Epílogo

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(Liam)

-Li-liam... - retumbó la voz de Niall en toda la cafetería - Es... es Diana....

Mis ojos se abrieron de par en par temiéndome lo peor, Christie y yo nos miramos y sin ni siquiera esperar a que Niall nos dijera lo que había pasado, salimos corriendo hacia la habitación. Llegué a la puerta de la habitación y no me podía creer lo que veían mis ojos. Ya no se escuchaba el pitido de las máquinas, solo se percibía el silencio y Theo estaba sentado al lado de Diana con los brazos sobre la cama ocultando su cara. Miré hacia atrás, donde estaba Niall, él estaba con los ojos rojos, llorosos; miré a Christie para cerciorarme de que esto no era una pesadilla, que no era el único que lo estaba viendo, y efectivamente, Christie estaba con las manos tapando su boca y llorando. Me acerqué a la cama de Diana y Theo levantó la mirada para verme, se levantó de la silla sin decir nada y me dejó solo con Diana.

-No... por favor.... ¡Diana despierta! -dije inúltimente tomándola de los hombros. Evidentemente no obtuve ninguna respuesta. Me derrumbé sobre la silla y comencé a llorar - Ni siquiera he podido despedirme de ti, decirte lo que te quiero y lo que te querré siempre, que lo siento, que todo esto es por mi culpa porque eres la que más ha sufrido en esta relación sin necesidad... todo por mi jodida culpa. -Me levanté de la silla y comencé a dar unos pasos por la habitación, me acerqué a la pared y le di un puñetazo de rabia - ¿Por qué todo lo malo me tiene que pasar a mí? -dije en un susurro.

-Señor Payne -dijo una voz a mi izquierda, giré la cabeza y vi al doctor Smith - Lo siento mucho, le acompaño en el sentimiento.

-Gracias, pero eso no cambiará nada.

-Lo sé.... ya le dije que si necesita ayuda profesional, tenemos un equipo de....

-Lo sé. - le interrumpí - Y ya le dije que no necesito ningún psicólogo, solo necesito despertar y ver que todo esto ha sido una simple pesadilla.

-Está bien, usted sabrá. Vamos a llevarnos a su hija y prepararla para el funeral. - me limité a asentir. Un montón de enfermeras entraron en ese momento y comenzaron a desconectar todas las máquinas a Diana.

-Me... me deja un momento a solas con mi hija, quiero verla por última vez, sin máquinas.

-De acuerdo, pero no tarde. - dijo el médico haciendo que todas las enfermeras salieran con él.

Me acerqué a la cama y me coloqué justo en frente de ella, estaba pálida. Fui colocándome a su lado poco a poco.

-Te toca descansar, pequeña. - le dije. Le di un beso, apoyé mi frente en la suya e intenté reprimir mis lágrimas. Me acerqué a la puerta y le eché una última mirada a Diana, finalmente salí.

-¡Liam! - dijo Christie al verme. Se acercó a mi y me abrazó, correpondí a su abrazo y comencé a llorar en su hombro. Las enfermeras entraron de nuevo en la habitación.

Tras arreglar el papeleo, todos volvimos a nuestros respectivos hogares a prepararnos mentalmente para lo que nos esperaba mañana, todos, menos uno...

AL DÍA SIGUIENTE

(Poner video en multimedia)

Estaba frente al espejo, intentando hacerme el nudo de la corbata, pero era inútil, no me salía. Christie notó mi frustración y vino a ayudarme.

-Deja, yo te ayudo - me dijo Christie. - Hecho, ya está, no era tan difícil, ¿no? - dijo intentando animar un poco el ambiente.

-Ya... -respondí triste terminando de colocarme la camisa y la chaqueta. Pude escuchar a Christie suspirar.

Cuando los dos estábamos listos, nos montamos en el coche y fuimos hacia el cementerio. Pese a que era un día lluvioso, cuando llegamos ya había un montón de gente esperando para darme el pésame, me coloqué mis gafas de sol para ocultar mi tristeza y salí del coche. Niall se acercó en seguida a mí y nos acompañó hasta donde estaba la gente, él entendía que esto era muy difícil para mí y no nos separamos en ningún momento. Cuando había saludado a prácticamente todo el mundo, nos sentamos y comenzó el funeral. Mi vista no se separaba de la caja que contenía a Diana, una completa pesadilla parecía esto, ¿cómo puede ser real? ¡Es imposible! Parece que estas cosas nunca nos van a pasar a nosotros pero la vida no es un cuento de hadas e igual que le puede tocar a otro, te puede tocar a ti. El funeral pasó sin apenas darme cuenta, la gente se fue y Niall, Theo, Christie y yo nos quedamos frente a la lápida en la cual estaba escrito:

DIANA PAYNE COX

1/2/1998 - 5/11/2014 (16 años)

"TU PADRE, NOVIO Y AMIGOS NO TE OLVIDARÁN NUNCA"

-Será mejor que nos vayamos ya... - dijo Niall.

-Sí, yo no puedo seguir aquí. -le contestó Theo secándose los ojos.

-Yo tampoco... ¿vienes? -me preguntó Christie.

-No, aún no... adelantaos vosotros... ahora voy.  -le respondí y se alejaron. Me agaché y comencé a acariciar las letras de la lápida, las lágrimas de nuevo resbalaban por mis mejillas. - Dime que puedo despertar ya...

Cegado por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora