Capítulo 3

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(Liam)

Llegué al instituto y fui hacia la enfermería donde me había dicho la directora que estaba Diana cuando me llamó. Comencé a pasar pasillos y pasillos hasta que me di cuenta de que no tenía ni idea de por donde estaba andando... estaba algo perdido.

-¿Señor Payne? -dijo una voz a mi espalda. Al girarme pude ver que era Christie, la profesora con la que había hablado esta mañana. - ¿Qué hace usted aquí?

-Me han llamado porque Diana ha tenido un problema y está en la enfermería.

-¿Ah, sí? ¿Pero está bien? - preguntó preocupada.

-No lo sé, no me han dicho nada. Ahora iba a verla pero... me he perdido un poco.

-No te preocupes, yo te acompaño. Así veo yo también si se encuentra bien.

-Vale, muchas gracias - le dije agradecido.

Los dos nos dirigimos hacia la enfermería, bueno, más bien yo la seguía a ella. La verdad es que he pasado más bien poco tiempo en el insituto, Diana siempre ha sido una chica muy responsable, sin ningún problema con los compañeros y con unas notas muy buenas así que no ha hecho falta mi presencia aquí en ningún momento. Tras un pasillo que se hizo algo largo por el silencio, llegamos a la enfermería. Abrí la puerta y allí, sobre una camilla, estaba Diana.

-¡Diana! - dije abalanzándome hacia la camilla. - ¿Estás bien?

-Sí...no ha sido nada. -respondió ella un poco dolorida.

-¿Pero seguro que estás bien? -pregunté preocupado.

-Tranquilo, señor Payne. Diana solo necesita un poco de resposo, se ha dado un fuerte golpe en la cabeza pero como mucho tendrá un pequeño bulto durante unos días.- Dijo la enfermera acercándose a nosotros.

-Uf... menos mal...- dije

-¿¡Diana?! -dijo Theo entrando en la enfermería.

-¡Theo! ¿Qué haces aquí? Deberías estar en clase. - le dijo Christie

-Lo siento pero no podía aguantar más sin saber cómo está Diana.

-Estoy bien, Theo, no te preocupes. - respondió Diana.

-Sí,me la llevo a casa para que descanse. - dije yo.

-Ah, hola Liam, no te había saludado. - saludó Theo.

-No te preocupes jaja. Bueno, será mejor que nos vayamos.

-Sí... me está empezando a doler la cabeza. - dijo Diana.

-No te preocupes si no puedes venir en unos días, recupérate -comentó Christie.

-No, yo mañana ya estoy aquí de nuevo. - respondió Diana

-Bueno,eso ya lo veremos. -le recriminé yo. -Anda, vámonos.

Nos despedimos de la enfermera, de Christie y de Theo y nos subimos al coche.

-Siento que hayas tenido que interrumpir tu trabajo para una tontería así.

-¿Qué? No lo sientas, cielo. Interrumpiría cualquier cosa por ti. Además, gracias a esto esta noche vamos a tener visita.

-¿Visita?¿Quién viene?

-Una clienta del buffete que ha resultado ser una antigua amiga del instituto. - Lo de que fue mi primer amor mejor me lo guardo para mí.

-Ah... con que solo una clienta ¿eh? - dijo con cara pícara.

-Sí,solo una clienta y como mucho puedes considerarla una amiga. -respondí intentando parecer serio.

-¿No has pensado en echarte novia?

-¡Diana! ¿Qué tipo de pregunta es esa para hacerle a tu padre? - ¿Tener pareja? No, no creo que fuese capaz. No soy capaz de apartar a Irene de mi cabeza por mucho tiempo que haya pasado.

-¡Ay! No seas anticuado, cualquier chica se moriría por ti. ¿O acaso no has visto como te mira mi profesora?

-¿Quién? ¿Christie? Es maja pero no es mi estilo.

-En fin... tú te lo pierdes... - dijo resbalándose en el sillón del coche.

Después de esta curiosa conversación padre-hija llegamos a casa.

-Deberías echarte un rato en la cama

-Está bien... - subió a su habitación.

En las siguiente horas estuve arreglando un poco la casa, haciendo cosas del trabajo... hasta que la hora de la cena quedó próxima. Comencé a preparar algún que otro aperitivo y unos spaghetti a la boloñesa, no es que yo fuese un buen cocinero, pero con la ayuda de internet supongo que la cosa no quedaría tan mal. Miré el reloj, las 8:30, apenas media hora para que Julie llegara. Subí a la habitación de Diana para avisarla de que se fuera arreglando pero, para mi sorpresa, seguía plácidamente dormida. Me acerqué a ella suavemente,le acaricié la mejilla y aparté un mechón de pelo de su cara, una sonrisa inconsciente se dibujó en mi cara. Sus ojos comenzaron a abrirse...

-Cariño... tienes que arreglarte, Julie llegará en media hora.

-¿Julie?

-Mi clienta...

-Ah,sí... ahora me arreglo.

Salí de la habitación con la intención de ultimas detalles....

(Diana)

Me levanté de la cama con un dolor de cabeza mayor que cuando me había acostado. Abrí mi armario para elegir el conjunto para la cena, no debía ser algo muy formal pero tampoco muy informal además, mi padre no es que fuese excesivamente arreglado... al final lo decidí (en multimedia). Entré al baño y me recogí mi pelo en una elegante coleta. Cuando estaba dando los últimos toques de maquillaje a mi cara, oí el timbre de la puerta.

-¡Diana, Julie ha llegado! - me gritó mi padre desde la entrada.

-¡Voy! -respondí de igual modo. Bajé a la entrada y allí pude ver a mi padre junto a una mujer alta, elegante y he de decir que muy guapa... -Hola - dije para que se notara mi presencia.

-Julie, mi hija Diana. Diana, mi clienta y amiga Julie. -Nos presentó mi padre

-Encantada - dije dándole dos besos. En ese momento, un escalofrío recorrió mi cuerpo... había algo en esta mujer que no me acababa de convencer...

Cegado por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora