Capítulo 39

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-Estoy nerviosa, Rod -confesó Bellatrix.

Varios meses después de que la Ministra de Magia de Reino Unido anunciara que revelarían el secreto a los muggles, por fin había llegado el día de la votación. Una cumbre internacional iba a celebrarse esa mañana en Londres para que los países votaran si estaban de acuerdo. Obviamente no era una decisión unilateral: si un país revelaba la magia, la noticia se extendería por el mundo.

La mortífaga supo desde el principio que tendría que ganarse al resto de ministros internacionales para lograrlo. Y creyó que así sería. Supondría la prueba irrefutable de su poder: convencer al mundo entero de tomar una decisión trascendental cuándo y cómo a ella le apeteciera. Si sacaba adelante esa propuesta, la propondrían como presidenta del Consejo Mundial de Magia y no existía puesto más importante. De verdad se vio capaz de conseguirlo. Hasta que llegó el día y se dio cuenta de que igual se había excedido en sus ambiciones.

-No te preocupes, preciosa, llevamos desde el principio trabajando en esto, todo el Ministerio ha colaborado. Muchos países están de tu parte y te han dado su representación, ya verás como sale de maravilla.

Rodolphus sentía menos seguridad de la que demostraba, pero tenía esperanza y fe en Bellatrix. Además era verdad: como todos los mandatarios no podían asistir, se reunirían treinta de todas las partes del mundo. El resto habían delegado sus votos en representantes de otros países y, tras meses de reuniones y negociaciones, la mortífaga contaba casi con la mitad. Pero algo tan grave tenía que ser aprobado por unanimidad, por tanto no lo tenían en absoluto ganado.

Cada ministro debía acudir al encuentro con su viceministro y un consejero de confianza. El viceministro de la slytherin seguía siendo Adrien y se sentía muy segura con él. Como consejero primero pensó en Nellie, pero no se atrevió, no quiso arriesgarse a que descubrieran que era muggle. Además prefería que no la conocieran: algunos de los mandatarios no tenían simpatía a la bruja y podían descubrir cuál era su única debilidad. Así que se lo pidió a su exmarido que por supuesto aceptó.

-¿Vamos ya? -preguntó él sonriendo.

-Dame un minuto- murmuró ella que de repente tenía ganas de llorar de la ansiedad.

-Por supuesto -contestó Rodolphus abrazándola.

Ella apoyó la cabeza en su hombro y estuvieron así un par de minutos. Entre sus brazos seguía siendo uno de los lugares donde más segura se sentía. Finalmente asumió que había sido la causante de todo aquello y asumiría las consecuencias: jamás sería una cobarde. Conseguiría convencerlos a todos, estaba segura. Casi segura. Cogió su bolso con cuidado, agarró a su exmarido de la mano y se aparecieron juntos.

El Palacio de Congresos Mágicos no solía usarse para encuentros políticos, pero lo habían elegido porque resultaba más neutral que el Ministerio. No querían transmitir la idea de que necesitaban jugar en casa. La seguridad era sobresaliente: todo tipo de hechizos protegían el lugar además de agentes de seguridad de varios países. A la entrada ya les esperaba Adrien que los saludó y aseguró con prudencia que el encuentro iría bien. Bellatrix asintió, adoptó su habitual expresión de suficiencia y asió su varita para tranquilizarse.

La sala principal era un espacio muy amplio, con el suelo enmoquetado en azul oscuro y un encantamiento para proporcionar luz natural sin necesidad de ningún aparato. La habitación contaba con varios conjuros que impedían usar magia oscura, maldiciones imperdonables y cualquier hechizo que pudiera resultar letal. Aunque se trataba de una reunión oficial entre ministros de alta clase y educación, el protocolo internacional dictaba que debía ser así. Mejor prevenir. El único mobiliario que habían dispuesto para la ocasión era una enorme mesa de madera en forma circular. En torno a ella se disponían treinta sillas y en cada sitio un letrero identificaba el nombre y país del ministro. Detrás, otra fila de asientos para los acompañantes de cada mandatario.

Juntas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora