Capítulo 21

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Bellatrix corría eufórica por la Mansión Malfoy. No solo la inminente batalla la excitaba profundamente, también la idea de que eso la acercaba a recuperar a su muggle. Llamó a Ruffy y le ordenó que en cuanto se marcharan, trasladara las maletas de su cuarto a sus habitaciones de la Mansión Lestrange. Recibió su aquiescencia al instante. El elfo se había asegurado los días previos de preparar la morada de sus legítimos amos para su regreso. Ruffy trabajaba para los Lestrange, no para los Malfoy; estaba ahí como sustituto de Dobby por petición de sus amos, pero también deseaba volver a su hogar inicial.

La bruja se miró al espejo para asegurarse de estar espectacular cuando derrotaran a la patética Orden y bajó al recibidor. Varios de sus compañeros ya estaban reunidos en pequeños grupos que cuchicheaban nerviosos entre sí. Aunque intentaban fingir calma y seguridad, a Bellatrix no se le escapó que la mayoría parecían dudosos e incluso asustados. "Patéticos cobardes..." pensó la morena. Saludó con un gesto de cabeza a su hermana e insultó a Rookwood y Jugson que la miraban con desdén. En cuanto su Señor dio la orden, casi corrió para salir de la mansión y poder aparecerse.

"¡Belle! Dame un segundo" la frenó su marido. Ella frunció el ceño y le miró impaciente. Rodolphus la apartó un poco de la verja para poder hablar en privado. La cogió de las manos y la miró a los ojos.

-Pase lo que pase, Belle, quiero que recuerdes que te quiero y siempre estaré contigo.

-¿A qué viene esto, Rod? -preguntó ella con desconfianza.

-A que al fin y al cabo es una guerra, mi amor, no sabemos lo que va a pasar y...

-¡Por supuesto que sí! Nuestro Maestro va a matar al chico, ganaremos y...

-Ya, ya. Yo también deseo que eso suceda pero vamos a ser realistas por un minuto: Potter ha derrotado al Señor Oscuro más veces que tú a Lucius. Y aunque yo también creo que vamos a vencer, necesito que sepas que...

-Lo sé -le cortó ella-, yo también te quiero, Rod, pase lo que pase. Lucharemos juntos hasta el final y si morimos, habrá sido por la causa más noble.

El mago sonrió y le acarició la mejilla. Bellatrix le besó. Seguidamente, lo agarró del brazo y los apareció a ambos en el Bosque Prohibido donde Voldemort y el resto de los mortífagos ya aguardaban. Rabastan los puso al día: los aurores, profesores y alumnos habían blindado Hogwarts con varios hechizos y se resistían a entregar a Potter. El Mago Oscuro les había informado de que si el Elegido acudía al bosque en el plazo de una hora, no habría guerra. Quedaban pocos minutos para que el tiempo se agotase.

-Creí que vendría... -se lamentó Voldemort.

Bellatrix se acercó dispuesta a consolarlo, pero justo entonces en la lejanía se adivinó una figura aproximándose. "Mi Señor... ¡El chico!" exclamó al distinguir a Potter. El Mago Tenebroso sonrió por fin. Invitó al gryffindor a acercarse para morir y, con cierto titubeo pero con la determinación clara en sus ojos, obedeció. Voldemort alzó su varita con una sonrisa cruel. Un avada kedavra después, ambos estaban en el suelo. El tiempo pareció detenerse. Solo la mortífaga corrió asustada hacia su señor e intentó ayudarlo a incorporarse. Él la apartó de un empujón. Bellatrix sintió un profundo dolor por el desprecio. Al instante Rodolphus la levantó y la abrazó por la espalda con cariño mientras Voldemort preguntaba si Potter estaba muerto. Narcissa se acercó a comprobarlo. Vieron cómo se inclinaba sobre él y comprobaba el pulso. A los pocos segundos sentenció con voz firme:

-Está muerto.

Todos profirieron gritos exultantes y crueles insultos hacia sus enemigos. Ahora que los oponentes habían perdido a su líder, los mortífagos se sintieron más valientes. Obligaron al gigante que mantenían apresado a cargar con el cuerpo del chico y encabezados por su Señor echaron a andar hacia el castillo. Todos salvo Rodolphus. Su mujer se había quedado inmóvil entre sus brazos y no había chillado ni gritado para celebrar la muerte de Harry. El mortífago lo atribuyó al desaire que había recibido de su Maestro, odiaba el enorme poder psicológico que poseía sobre Bellatrix. La besó en la mejilla con cariño e intentó hacerla reaccionar:

Juntas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora