Capítulo 20

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Nellie corrió hacia Tonks metamorfoseada en Bellatrix y empezó a llorar conmocionada. La sonrisa de la auror aumentó al comprobar que ella tenía razón: era una espía. Su marido y los chicos contemplaban la escena desconcertados y furiosos porque su invitada les hubiese engañado. En el momento en que la castaña eliminó la distancia que la separaba de la supuesta mortífaga, se arrojó a sus pies y lloró con más energía. Entre hipidos, empezó a sollozar:

-¡Por favor, por favor, Madame Lestrange, no me haga más daño! ¡Yo no huí, lo juro! ¡No más crucios, por favor, no aguantaré más! Máteme si quiere, sé que solo soy una alimaña, pero...

Nadie esperaba ese giro. Al instante la confianza de Tonks se tambaleó, la mutación se revirtió y volvió a su ser. Nellie gritó asustada como sin entender qué pasaba y se arrastró hacia una esquina mirándolos de uno a otro. La auror liberó a sus compañeros y Hermione intentó acercase a la muggle para calmarla, pero ella se alejó más.

-Lo siento mucho, Eleanor, teníamos que estar seguros de que podíamos confiar en ti y... -empezó Lupin.

"Sois peor que ellos..." susurró la muggle simulando horror. Antes de que pudieran detenerla, echó a correr escaleras arriba. Hubiese preferido huir a la calle, pero bloqueaban la puerta con varios encantamientos y no podía escapar. Además seguía sin saber cómo encontrar a Bellatrix. Así que se encerró en la habitación que compartía con Hermione y colocó una silla bloqueando el picaporte para que no pudieran entrar. Sabía que un alohomora abría cerraduras, pero no existía ningún hechizo para mover un objeto dentro de una habitación cerrada; si es que al final los métodos muggles seguían siendo lo mejor...

Se tumbó en la cama mientras ignoraba los intentos de disculpas del resto de habitantes de la casa. Tantos años engañando a clientes, inspectores, cobradores e incluso al propio Sweeney la habían convertido en una gran actriz. Bellatrix estaría tan orgullosa de ella... Cerró los ojos intentando calmarse tras el vaivén de emociones. Varios recuerdos vividos con la mortífaga meses atrás acudieron a su mente.

Era tarde. Nellie estaba sentada en un sofá junto a la ventana absorta en un libro de transformaciones. Bellatrix entró en su habitación, parecía triste, como si hubiese llorado. Le contaba que al día siguiente llevarían a cabo la misión de secuestrar al ministro muggle y tendría que participar. A ella le pareció emocionante, así pasaban más tiempo juntas. La bruja le dio las buenas noches e intentó escabullirse.

-Buenas noches, cielo -respondió la castaña-. Solo una cosa, ¿podrías explicarme qué es esto de un animal-mago? No lo entiendo...

Tras dudar durante unos segundos, la slytherin se sentó a su lado y empezó a describirle lo que era un animago. Luego le explicó la diferencia con los hombres-lobo y los metamorfomagos. Nellie le preguntó si conocía a alguno. Bellatrix le habló con enorme desprecio de Sirius, Lupin y Tonks.

-Entonces, ¿tu sobrina puede transformarse en cualquier persona?

-No es familia mía. Pero sí, sí puede.

-¿Y no hay forma de saber que es una impostora? ¿Cómo podría saberlo si se hace pasar por cualquiera? ¿Y si se hiciera pasar por ti?

-En primer lugar porque solo cambia su aspecto, su voz no varía. Y en caso de que se hiciera pasar por mí y no hablara lo descubrirías porque...

Su hilo de pensamiento quedó cortado al oír un "crack" en la habitación. Se tranquilizó mínimamente al ver que era Kreacher. El elfo le dejó la cena y la informó de que los señores de la casa habían decidido darle su espacio pero querían que le comunicara que lo sentían mucho. Nellie asintió con cierto nerviosismo. Le pareció que la criatura se quedaba mirando su anillo y escondió la mano nerviosa. Al instante desapareció con un chasquido de dedos.

Juntas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora