famous luv; kth

02

– Mar, Gi, despiértense. Hoy vamos a la casa de la abuela– habló en un tono sutil prendiendo las luces, haciendo que las dos nos despertemos de mala gana.
Pero díganme, ¿quién está de humor a la mañana cuando recién se levanta?

– ¿Tan temprano?– mencioné adormilada y frotando mis ojos, haciendo que no vea por un corto tiempo de tres segundos. Me sentía algo mareada.

– Claro que sí. Vamos. Yo les haré el desayuno si se apuran– comento saliendo de la habitación.

En verdad admiro la persona que es papá, a pesar de lo que le hizo su ex, jamás bajo la cabeza para mantenerme a mi y a Gisella. Es un tipo de admirar, mi modelo a seguir.

Me coloqué una camiseta holgada negra de mangas cortas, con algunas rasgadas en los hombros y un jean algo corto y remangado al final. Me puse la remera por debajo del jean poniendo luego un cinturón para evitar que se caiga, además le pone estilo.
Sólo llevé unas sandalias clásicas en la vida del campo, pues la abuela también vive en una área rural sin internet, además de que vive sola ya que es viuda desde el año pasado.

¿Maquillarme? Sólo me hago un leve delineado por debajo del ojo, a mi parecer hace que mi mirada se profundice– ¿?

– ¡Vamos, Mar!– escucho gritar a mi media hermana desde el comedor– ¿Qué tanto tardas?

Bajé por las escaleras viendo a Gisella y papá desayunando y al lado de ellos un plato esperando a que me siente y que sea comido por mí.

– Gracias por el desayuno– agradecí al terminar– ¿A qué hora nos vamos?

– Ahora mismo– dijo terminando de tragar su bocado– Agarren sus cosas y llévenlas al auto.

Y los tres nos subimos al auto, no sin antes despedir mi gran casita hecha mayormente de madera.
El auto de papá era enorme, por lo que Gisella se sentó al lado del volante y yo me acosté atrás.

– Despiértenme cuando estemos cerca– les avisé a los dos. Verdaderamente no quiero hacer nada que requiera de mis energías en estos momentos, por lo que una buena siesta no estaría nada mal.