Prólogo

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Pov Camila

¿Me lo merecía? Probablemente si, no por mala persona, sino por haberme enamorado de ella, la gran Verónica Iglesias, fui tonta, ella nunca me hablaba, nunca me miraba, pero como estaba muy enamorada de ella, le creí cuando una mañana en la cafetería en frente de todos me pidió que fuese su novia, debí razonar, pero no, la muy tonta de Camila Cabello le creyó, quería romper con eso de que la popular no puede salir con la nerd y eso me deslumbró, porque yo, una simple nerd estaba en la cafetería bajo la atenta mirada de todos cumpliendo mi deseo, y claramente acepté.

Antes pensaba que cuando tuviese mi primer novia haría el amor con ella unos meses después de haber formalizado, pero entonces dos semanas después de ser la novia de Verónica, ella empezó a insistir en que debíamos dar el paso y durante una semana me negué a hacerlo, hasta hoy, le di mi virginidad a mi novia luego de tres semanas de relación, la peor decisión de mi vida.

Luego de terminar de lo que para mi era hacer el amor, ella fue al baño y le entro un mensaje al celular, yo dudé, pero tomé el teléfono y lo que leí me mato por dentro, todo era una maldita apuesta ¿cliché? Lo sé, pero era lo que había. Verónica tenia que acostarse conmigo para ganar la capitanía del equipo de fútbol de la escuela, cuando salio del baño y la confronté, lo único que ella dijo fue que le agradeciera porque no tomo vídeo ni foto, tomé mi ropa y con la poca dignidad que me quedaba me vestí y salí de su maldita casa.

O tal vez si me merezco esto por mala, porque cuando salí de su estúpida casa se me paso por la mente incendiarla, para que Verónica mendigara por las calles, pero borré esos pensamientos de mi cabeza y me fui a mi casa.

Cada paso que daba en la calle me recordaba lo estúpida que había sido y es que el malestar en mi vagina me hacia caminar raro, supongo que cualquiera que me viera se daría cuenta que esta noche he dejado de ser una niña.

Para suerte o maldición mi casa quedaba a pocas cuadras de la casa de la maldita idiota de Verónica. Nunca creí que pasaría de querer tanto a una persona a odiarla con el doble de intensidad en menos de un minuto, ahora lo creo, lamentablemente pagué un alto precio para entenderlo.

Llegué a mi casa, abrí la puerta y sin escuchar a mi hermana Dinah subí a mi cuarto, me acosté boca abajo y me permití llorar, no queria llorar en frente de la tonta de Verónica, no quería que viera mi vulnerabilidad, ni como su pequeño juego daño mi alma.

¿qué haces aquí? Pensé que dijiste que te quedarías toda la noche con tu amada, pero como sea, quiero los detalles jugosos dijo Dinah de forma rápida luego de entrar como torbellino a mi cuarto, como siempre — chancho ¿qué pasa? — pregunto luego de que no le conteste, Dinah podía no ser mi hermana de sangre, pero era la única que me conocía mejor que yo, ella tiene que decirme lo que yo siento para darme cuenta.

todo fue una apuesta, no me quería, le di mi mayor regalo y ella lo pisoteo dije sollozando.

maldita intento de Ronaldinho dijo Dinah y pude escuchar que estaba enojada — siempre supe que algo andaba mal con ella, claro si la víbora no tiene cerebro, maldita perra ladro con fuerza, suerte que nuestros padres ni Sofi se encontraban en la casa, por ese único motivo fue que fui donde Verónica, no mejor dicho, donde la víbora.

ILYF (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora