Nosferatu

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Espero que les guste

Tras pasar la noche en la enfermería, Izuku regresó a los dormitorios. El peliverde se sentía increíblemente débil; cosa normal tras haber sellado su poder. El ritual que Alucard usó en Izuku era aquel que usaron en el anciano vampiro para limitar sus poderes pero con una variación.

—La orden de activación del sello está vinculada a ti —explicó Alucard, tras realizar el ritual—, puedes activar a tu voluntad el nivel 0, pero recuerda las palabras que debes usar para activar cada nivel. Son estas: "Liberando niveles 3, 2 y 1 del sistema de restricción de control. Reconociendo aprobación de situación A acorde a la invocación Cromwell. Comenzando levantamiento limitado de las restricciones en el uso de habilidades hasta que el enemigo haya sido silenciado completamente". Solo modifícalas acorde a la situación, para el nivel 0, por su parte, es un cántico y una frase de activación y son: "Cuando me necesitan, rompen las cadenas. Voy voluntariamente al combate en el frente. Liberar nivel de restricción 0"

—Eso se oye genial —había dicho Izuku, muy emocionado, cansado, pálido y sudoroso en suelo—, aunque lo de las cadenas más suena a rima que cántico.

—Sí, ¿verdad? —Alucard rió suavemente—. Pero recuerda —Alucard se puso serio—, el nivel 0 es un arma de doble filo. Libera todas tus almas sin que te canse, pero te deja solo con tu fuerza propia de vampiro y serás vulnerable, si alguien te decapita o atraviesa el corazón, en ese estado, mueres.

De nuevo en el presente, Himiko veía preocupada a Izuku; toda esa arrogancia y aire de superioridad se habían ido.

—Izu, ¿qué te pasó y por qué tienes los mismos guantes que Alucard? —preguntó la rubia, sentada en la cama y viendo como Izuku se ponía lentamente el uniforme.

—Tuve que hacer algunos sacrificios para aumentar mi poder —contestó Izuku, quedamente—, pero no te preocupes, en unos días volveré a ser el mismo vampiro guapo, fuerte, arrogante y que putea a todos del que te enamoraste —sonrió de lado y con algo de arrogancia.

—Bien, eso me tranquiliza un poco —Toga suspiró y luego miró a Izuku luchando para ponerse el pantalón —¿Quieres que te ayude? —coqueteó.

—Por favor —pidió Izuku. El pobre de veras no tenía muchas fuerzas.

La muchacha abrió la boca sorprendida, no pensaba que Izuku estuviera tan débil. Rápidamente se acercó y lo ayudó a vestirse sin coquetear ni nada por el estilo. Tras unos minutos, ambos estaban listos e Izuku pidió a Himiko que los teletransporte a la clase. No obstante, la chica aún no era muy buena usando sus poderes y terminaron en el primer piso del edificio donde estaba su clase. Tras unos intentos más, ambos finalmente aparecieron frente a la clase de primero.

—Por fin llegamos —dijo Izuku abriendo la puerta.

—Perdón —dijo Himiko, apenada.

—No te preocupes, yo también cometí esos errores —comentó mientras ambos entraban sin prestar mucha atención a sus alrededores—. Una vez terminé en el ataúd de Alucard mientras dormía. Fue muy incómodo para ambos, por suerte Seras no estaba por ahí o nos habría tomado una foto, malditas fujoshis —se quejó Midoriya.

—Hola Midoriya, ¿qué haces aquí?

—¿Eh? —ambos vampiros voltearon a ver a quién les había hablado. Se trataba de Tetsutetsu, el chico que tenía un quirk similar a Kirishima.

—Hola Tetsutetsu, pues estamos en nuestra clase, ¿tú que haces aquí? —preguntó la rubia, confundida.

—Eh... No, estoy segura de que están en nuestra clase —ahora dijo Itsuka Kendo, la presidenta de la clase B, quien acababa de entrar a la clase.

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