35. Centro comercial

4K 352 219
                                    


Apenas llegué a casa me cambié por ropa más cómodas y dejé mis cosas en mi habitación. Me acosté en mi cama e intenté calmarme, pero no podía pensar en otra cosa que no fuera lo que había ocurrido. Con solo imaginar que mi madre pudo haberle puesto algo a la comida hace que me den nauseas. Quiero creer que no es así pero todo apuntaba a que si lo hizo.

Le dije que si no aprobaba no iría al campamento, así que quería evitar que aprobara. Se levantó temprano, apenas me vio esta mañana escondió algo pequeño en su bolsillo y me insistió en que comiera el desayuno, no dejó de mirarme mientras lo hacia y la notaba nerviosa. Una hora después comenzaron los efectos...mi corazón se aceleró pero ignore los síntomas hasta que colapse al terminar él examen.

La incertidumbre me estaba matando y necesitaba saber que mi madre no lo había hecho. Quiero confiar en ella pero cada vez es más difícil hacerlo.

No pude más y me levanté. Fui al baño que usaban mis padres, este se encontraba en su habitación. No hay nadie en casa así que puedo buscar sin preocupaciones. Busqué en todos los cajones y gabinetes pero no encontré ninguna clase de medicamento parecido a los que me dijo Recovery Girl. Pero ya me imaginaba que mi madre los escondería en otro lugar.

Revisé en su habitación, busqué en la mesita de noche de mamá incluso revisé la de mi padre pero no había nada. Esta vez fuí a su armario y busqué en los cajones, entre la ropa y en los bolsillos de los abrigos pero no encontré absolutamente nada.

Me relajé y por un momento me alegré de no encontrar nada. Entonces solo fueron imaginaciones mías. Pero mi alivio desapareció en cuanto vi la bata que tenia puesta mi madre en la mañana. La mire unos segundos y el miedo volvió a mi. Me acerqué lentamente y comencé a inspeccionarla. No encontré nada en un bolsillo pero en cuanto revisé el otro, si había algo.

Saque una caja de pastillas y un recibo que estaba pegado a la caja. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y volví a tragar saliva antes de leer las etiquetas.

Eran pastillas con alta cantidad de cafeína. Mi mano comenzó a temblar y con esperanzas de que solo fuera una casualidad abrí la caja. Pero solo quedaban un par de pastillas. Mire el recibo y las pastillas fueron compradas ayer por la tarde.

No me digas que... planeó esto justo después de que hablé con ella. Además, puso casi una caja entera en el desayuno.

Mi mano tembló con más intensidad y la caja cayó al suelo. Sentí unas nauseas y llevé mis manos a mi boca tratando de aguantar las ganas de volver a vomitar. Sin embargo, el asco me superó y tuve que ir al baño.

Mi garganta y mi cabeza comenzaron a doler. No podía creerlo. No quería creerlo. Pero ya no podía negarlo. No podía asimilar la situación, a pesar de que ya era obvio lo que había pasado. Nunca me imaginé que mi madre llegaría a este punto.

Me levanté a duras penas y lavé mi boca para quitarme el mal sabor.

Regresé a la habitación de mis padres y observé la caja en el suelo. Me agaché y la recogí. Volví a mi habitación y dejé la caja en mi mesita de noche y volví a recostarme.

Todo el tema me agotó pero me era imposible dormir. No me sentía para nada tranquila. Al escuchar el sonido de mi celular hizo que girara mi cabeza. Pero no me molesté en revisarlo. Le quité el sonido y volví a mirar el techo.

No se cuanto tiempo estuve así pero, cuando miré por la ventana, ya estaba atardeciendo y mi habitación estaba oscura. Escuché la puerta de la casa cerrarse así que me levanté. Saqué nuevamente la caja de pastillas y fui a ver si era mi madre la que había llegado.

Tengo que enfrentarla.

Mi madre estaba en la cocina, habían unas bolsas encima de la mesa de la cocina. Al parecer pasó a comprar.

El poder de la luz [Boku no hero academia OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora