quieras, a mí me da igual- dice encogiéndose de hombros.

Me dirijo hacia la que está al lado de la ventana y comienzo a sacar las cosas de la maleta colocándolas bien, sobre todo la ropa para que no se arrugue.

-¿Fumas?- me pregunta la chica mirándome con un porro en la mano.

-No, soy chica sana- hago una mueca riendo. -No bebo tampoco-

-Lo que te pierdes hermana- dice ella saliendo al balcón a fumarse el porro.

Me tumbo en la cama cuando ya tengo todo listo y me pongo a mirar Instagram y Twitter, todo el mundo habla de la jornada que se celebrará mañana así que decidí salirme y contestar algunos WhatsApp. Cómo si Cristian me hubiera leído la mente me manda un mensaje para decir que tiene hambre, como no.

-Isa, vamos a comer en la cafetería, vente- digo alzando la voz.

Ella entra a la habitación de nuevo y agarra su riñonera para ponérsela, luego me mira de lado y sonríe.

-¿A qué esperamos?- dice divertida.

Salimos de la habitación y justo salen Cris y Jenny de la suya. Los cuatro bajamos a la cafetería y comemos tranquilamente mientras contamos anécdotas nuestras.

-Mmm en ves de meternos en la habitación de nuevo podríamos ir a dar una vuelta- propone Jenny llamando la atención de los tres.

-Me parece buena idea, que luego nos quejamos de que tenemos poco tiempo- digo levantándome de la mesa ya que he terminado -Voy a cambiarme y bajo, que esta sudadera ya me está dando calor-

Subo deprisa a la habitación sin perder ni un segundo, me quito la sudadera y me quedo solo con la camisa de mangas cortas, agarro una chaqueta vaquera y vuelvo a salir dirigiéndome al Hall del hotel.

-Lista- digo cuando llego junto a mis amigos.

Salimos del hotel y comenzamos a andar por la zona, a lo tonto llegamos hasta Callao. De repente Jenny sale corriendo creyendo ver a alguien famoso y tenemos que seguirla para que no se pierda.

Quién me diría que al girar la esquina chocaría con alguien y que ese alguien haría que me quedara en shock..

𝕄𝕒𝕝𝕕𝕚𝕔𝕚𝕠𝕟|𝕎𝕒𝕝𝕝𝕤 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora