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Dos meses después

Taehyung estaba sorprendentemente tranquilo mientras se encontraba con el presidente. Se puso de pie con orgullo en el podio, en su vestido de combate. Podía ver a Jimin, Beth y Jessie en la segunda fila. Jimin estaba vestido con un traje de Armani con una corbata que combinaba con el color de la chaqueta de Taehyung. Él era increíblemente maravilloso, pensó Taehyung.

Sus hombres también estaban allí, incluida la familia de Joel.

Excepto por Bentley, por supuesto, ya que actualmente estaba en la cárcel. Un grupo de reporteros, algunos congresistas y otro personal del Ejército también se sentaron. Parecía mucho alboroto para él. Al mismo tiempo, estaba increíblemente orgulloso. Había servido a su país con honor, dando por encima y más allá, como decía el presidente, y había conseguido que sus hombres volvieran a casa. Perder la pierna había sido un gran sacrificio, pero lo volvería a hacer para encontrarse aquí, a punto de proponerle matrimonio a Jimin. La caja del anillo estaba en su bolsillo y eso lo puso nervioso.

Jimin le sonrió. Esa sonrisa que era solo para él. Se encontró con la mirada de Jimin y la tensión en él disminuyó. Jimin sería su prometido antes de que la noche terminara. No tenía dudas de que su amante diría que sí. Simplemente tenía que encontrar el momento correcto.

Escuchó mientras el presidente relataba la pesadilla de ese día. Joel no había perdido la vista, había sanado por completo. Y sus otros hombres no habían tenido un rasguño en ellos.

Mientras el presidente hablaba sobre su lesión y recuperación, Taehyung se dio cuenta de que había una cosa que él cambiaría si pudiera. Hubiera llamado a Jimin ese primer día en el hospital. Él habría venido a Alemania si se lo hubiera pedido. Él habría detenido la depresión antes de que hubiera ido tan mal. Taehyung contó con la suerte de que Jimin había venido al hospital incluso después de recibir esa estúpida nota suya.

El presidente, por supuesto, omitió los detalles de Bentley y el infierno que él había causado. A pesar de eso, sin embargo, y algunos otros baches, habían pasado ocho meses buenos. La mejor época de su vida realmente. Estaba obteniendo un título con sus beneficios de GI*, había creado un hogar con Jimin, había ganado una familia y se había enamorado de un tímido profesor de inglés con el que pensaba pasar el resto de su vida. (*GI es un término que describe a los miembros de las fuerzas armadas de Estados Unido)

La ceremonia continuó y en poco tiempo la Medalla de Honor se colocó alrededor de su cuello. La estrella de oro de cinco puntas estaba rodeada por una corona de laurel, suspendida de una barra de oro con 'Valor' inscrito y coronado por un águila. La cabeza de Minerva estaba en el centro de la estrella rodeada por las palabras, Estados Unidos de América.

—Gracias, señor presidente—. Taehyung saludó.

—Su país y yo le agradecemos su servicio y heroísmo, Sargento Kim.

* * * *

Después de la ceremonia, Taehyung fue entrevistado. Jimin se hizo a un lado, viendo como Taehyung se movía nerviosamente y se mordía el labio mientras respondía preguntas. Fue honrado, pero no le gustaba toda la atención en él. Sin embargo, Jimin podía ver que los periodistas lo amaban, y su modo al decir que solo quería mantener a todos sus hombres a salvo y llevarlos a casa, sin importar el costo. Era genuino y Jimin no podía estar más orgulloso de ser su compañero. Luego hubo un banquete de celebración. Antes de tomar sus asientos, Beth y Jessie insistieron en las fotos de él y Taehyung juntos. Él y Taehyung las complacieron, abrazados unos a otros, posaron para la cámara.

—Estoy tan orgulloso de ti, Tae —dijo Jimin, apretando brevemente su mano. Audazmente se inclinó y besó su mejilla. —Tan orgulloso.

—Gracias. —Taehyung sonrió. —Jimin, hay algo que quiero preguntarte.

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