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—Lord Malik, es un placer verle. ¿Qué le retenía en Londres? —Lady Caroline se le acercó echando el cuerpo hacia adelante y dándole al hombre una mejor vista de sus gordos pechos. Harry observó cómo los examinaba brevemente y cómo luego volvía a cortar un pedazo del jamón que había en el plato.
—Tenía un compromiso que no podía romper.
Lord Peter rió disimuladamente.
—Con Le Petit Oiseau, no me cabe la menor duda.— ¿El pajarito? —El señor Dodsworth bebió un trago de cerveza—. No sabía que era aficionado a la ornitología, lord Zayn.
—No creo que lord Peter se refiriera a un pájaro de los que tienen plumas, señor Dodsworth. —Lady Beatrice miró con mala cara al joven—. Conozco a su madre, señor. Estaría interesada en oír qué asuntos considera su hijo apropiados para una conversación educada.
A lord Peter se le pusieron las orejas rojas.
—Le pido perdón —dijo entre dientes mirando al plato. Se metió un trozo de comida en la boca.
Harry quería ponerse de pie y aplaudir. Ya era hora que lady Beatrice asumiera sus deberes como carabina. Si tan sólo hubiera estado más alerta anoche... Nunca debería haber permitido que _____ abandonara la sala de música con Niall.
Comió un trozo del filete. Por lo que sabía, la carne era lo más parecido a la suela de un zapato._____estaba sentada junto a lord Zayn, lord Mofeta, un mote excelente para el hombre, aunque desconociera su coloración poco usual. Desprendía un pegajoso hedor a indirectas y cotilleos maliciosos por dondequiera que fuese. ¿Indirectas? ¡Ja! Con bastante frecuencia no sólo diseminaba las historias, se apoderaba de ellas. O peor aún, se convertía en el actor principal. Más de una ingenua principiante tuvo que volver a su casa en el campo para quitarse el olor de su reputación.
Ahora, el canalla miraba con ojos lujuriosos a ______.
Harry arañó el plato con el cuchillo haciendo que la señora Hyde diera un salto.
Había elegido el sitio más alejado posible de _____. Apenas había podido dormir por la noche. Las imágenes (los sonidos, los sabores, las texturas) del invernadero seguían apareciéndosele como destellos en la cabeza. La sedosa suavidad de los pechos de_____; el suntuoso paladar de su boca; el fuerte sabor de sus pezones; el aroma a limón y a seda y a piel; cómo respiraba y gemía mientras la acariciaba con las manos; cómo clamaba su nombre con dulzura cuando la liberó.
Si Felicity estuviera sentada junto a él, con los mismos juegos de la noche anterior, se encontraría con que tenía los botones de los pantalones a punto de reventar.
— ¿Está disfrutando de su visita, lord Harry?
Miró a la señora Larson. Le estaba sonriendo, pero el surco del ceño lo tenía grabado entre las cejas.
—Ha sido agradable, madame. —Algunas partes habían sido mucho más que agradables y otras habían sido mortificantes.
Se había aprovechado de _____ de manera inconsciente en el invernadero. Al menos, le había contado parte de su secreto. Parecía tan afligida como se imaginaba que estaría cuando lo oyera. Con toda seguridad, se habría curado del deseo de casarse con él.
Bueno. Era necesario hacerlo.
Tenía ganas de vomitar.
— ¿Está seguro? —La señora Larson le cogió de la manga con cuidado—. Parece... bueno... —Suspiró y giró la mirada hacia la mesa. Fijó la mirada en Felicity antes de volver a fijarse en él—. Le pido disculpas por los acontecimientos de la otra noche. Flint me dijo que ayer le dio a su criado la llave de su dormitorio.
—Sí, gracias. No se preocupe, madame. Estoy bien instalado. El alojamiento es del todo satisfactorio.
—Así lo espero.
La señora Larson se volvió para dirigirse a lord Botton, que se encontraba al otro lado. Harry aprovechó la oportunidad para mirar a ______ nuevamente. Con toda seguridad, ella también tendría la llave de su puerta. Insistiría en preguntárselo. La iba a necesitar. No había duda alguna que lord Zayn la miraba con ojos lascivos.
A lo mejor se había equivocado al elegir un asiento tan alejado del suyo. Si estuviera más cerca, cogería a ese tipo del pañuelo que llevaba al cuello y se lo retorcería hasta que se le pusiese la cara de color violeta. Cualquiera pensaría que el anfitrión tendría que darse cuenta de cualquier mal comportamiento, pero Niall tenía toda la atención puesta en el almuerzo. Sólo haría algo si lord Zayn cogiera a_____ y la tirara encima de la mesa, rompiendo los platos.
—Si me hubieran informado de la encantadora compañía que había aquí —decía lord Zayn—, habría renunciado a mi compromiso, se lo aseguro. —El tipo tenía los ojos puestos en el corpiño de _____.
______ movió la silla levemente para así estar más cerca del señor Gastón.
Al menos hoy llevaba puesto un vestido apropiado. El escote le llegaba casi a la barbilla. El sinvergüenza no iba a poder echarle el ojo a sus encantadores pechos. Si deseaba examinar glándulas mamarias, tendría que limitar su inspección a las de lady Caroline. Las suyas eran, por el momento, las únicas a la vista; bueno, las suyas y las de lady Beatrice, pero los pechos de una anciana... ah, cuanto menos se hable y menos se piense, mejor.
¡Vaya!, las de lady Felicity también estaban listas para inspección. Tenía claro que lord Zayn podría vérselas totalmente si así lo deseara, Felicity no se ruborizaba por llevarlas al trote. Con toda probabilidad, el tipo ya las había examinado muy a conciencia anteriormente, bastantes veces.
Harry miró a la señorita Hyde. Mordisqueaba unas zanahorias mientras lanzaba miraditas. Había intentado entablar conversación con ella, pero cada vez que se dirigía a ella se le ponía cara de pánico. Creyó que sería más amable si la dejaba en paz. El no prestarle atención facilitaría el escuchar a lord Zayn y a _____.
El sinvergüenza se acercaba más a _____. Ella intentó alejarse pero no tenía dónde ir. Un centímetro más y se sentaría en el regazo de Gastón.
—Es delicioso volver a verla, querida. Hacía tiempo que nuestros caminos no se encontraban.
—Muy cierto. —La cara de _____ era inexpresiva. Lo que era bueno para ella—. Y no soy su «querida».
— ¿No? Me rompe el corazón. La he echado tanto de menos...
Una pequeña y tímida sonrisa burlesca le arrugaba los labios.
—Milord, está jugando conmigo.
—En absoluto. Estoy ansioso por reanudar nuestra relación. —Lord Mofeta mostró su fría sonrisa—. No tengo intención de desperdiciar esta oportunidad. Tenemos varios días para disfrutar de nuestra compañía y para... profundizar en nuestra amistad. Estoy ansioso por conocerla mejor. —Sonrió más—. Y más íntimamente.
Harry se levantó un poquito. Iba a matar a aquel tipo allí mismo.
La señorita Larson volvió a ponerle la mano en el hombro.
—Señoritas —dijo—, ¿a quién le gustaría una visita por la casa?

El Conde Desnudo - Harry Styles -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora