Capítulo 18

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(Diana)

-¿Qué ocurre Diana? ¿No te gusta la comida? - dijo Niall al ver mi cara asqueada.

-No no, me gusta. Es solo... que no tengo demasiada hambre.

-Ah, pues tú no te agobies. Come lo que puedas. -Me tranquilizó Niall.

Sirvió los platos, la verdad es que tenía buena pinta y olía muy bien y mi estómago comenzó a gruñir. Decidí comer un poco para probarlo y estab mucho mejor de cómo olía. Volví a coger otro poco pero, esta vez, mi mente me paró.

-¿Qué pasa? ¿No te gusta? -me preguntó Theo con la intención de que nadie más se enterara.

-Sí, está muy bueno, pero es que no tengo mucha hambre.

-Seguro que es eso, ¿no? No te habrá vuelto a decir algo Julie, ¿no?

-No...

-¿Diana?

-Bueno, puede, pero no es por eso. Es simplemente que no tengo hambre.

-Ya... te lo vas a comer, quieras o no. - dijo exigiéndomelo. 

No volvimos a hablar nada del tema y Niall sacó el postre.

-No has comido casi nada, Diana. ¿Estás bien? - me preguntó Niall preocupado.

-Sí emm... digo no, no me encuentro muy bien. Quizás sería mejor que me fuera a casa - dije excusándome. No me sentía muy cómoda y no precisamente por la compañía, ya que los tíos de Theo eran súper amables.

-Espera que te llevo - me dijo Niall. - Voy a por el abrigo.

-De acuerdo - dije

-Diana, no seas tonta, ¿te vas a dejar manipular por esa?- Me dijo Theo.

-No es por ella, Theo, no me encuentro bien.

-Ya...

-Estoy -dijo Niall bajándo de su habitación

-Voy, adiós Theo - me despedí con un pequeño beso.

-Adiós Diana - me dijo de la misma forma.

Niall y yo nos montamos en el coche y me llevó a mi casa. En el camino apenas hablamos, es cierto que conozco a Niall desde que soy una niña pero nunca he tenido mucha confianza con él. Tenía más confianza con la madre de Theo hasta que se separaron y ella se fue.

-¿Seguro que estás mala? -dijo de repente.

-¿Qué? - pregunté extrañada.

-No tienes mala cara -continuó.

-Ah, sí... no sé, pero no me encuentro bien. Tengo el estómago revuelto.

-Espero que esas sean de verdad las razones - me dijo Niall -Hemos llegado.

-Gracias por traerme y por invitarme a cenar.

-No las des, Diana, descansa

-Igualmente -salí del coche y me metí en casa. -Hola -dije al entrar, pero no había nadie. Subí a mi habitación para cambiarme y ponerme el pijama, al desnudarme vi mi cuerpo reflejado en el espejo. Me acerqué a él para observarlo más de cerca... empiezo a pensar que Julie tiene razón, mis piernas no son nada bonitas, y la cintura es demasiado ancha...

-No te mires tanto, eres preciosa. - me dijo mi padre apareciendo por la puerta de mi cuarto.

-Uy, papá, no te he oído llegar.

-¿Cómo que estás tan pronto en casa? Pensé que igual ni siquiera vendrías a dormir.

-Es que estaba cansada y decidí venirme, Niall me trajo.

-Ah, bueno. Pues entonces te dejo descansar. - dijo dándose la vuelta para salir de la habitación.

-Papá, espera.

-Dime

-Tú... ¿tú crees que estoy...gorda?

-¿¡Qué?! ¿Qué tontería es esa? ¿Te lo ha dicho Theo? Porque mira que hablo con él ahora mismo...

-No, no me lo ha dicho él... es solo que... no sé, es lo que veo últimamente cuando me miro al espejo.

-Diana - dijo tomándome de los hombros y dándome la vuelta para quedar de nuevo frente al espejo. -¿Qué ves?

-Pf... no lo sé... 

-Pues mira, yo veo a mi hija Diana. Una chica perfecta, a lo mejor no tienes unas medidas de top model pero para mí y para Theo eres perfecta. No quiero que pienses esas cosas de ti, eres perfecta tal y como eres y a quien no le guste, que no mire. 

-Gracias... - dije colocando mi mano sobre la suya que aún se apoyaba en mi hombro. Él me dio un beso en la mejilla.

-Descansa. -Salió de la habitación.

AL DÍA SIGUIENTE

Por fin habían acabado las clases por hoy, casi había llegado a casa cuando vi que mi padre también venía.

-¡Papá! - dije llamando su atención.

-Hola pequeña... - dijo cabizbajo.

-¿Qué te pasa?

-Ahora os explico a Julie y a ti. -Los dos entramos en casa.

-Hola, Liam- dijo Julie saludando a mi padre y haciendo como que yo no estaba.

-Hola, Julie, tengo que contaros algo. -dijo mi padre de nuevo. Las dos nos fuimos a sentar al salón y mi padre comenzó a hablar. -Tengo que irme a Escocia.

-¿¡QUÉ?! - Dije yo.

-Es un viaje de negocios, solo será un mes...

-No, papá, no te vayas - dije abrazándole. No me podía imaginar pasar un mes entero sola con Julie.

Cegado por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora