Capítulo 17

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La semana siguiente, Voldemort volvió. Quedó satisfecho con el reclutamiento realizado durante la fiesta del Equinoccio y no los pilló jugando con los muñecos de Nellie (y no porque no lo hicieran...). Así que Bellatrix se sintió aliviada. Sin embargo, no supo si ese fue el detonante o no, pero las pesadillas que en días previos habían remitido, volvieron. Cada noche la muggle le cantaba para que se durmiera, era lo único que funcionaba. La duelista adoraba las extrañas composiciones de Nellie sobre descuartizar gente o sobre sus planes para vivir junto al mar. En aquellas letras extrañas halló una paz que nunca antes había acariciado. A veces incluso fingió los terrores nocturnos para que le cantara. Nellie se daba cuenta de que trataba de engañarla, pero aún así la abrazaba y lo hacía.

Lo malo fue que con la vuelta del Señor Oscuro no quisieron arriesgarse y la muggle dejó de salir de su habitación. Solo bajaba con Bellatrix si Él se marchaba. El mago había preguntado por su trabajo en las misiones y obviamente la morena le había narrado su importante papel. De momento no parecía desear matarla, pero podía cambiar de opinión como Narcissa de vestido. A pesar de que su amado Maestro pudiera asesinar a su novia, la devoción de la bruja no disminuía. De ser cualquier otro muggle ella misma lo habría torturado. Su amor por Nellie era algo profundamente contradictorio. La amaba con locura, pero también a Voldemort. Nellie lo sabía, su novia no le mentía. En cierta manera, lo entendía. Ella con Sweeney también estuvo completamente ciega y sabía que era casi imposible salir de ahí. Bellatrix la quería y la cuidaba y de momento eso valía. Además le demostró que confiaba en ella: cuando se lo pidió, poco a poco y con dificultad, la bruja le fue contando los tormentos y trastornos que la habían convertido en lo que era. Por muy duras que fuesen esas historias, la muggle la abrazaba y lograba hacerla sentirse un poco mejor, un poco menos rota.

También seguían entrenando y la mortífaga la instruía sobre cultura mágica, tácticas de guerra y temas similares. Si bien Nellie ya poseía prácticamente toda la información que podía serle útil a una muggle, le encantaba aprender. Apenas había podido hacerlo en su juventud y agradecía hacerlo ahora, aunque fuese sobre un mundo al que no pertenecía. Así que la bruja la complacía y buscaba nuevos temas y cuestiones cada vez más complejas para poder enseñarle. En eso estaban esa mañana cuando Rodolphus llamó a la puerta. La bruja le abrió.

-Rod, ya te has comido todo el bizcocho, no queda nada, en serio.

El mago sonrió con nerviosismo. Al instante su mujer supo que no acudía para mendigar comida. Le preguntó qué pasaba y él le contó que habían llegado rumores preocupantes a oídos del Señor Oscuro. Ambas mujeres se tensaron, pero resultó que no tenía nada que ver con su relación.

-Según sus agentes dentro del Ministerio hay rumores de que existe una zona en el muggle Londres conocida como "el zoco"... -miró a Nellie como esperando una confirmación.

La muggle asintió.

-Sí, está en la zona baja del Soho, siempre ha sido una zona chunga. Prostitución, peleas callejeras, trapicheos con droga... Esas cosas -comentó la muggle.

-Encaja con lo que sabemos -comentó el mago-. Los informantes dicen que el maldito traidor de Mundungus Fletcher y algún otro de los miembros más díscolos de la Orden se han dado cuenta de que sus afiliados son muchos menos que los nuestros. Están intentando reclutar muggles para proteger las zonas del Londres muggle que solemos atacar. Al parecer lo están haciendo en esa zona porque los individuos que la frecuentan son bastante peligrosos pese a carecer de magia y tienen poco que perder. No sé cómo mantendrán el Estatuto del Secreto, supongo que usaran imperio, los desmemorizarán o lo que sea... De Mundungus te puedes esperar cualquier cosa.

-¿¡Pero están locos o son idiotas!? -preguntó la mortífaga con incredulidad- ¿Qué necesidad hay de involucrar a los muggles en esto? ¡Y quiénes son ellos para poner en peligro el Secreto!

Juntas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora