Capítulo 26

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(Liam)

Cuando llegamos a la casa, salí corriendo del coche y me encontré con la puerta abierta.

-Estó no es bueno - dije para mío mismo en voz alta. Empujé la puerta un poco y me introduje en la casa. -¿Hola? - dije al entrar - ¿Julie? ¿Diana? ¿Hay alguien? -Sin embargo, no recibía ninguna respuesta.

-¿Está aquí? -preguntó Niall

-No parece haber nadie... -le respondí. Fui buscando habitación por habitación pero allí no encontraba a nadie... -Joder... no está aquí -Dije frustrado.

-Tranquilo Liam, la encontraremos. No se puede haber ido muy lejos - me intentó tranquilizar Niall

-¿Y si llamas a Christie? A lo mejor volvió después al insituto - propuso Theo.

-¡Sí, buena idea! Pero no tengo su número... ¿cómo la llamaré?

-¿No me dijiste que estuviste hablando con ella? Tendrás su número guardado en el registro de llamadas. - dijo Niall

-¡Tienes razón Niall! ¡Eres un genio! -Saqué mi móvil del bolsillo y busqué en el registro de llamada y cuando encontré el número, lo marqué.

-¿Sí? - respondió Christie.

-Em... ¿Christie? Soy Liam, el padre de Diana.

-Oh, sí, Liam... cómo olvidarte jaja dime.

-Necesito que me respondas a una cosa y que me digas la verdad.

-Claro, dime

-¿Cuándo fue la última vez que viste a mi hija?

-Pues... no sé exactamente qué hora era pero fue cuando...

-Cuando salió corriendo, ¿no? ¿Y no la has vuelto a ver?

-No, no ha vuelto al instituto y yo llevo todo el día aquí. ¿Por qué lo preguntas?

-Mmmm... por nada, no te preocupes. -le respondí - No sabe nada - le dije esto último a Niall

-No, Liam. Si pasa algo, quiero ayudar-Me dijo Christie a través del auricular.

-Tenemos que salir a buscarla, Liam. -me dijo Niall

-¿Y si le ha pasado algo? - preguntó esta vez Theo.

-Christie, coge tu coche y ven a mi casa lo antes que puedas, necesito tu ayuda. - A pesar de haberlo meditado y de no conocerla mucho, no me importó involucrar a Christie en mi vida privada, es la vida de mi hija la que está en juego y no me importa involucrar al mismísimo diablo  con tal de tenerla sana y salva de nuevo conmigo.

-Dime la dirección de tu casa y estaré allí en dos minutos.

-Wrotham Street número 10, aquí te estaré esperando.

-Ahora mismo voy. -colgamos.

-Viene de camino - les anuncié a Niall y Theo.

-Todo esto es culpa mía... no tenía que haberla dejado ir... - se lamentó Theo

-Eh... no digas eso - le dije pasando mi mano por su nuca despacio. -Si esto es culpa de alguien, es mía. Nunca debí haberme ido y dejarla sola con Julie, sabía lo que todo esto conllevaba y aún así lo hice...

-Vamos Liam, esto no es culpa de nadie, no te quedaba otra opción... -me dijo Niall. Yo tan solo me limité a suspirar. El pitido de un coche llamó mi atención, ahí estaba Christie, en su gran coche rojo.

-Niall, vosotros buscaréis por el centro de la ciudad y nosotros por las afueras, en dos horas quedamos aquí y si la encontrais, no dudéis en llamar.

-No lo haremos, suerte Liam. -Dijo Niall dándome un rápido abrazo.

Yo fui hacia el coche de Christie y me subí al asiento del copiloto.

-¿Cómo has llegado tan rápido? -le pregunté.

-Digamos que ha sido una suerte no encontrarme a la policía. -comentó arrancando el coche. -¿A dónde vamos? Explícame qué ha pasado.

-Tú solo conduce por las afueras y estáte pendiente por si ves a Diana.

-¿Diana?

-Ha desaparecido...

-¿No volvió a casa?

-Sí... es una larga historia...

-Tiene pinta de que va a ser una noche muy larga, creo que tenemos tiempo - dijo ella. Comencé a contarle todo desde que conocí a Irene y Julie en el instituto hasta el día de hoy. Era extraño, quizás al no conocerla demasiado sentía más libertad para contarle algo como eso, es extraño pero no me costaba soltarme y ser yo mismo con ella, además parecía comprenderme muy bien. -Wow... ahora entiendo por qué Diana estaba así.

-¿Tan mal estaba? Me siento tan mal padre haciendo esta pregunta...

-No, no eres un mal padre, no has parado de preocuparte por tu hija en ningún momento, ni siquiera cuando estabas con Julie y podías disfrutar del "amor" -dijo haciendo las comillas - de tu pareja. Y sí, yo la vi muy mal.. ya te dije que conozco esa sensación... yo también la viví...

-Sí... algo me comentaste cuando me llamaste... ¿qué te pasó? Si es que puedo saberlo...

-Problemas con mis padres, me hacía sentirme inferior, vulnerable... Diana tiene suerte de poder contar siempre con un padre que se preocupa por ella, que está siempre que la necesita, que no tiene nigún problema en cargarse su futuro en su profesión por ella, mi padre nunca lo huibiera hecho...

-No creo, un padre siempre lucha al máximo por sus hijos.

-Entonces yo no tuve nunca un padre, lo mío simplemente puedes llamarlo monstruo... - noté como sus ojos se cristalizaban al contarme la dura historia de su infancia, tomé su mano y me acerqué a ella para limpiar una lágrima que manchaba su perfecta mejilla. Sus ojos conectaron con los míos y bajaron a mis labios, pude notar como nuestros pulsos se aceleraban cada vez más...

Cegado por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora