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_____ llevaba fuera toda la tarde. Harry lo sabía. La había estado buscando.
Bueno, no buscándola precisamente. De hecho, no quería hablar con ella. ¿Qué iba a decirle? Ya se lo había dicho todo anoche. Tan sólo deseaba asegurarse que estaba a salvo.
No lo había conseguido, por lo que no estaba muy satisfecho. Lo había pasado bastante mal esa tarde.
— ¿No le interesan los árabes, milord?
No tenía ni idea de lo que Dodsworth estaba hablando. Algo sobre caballos y establos. Se había pegado a él en el puerto y no le había soltado hasta que hubieron pasado al salón e hicieron servir el té. Algunos de los demás invitados, al darse cuenta de lo difícil de la situación, habían sonreído y se habían puesto rápidamente a salvo.
—Los árabes están bien.
Dodsworth asintió.
—No podría estar más de acuerdo. ¡Vaya! Justo el otro día...
Al menos le estaba dando un descanso a la pobre señora Hyde, que estaba sentada sola junto al fuego, bebiendo el té a sorbos y con un rostro tan feliz que parecía un ratón.
Harry se sentiría más feliz aún si a _____ no se le hubiera metido en la cabeza ir a pasear a esas puñeteras ruinas con la única compañía de Meg. Finalmente, al no encontrarla, le había pedido a Collins que le preguntara a Betty dónde estaba. ¿Por qué no había pensado en llevarse un criado? Estaba totalmente decidido a ir tras ellas cuando por fin regresaron.
Le hubiese encantado echarle un rapapolvo, pero lady Beatrice y lady Dunlee la interceptaron antes que pudiera decirle lo suyo. Se pasó toda la cena dándole vueltas.
—Estoy considerando renovar mis establos. Lo he estado pensando bastante tiempo, de hecho, desde que tuve el placer de ver la impresionante edificación de nuestro Regente en Brighton. Está construido al estilo indio, ¿lo sabía? Asombroso. Estaba sobrecogido, se lo aseguro.
Harry resopló y bebió otro trago de brandy. Dodsworth ya se había enfrascado en una descripción detallada de sus planes arquitectónicos. Sus preciosos caballos vivirían como sultanes.
¿Cómo no podía el hombre darse cuenta que era un pelmazo? Estaba claro que nadie se lo había dicho. ¿Lo comprendería? Era una tentación el intentarlo. A lo mejor el último día de la fiesta.
El monólogo tenía sus beneficios. No hacía falta escucharle. Un movimiento afirmativo con la cabeza en el momento oportuno por aquí y unos cuantos sonidos de interés por allá, y Harry podía profundizar en sus propios pensamientos.
No eran muy agradables.
_____ se tendría que casar algún día.
Ahora que se había borrado con firmeza de su lista de posibles pretendientes, ese día estaba más cerca que lejos. A lo mejor para el final de la Temporada. Había muchos hombres que estarían encantados de tenerla. La perdería para siempre.
Nunca se había sentido tan melancólico.
Era mejor que sentir rabia. ______ estaba sentada sola en el sofá, invitando a cualquiera a que se sentara junto a ella. Lord Zayn aceptó la invitación. El canalla se sentó justo a su lado. ¡Que me maten si no le está rozando el vestido con la pierna!
— ¿Algún comentario, lord Styles?
—No, lo siento, Dodsworth. Casi me atraganto con el brandy.
A ______ no le interesaba la compañía. En el momento en el que Zayn puso el culo en el cojín que había junto a ella, _____ puso cara de arrogante, con una expresión que decía: «Soy la hermana del duque de Alvord, guarda las distancias». Sólo ponía esa cara cuando estaba muy nerviosa.
Lady Felicity se les había unido. ______ forzó una sonrisa y giró la cabeza, como en busca de ayuda. Meg estaba hablando con Liam junto a la ventana; lady Beatrice intentaba dar esquinazo a lord Botton al otro lado de la habitación.
—Discúlpeme, Dodsworth.
— ¿No quiere oír cómo voy a dejar el establo, lord Harry?
—Me encantaría, pero en otro momento.
—... en los billares —decía lord Zayn mientras Harry se unía al grupo.
—No sé...
— ¿Qué es lo que no sabes,_____?
Felicity le sonrió.
—Lady ______no sabe si le apetece jugar al billar, lord Harry. Quizá pueda convencerla.
_____Dul envió a Felicity una mirada de enfado.
—Yo no soy muy dada a los juegos.
—Oh, lady _____, no deje que eso le preocupe. —Lord Zayn le dio un golpecito en la mano. Harry apretó las suyas para no coger al sinvergüenza y tener que lanzarle al medio de la habitación—. Me encantaría ayudarla.
—Lady _____ es demasiado modesta —dijo Harry —. Vamos, _____, sabes que eres una jugadora más que aceptable.
Volvió a sonreír, aunque había muestras de tensión en el rostro.
—Sabe que le gané la última vez que jugamos, ¿no?
—Sí, pero únicamente porque te dejé.
—Eso no es justo, señor —dijo riendo—. Muy bien, jugaré pero insisto en ser su compañera. No puedo darle la oportunidad que afirme que la victoria fue por caridad.
Lady Felicity frunció el ceño pero antes que pudiera decir nada, Harry cogió a _____de la mano.
—De acuerdo.
Lady Felicity no iba a hacer tal concesión sin protestar. Le cogió de la manga.
—Oh, lord Harry, creí que podría... —sonrió con desdeño—jugar conmigo.
«No mientras me quede un soplo de aire en el cuerpo»,
—Quizá la próxima vez. —Se mordió la boca por dentro para no reírse de la cara de la chica. Esperaba que Niall tuviera una mesa de billar grande, ya que tenía intención de dejar entre él y lady Felicity todo el espacio posible. Le ofreció su brazo a _____.
El comportamiento de lord Zayn no daba muestras de estar enfadado.
—No pongas esa cara, Feli. Aún tendremos muchas oportunidades para... —Los labios de Zayn formaban lentamente una sonrisa mientras examinaba el cuerpo de _____—. Divertirnos.
A Harry le hubiese encantado castrar al tipo con el alfiler de su pañuelo de cuello.

El Conde Desnudo - Harry Styles -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora