famous luv; kth

06

Faltaban menos de 10 minutos para llegar y por mi parte seguía en mi mundo del dibujo, perdida en canciones lentas.
Cuando volteé a ver qué hacía Gisella estaba levemente dormida. Ella se aburre rápido y no me sorprende que de la nada bostece y se ponga a dormir. Pero por motivos obvios tuve que despertarla.

– Gi, dentro de un rato vamos a llegar. Despierta.

Cuando la toqué lo primero que hizo fue lanzarme una mirada de odio para después estirarse y sentarse.

– ¿Ya tenemos donde quedarnos?– me preguntó mi hermana con los ojos pesados y los pelos despeinados.

– Sí– llevé mi mano a su cabello para peinarlo como pude– Estuve averiguando varios hoteles baratos y hay uno que está a 10 minutos de la terminal– alejé mi mano. Ella sólo mantenía su vista en mí prestando atención a lo que decía– Así que vamos a tener que tomar un taxi.

– Me preocupa que puedan reconocerte– añadió mirándome el oscuro barbijo que tenía preparado entre mis manos.

– No creo que lo haga en Seúl, aún así voy a tener cuidado. Vos quedate tranquila y ponete el barbijo también– le entregué una blanca.

– Ahh. Esto nos pasa por subir ese video a YouTube– reprochó.

– Sí, pero a pesar de todo, sinceramente no me arrepiento.

Tanta era la situación que hasta tuve que salir con un sombrero y gafas. Por suerte nadie lo sospechó, pero hubieron unas cuantas miradas dirigidas a Gisella, quien no se cubrió tan bien.
Cuando nos subimos al taxi sentí un gran alivio. No puede ser que actúe como si estuviese en una situación de un artista reconocido. Pero vine para visitar a los chicos y conocer Seúl tranquilamente y olvidarme un poco de mi pocisión como youtuber un momento.
Mientras estábamos en taxi le avisé a mi papá que ya llegábamos al hotel y que andaba todo tranquilo por el momento.

Cuando llegamos, tratamos de acomodar como pudimos nuestras prendas ya que la habitación era pequeña para las dos, pero perfecto a la vez. No necesitaba de una habitación de lujo para sentirme a gusto. Me conformo con cosas simples. Gisella, por otro lado, es un poco más complicado de ponerla a gusto, pero no se queja.

– Yo diría que grabes un video diciendo que te estás tomando unas vacaciones– hablaba con Gisella mientras comíamos fideos instantáneos, por el momento era lo único que podíamos comer ya que ambas tampoco queríamos salir.

– No sé, tengo miedo de correr riesgos.

– Mira, gran parte de los que ven tus videos son latinos, europeos y también americanos. Creo que pocos son los de Corea, y si te reconocen no dudo que te ataquen. Eres una youtuber, no Ariana Grande.

Wow. Lo que decía era muy cierto. Por mis pensamientos en el viaje y alojamiento no me puse a pensar en lo exagerada que estaba siendo. Gisella me agarró la confianza y decidí grabar un video. Ella actualmente sólo me ayuda a editar, pero los recuerdos de los primeros videos se quedan en mis viejos suscriptores.
Saqué mi cámara y la pocisioné en el trípode para comenzar a grabar de lo más normal y tranquila posible.