famous luv; kth

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Bajé del bus. Aturdida por lo que pasó ahí adentro, esperé a que el semáforo indicara el color rojo para poder pasar al otro lado de la calle.

La multitud de la gente que iba y venía de todas partes era increíble. Estaba caminando en un lugar muy asistido para las compras de todo tipo. Había de todo.

Pasé por uno de los locales y me detuve a ver mi reflejo en el cristal. Tenía los cabellos desarreglados a causa del viento, incluyendo mi flequillo. Los peiné y acomodé como pude con mis dedos. Me miré diciéndome que estaba hermosa como siempre. No veía tanto porque tenía puestos unos lentes oscuros.

Faltaban tres cuadras para llegar.

Me arrepiento de no haber almorzado. Mi panza gruñía en sus interiores rogándome por comida.
Pero estaba llegando justo, no podría ir a comprar algo.
Aguantaré, de todas formas no creo que se tarde tanto estar aquí.

Llegué.

Abrí el portón de metal oscuro que protegía el gran patio forestal. Todo estaba decorado de plantas y pasto en sus alrededores.
Me encaminé en el sendero de cemento que hay por medio de éste y respiré el aroma natural del campo.

Querido Daegu, te extraño a pesar de estar tan cerca y lejos a la vez.

Con otra de las llaves del lugar, abrí la puerta principal de color blanco, y lo primero que pude ver al guardarlas fueron a Jin, Taehyung, Jungkook y Hoseok en el sofá. Yoongi, Jimin y Namjoon estaban en los sillones individuales. Todos puestos sus ojos en mí.

– Hola, chicos– les sonreí y tomé asiento en el último sillón que quedaba. Inhalé un delicioso olor– Hmmm. ¿Y ese olor?– pregunté tratando de mirar a todos a la vez.

– Yoongi hyung tuvo la idea de traer pizza ya que algunos no comimos. ¿Quieres?– me preguntó Jimin con dulzura.

Oh, Dios. Pequeños milagros de la vida.

– Por favor– pedí.

Mientras comía junto con Yoongi, Jungkook y Jin, los demás hablaban sobre las posibles cosas que harían ya que se supone que en menos de dos meses lanzarían su nuevo álbum junto con el video musical que están por grabar.
Me emocionaba tener a mis ídolos de amigos. A pesar de llevar no sé cuánto tiempo siendo amigos, todavía no puedo asimilar que lo soy.

SON BTS, BTS, DIOS MÍO. ¿QUIÉN PODRÍA TENER ESTE TIPO DE SUERTE?

– Marah– me llamó Namjoon. Los chicos me comenzaron a llamar así porque dicen que como soy muy menor, aseguran que con tan sólo decirme Mar no alcanza, que parece frío. Así que me agregaron el ah, como cualquier amigo coreano de confianza.

Ahora que lo pienso, soy demasiado menor para ser amiga de ellos. Recuerdo que cuando era más chica, veía videos diciendo que en Corea, la edad en la amistad era muy importante y que no podría ser amiga de mayores, al menos no tan cercana. Y mírenme ahora.

Elevé la cabeza en dirección a Nam, diciéndole que continuara– Supongo que Jungkook te dijo que llamamos para hablar de algo, ¿no es así?

Me había olvidado de ese detalle. Dios, Mar.

– Bien, tú sabes que desde hace casi tres meses nos conocimos en un fanmeeting, el último de la era -hablaba de la era de Love Yourself-, y si no fuese por Taehyung– Namjoon lo apuntó, él sólo me miró y sonrió levemente a labios cerrados. No entendía lo que decía el líder porque por alguna razón me estaba hablando en inglés– no te hubiéramos conocido. Él con Jimin y Jin hyung ven tus videos, y desde que nos conto de ti, nos pusimos a ver uno que otro video en tu canal. Tu contenido es muy original y tiene un mensaje muy lindo para los que se interesan y quieran vivir en un lugar camprestre.

Sabemos que cuando le dejan Namjoon el micrófono -de una forma irónica, claro- él expresa lo que siente, desde lo más profundo, y luego va al tema. Me encanta escucharlo, me inspira.

– Estas últimas semanas nos agradecimos por toparnos y conocer a una persona como lo eres tú. Entre tantos aprietos y agendas llenas viniste vos a alegrarnos un poco y darnos la esperanza y las fuerzas de decirnos que este comeback será un éxito y que a las fans de todo el mundo les encantará. Gracias por eso– Dios, amo, amo tanto a Nam.

¿Yo? Llorando estaba.

Todos los discursos de Nam siempre me hacían ponerme sentimental, y ahora que hablaba de mí era inevitable no soltar unas cuantas lágrimas.

– Yendo a lo que te quería decir, los chicos y yo estuvimos pensando toda esta semana y todos concordamos en lo mismo.– tomó una pausa, mantuvo su mirada en mí y sonrió, como si me estuviese admirando.

Yo, por mi parte, ya me acostumbré a esas miradas .

– ¿Y qué es?– solté al ver que él parecía esperar una respuesta de mi boca. Los demás miembros, a pesar de no saber bien el inglés, escuchaban atentamente.

Nam amplió más su sonrisa– Nos encantaría publicar tanto en tu canal como en BangtanTV, un video en donde nos divirtamos así como lo hacemos cada vez que podemos.

¿Qué? No, no, no.

– ¿Estás diciendo que quieres hacer esto público?– Nam asintió. Me costaba hablar debido a los mocos que ocasionaron las lágrimas– pero...

– Sé lo que piensas, por eso nosotros ya lo decidimos. Los armys entenderán y te apreciarán mucho. Los siete lo sabemos.

Lloré aún más y los chicos se acercaron a darme el afecto que podían mientras se reían.

Los amo mucho, demasiado, un montón...