HERIDAS

21

Las clases comenzaron en el otoño y, aunque estaba retrasado en comenzar la universidad, Tae descubrió que disfrutaba de sus estudios. Luchó un poco con la redacción de ensayos, pero afortunadamente para él, su novio era un maestro que estaba más que dispuesto a ayudar cuando era necesario.

A medida que el clima se enfriaba, él y Jimin comenzaron a caminar, y luego eventualmente caminatas cortas. Taehyung fue construyendo gradualmente su fuerza y pronto podría hacer footing e incluso correr un poco. Estaba orgulloso del progreso que estaba haciendo. Incluso había aprendido a conducir de nuevo.

No recibieron noticias de Bentley después de que Taehyung bloqueó su número y cortó todo contacto, lo que fue un alivio. Sin embargo, siguió esperando que cayera el otro zapato. Le preocupaba que Bentley hiciera algo precipitado y eso lo aterrorizaba. Bentley nunca recibió bien el rechazo.

Un sábado por la tarde, llamaron a la puerta y Taehyung respondió, sorprendido de ver a una mujer que se parecía tanto a su amante que tenía que creer que era su madre. Su cabello oscuro estaba trenzado simplemente, y ella estaba vestida con una falda lisa y una camisa de cuello blanco con un chal. Tenía los ojos de Jimin, pero los de ella no estaban llenos de calidez. En cambio, eran fríos y aburridos. Ella arrugó su nariz hacia él.

—¿Está Jimin en casa?

¿Qué podría querer ella con Jimin después de todos estos años?

Taehyung salió al porche.

—No estoy seguro si es una buena idea, señora.

—¿Y tú quién eres? —Ella bufó, levantando su ceja hacia él.

—Taehyung, señora. Su compañero.

Con una mano en su pecho, ella jadeó.

—¿Ustedes viven juntos?

—Sí, señora.

Con los ojos llenos de tristeza, ella negó con la cabeza.

—Me dije a mí misma que ignoraría esto. Simplemente vine a entregar un mensaje y le preguntaría a Jimin si vendrá. —Ella agarró una cruz alrededor de su cuello. —Greg, mi esposo, está muriendo de insuficiencia hepática. Le ha pedido a Jimin que vaya a verlo.

—¿Ni siquiera lo llamará hijo y espera que vaya? —Dijo Taehyung con incredulidad.

—Ningún hijo mío llevaría este estilo de vida—. Ella lo saludó con evidente disgusto. —Sin embargo, Greg insiste en eso. Él espera que Jimin vea la luz. Él está muriendo y desea salvarlo antes que él se vaya, así que por favor dile que vaya.

—No haré tal cosa—. Taehyung cerró la puerta. —Ambos pueden irse al infierno. Así que vaya y dígaselo a Greg y dígale que, a pesar de todo el daño que hicieron ustedes dos, a pesar de tirarlo y repudiarlo, a pesar de todo, Jimin encontró una mejor familia y una vida mejor. Él es un hombre increíble. Uno del que debería estar malditamente orgullosa. Y él no necesita preocuparse. De hecho, él no necesita nada que tenga que ofrecer. Voy a pedirle que no venga ahora y que no vuelva a oscurecer nuestra puerta. Si hay algo que no soporto, son personas ignorantes como usted que ni siquiera pueden ver que Dios nunca será tan cruel y que harían lo que usted hizo.

—¿Cómo te atreves? —Se encogió. —¡No tienes derecho!

—Tengo todo el derecho. Soy el compañero de Jimin, lo amo. Lo acepto por lo que es y estoy aquí para él. —Taehyung respiró tranquilizadoramente. —Lo estoy protegiendo ahora. No puede lastimarlo de nuevo. No mientras estoy cerca.

Apretó los puños y giró sobre sus talones.

—Vuelvo después.

—Llamaré a la policía, —replicó.