El conde desnudo <3
Capitulo 12 :
¿Dónde diablos estaba _____?
Harry estaba en el pasillo de los Niall e intentaba no aparentar que le encantaría matar a alguien, preferiblemente a Niall. Con toda probabilidad, ______ se sentiría cansada y se habría ido a la cama.
Escuchar a lady Caroline era agotador.
Entonces, ¿dónde diablos estaba Niall? El hombre era el anfitrión, maldita sea. No debería desaparecer en medio de la actuación de una de sus invitadas.
Harry echó un vistazo poniéndose de puntillas y caminó por el pasillo. Tan sólo pudo escapar de las garras de las damas dando a entender que tenía ciertos asuntos de naturaleza muy personales que debía atender. Si le veían merodeando por el pasillo sospecharían algo.
—Gracias, lord Niall. Reconsideraré sin duda alguna su proposición.
¡Proposición! Ésa era la voz de ______. No debería reconsiderar ninguna proposición de ningún sinvergüenza de la estampa de Niall. ¿Dónde estaba ella?
Se apresuró hacia su voz. Debía estar cerca. No estaba gritando. Había podido oírla con claridad. Demasiada claridad. Niall aún debía seguir con ella. Estaría encantado de explicarle, con los puños si fuera necesario, que ______ no estaba disponible para coquetear.
Dobló la esquina. Allí estaba, de pie y muy pegada a Niall. El sinvergüenza la tenía cogida de la mano.
—_____.
Le dio un sobresalto y se giró hacia él. «Que me parta un rayo si no se ha puesto roja». Parecía sentirse culpable. Estrechó la mirada. ¿Eran hojas lo que tenía en el cabello?
¿Qué hostias había estado haciendo con Niall?
Miró al hombre. Niall levantó una ceja y sonrió levemente. Diantres de engreído. Le mataría ahí mismo. De inmediato. El hombre no merecía un duelo.
—Ah, Harry. Veo que ha sobrevivido a la experiencia musical.
— ¿Está sujetando la mano de lady _______?
Niall se lo hizo ver agachando la mirada.
—Vaya, pues sí. ¿Tiene alguna objeción, lady ______?
_____ miró con un rápido movimiento a Harry y luego de nuevo a su mano. Se puso colorada.
—No, lord Niall, no tengo ninguna objeción. —Levantó un poco la voz—. Al parecer, por el modo en el que se entromete en mis asuntos, lord Harry cree que es mi hermano.
A Harry se le nubló la vista. Se preguntaba si se le saltarían los dientes si apretaba la mandíbula tan fuerte.
—No creo ser tu hermano.
_____ encogió los hombros.
—Mi carabina, pues.
—Una carabina es lo que necesitas. Lady Beatrice es una incompetente total en sus labores, como demuestra tu presencia aquí, en este oscuro pasillo, con él.
—No insulte a lord Niall. Es nuestro anfitrión, nuestro generoso y atento anfitrión.
— ¿Generoso? ¿Atento? ¿Cómo de atento? —En dos segundos, o en menos, le iba a estampar el puño en la cara a Niall. Le encantaría ver esa sonrisa de engreído saltar por los aires violentamente ensangrentada.
— ¿Lord Harry? ¿Está usted ahí?
¡Maldita sea! Lady Felicity le seguía la pista. ¿Acaso no creía oportuno darle unos pocos minutos de privacidad para hacer sus cosas? Su voz parecía cercana. Echó un vistazo. Aún no estaba a la vista.
—A lo mejor les gustaría tener unos minutos para discutir sus diferencias... —Niall sonrió—. Me haría muy feliz tratar con lady Felicity.
Quizá Niall no era tan mal tipo después de todo, aunque si le había puesto encima un solo dedo a ______, pagaría por ello.
—Espléndido. Vamos, _____.
______ se había puesto muy roja.
—No creo realmente que...
— ¿Lord Harry? —El eco de la voz de Felicity resonaba en el pasillo.
—Creo que ya casi tenemos a lady Felicity encima. —Niall señaló hacia la puerta que había tras él con un gesto—. No tienen tiempo que perder.
—Cierto. — Harry no quería arriesgarse a tener otro encuentro con Felicity. Cogió a _____ del brazo.
— ¡Suélteme!
— ¿Harás el favor de bajar la voz? ¿Quieres que Felicity nos encuentre?
—A lo mejor sí. A lo mejor prefiero la compañía de lady Felicity a la suya.
—A lo mejor estás mintiendo. No soportas a lady Felicity.
—Ah, ¿entonces me está diciendo qué es lo que pienso?
—Lord Harry, ¿dónde está?
Lord Harry volvió a mirar. Felicity debía estar al doblar la esquina. En un segundo los encontraría.
—Tienes que esconderte en el invernadero. —_____ se cruzó de brazos—. Me quedo con lord Niall.
—Por el amor de Dios...
—Lady ______. —Niall interrumpió a Harry—. ¿Puede ser que esté olvidando... cuál es su cometido aquí?
_____ se puso roja.
—No puedo llevarle ahí dentro. —Asomó la cabeza por la puerta del invernadero.
— ¿Y por qué no? —El recelo y la rabia volvieron a surgir en Harry —. Estabas ahí dentro con Niall.—Harry, se le agota el tiempo.
Harry miró atrás nuevamente. ¡Caray! Vio los zapatos de Felicity. En menos de un segundo, les seguiría el resto del cuerpo y le tendría bien cazado.
Metió a ______ en el invernadero a la fuerza, cerrando la puerta tras la sonrisita de Niall.
¿Qué diría Harry si viera la estatua de Niall?
—Sentémonos aquí a hablar. —_____ señaló con un gesto un banco de piedra en el rellano.
— ¿Es ahí donde te has sentado con Niall?
______ sentía cómo se le enrojecían las mejillas.
—No creo. Has dudado mucho antes de dejarme entrar aquí. Quiero saber por qué. — Harry se dirigía hacia las escaleras. ______ le agarró del brazo.
—Estoy segura que estarás más cómodo en el banco.
—_______, métete en la cabeza que no me voy a sentar en el dichoso banco. ¿Por qué no me enseñas lo que ha hecho que te pongas de cinco tonalidades diferentes de color rojo? Lo voy a averiguar de todas maneras.
No. No podía enseñarle la obscena estatua de Niall. Se moriría de vergüenza.
— ¿Estoy roja? Debe ser por el calor. —Se abanicó con la mano—. Se está más fresco aquí arriba. Vamos, siéntate en el banco.
—No.
Sacó las manos de los bolsillos y empezó a descender las escaleras.
______ le seguía. ¿Podría detenerle si le cogía del faldón o la arrastraría tras él?
—No hay nada de interés aquí, Harry. Puede que Meg o el señor Liam disfruten si pasan algunas horas estudiando la vegetación, pero nunca pensé que tuvieras un interés entusiasta por la botánica.
—No lo tengo. —Se detuvo y le quitó una hoja del cabello—. Y no creía que tú lo tuvieras. Parece ser que estaba en un error. —Dejó que la hoja revoloteara hasta el suelo y dio la vuelta. Gracias a Dios se encaminaba en dirección contraria a la embarazosa estatua. — ¿De qué hablabas con Niall?
—Oh, de nada. —Una vez que había convencido al barón que no quería entablar ninguna actividad amorosa, se había mostrado bastante racional. Propuso varios planes para poner a sus respectivos seres amados celosos. No es que aprobara que lord Niall intentara poner celosa a la mujer de otro hombre, naturalmente. Y algunas de sus ideas eran de bastante mal gusto. Y peligrosas. Si no le daba un toque a Harry para que le propusiera matrimonio, podría verse obligada a casarse con Niall. Le dio un escalofrío. Harry se giró para mirarla.
— ¿Qué es lo que ocurre?
—Nada. —Estaba claro que no iba a decirle a Harry ni una palabra de su conversación con su anfitrión—. Me ha dado frío.
— ¿Cómo puedes tener frío? Acabas de decir que estabas acalorada.
—Bueno, justo entonces ha refrescado. —Sabía cómo terminar con la conversación—. Cosas de mujeres.
—Oh. — Harry se puso rojo—. Ya entiendo, bueno. —Se cogió las manos por detrás de la espalda y frunció el ceño—. Aún no me has dicho de qué estabas hablando con Niall.
—Tan sólo deseaba devolverme mi broche. Lo ha encontrado en el jardín esta tarde.
— ¿Ah? ¿En qué parte del jardín?
— ¿Dónde crees? — ¿Cómo podía mencionar el jardín con ese tono, como si la estuviera acusando de algo? Era él quien se había tomado unas libertades exorbitantes sin ninguna intención honorable.
Quizá no quería ponerle celoso. A lo mejor sólo quería estrangularle con la primera hoja de parra que tuviera a mano. Y ahora el tipo la miraba con furia.
—Has estado ocupada hoy, ¿verdad? ¿Sabe James que tienes por costumbre entretener a hombres en los jardines?
— ¿Qué? —«Dios dame fuerzas», se dijo a sí misma, iba a matarle—. Tú eres el único hombre con el que he visitado el jardín, muy a mi pesar.
Harry resopló.
—Vamos, _____, no soy tan cortito. Viniste a este lugar tan privado con nuestro anfitrión, ¿o es que me estás diciendo que Niall te obligó?
—Naturalmente que no, pero eso no significa que...
—_____, si Niall únicamente quería devolverte el broche, lo habría hecho en la sala de música. Llevarse la mano al bolsillo no requiere tanta intimidad. Llevarse la mano a otro sitio, bueno...
—No sigas. —Tuvo que sujetarse las manos para no darle una bofetada.
—Pero lo que no puedo entender es por qué no querías que entrara aquí contigo. Niall ya no está. ¿Qué escondes?
—No escondo nada. —_____ dio un paso hacia la puerta—. Seguramente lady Felicity ya se ha marchado.
—Espera un minuto. ¿Qué es eso de ahí? — Harry fue por un camino hacia un gran helecho.
—Nada. —_____ le seguía, estaba a salvo. La ofensiva estatua estaba al otro lado del invernadero—. ¿Vas a seguir? Eres peor que un perro buscando un hueso.
—No lo soy, ¡oh!
— ¿Qué?
— ¡Dios mío!
Niall tenía más de una extraña estatua en el invernadero interior.
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El Conde Desnudo - Harry Styles -
De Todo.....Quien diría que el conde harry saldría desnudo sobre el tejado....