•
•
Que viaje, que interminable viaje. Los trenes dilatados, las estaciones llenas, los boletos escasos y el corazón que le latía en mil recriminaciones.— Si me hubiese controlado. Si hubiese actuado con la cabeza en lugar de comportarme como lobo en celo, él habría venido conmigo a la gira, él habría estado seguro a mi lado. Todo, todo es mi culpa. ¿Cómo pude ser tan estúpido?
Siempre intenso en sus emociones, YoonGi no sabía sentir a medias nada. Si había que experimentar arrepentimiento tenía que ser del más amargo. Si era enojo, entonces había que airarse y enardecer en rabia. Si era odio, entonces odiaba irreconciliablemente. Y si de amor se trataba, había que amar de bruces y sin sosiego.
Normalmente podía soportar la desgastante costumbre de vivir tan apasionadamente, pero experimentar tantas cosas contrarias a la vez lo tenía casi en los límites de su resistencia emocional. Tenía unos espantosos deseos de matar a Kai con sus propias manos. Se odiaba a sí mismo por haber fallado a controlar sus impulsos y quería estar al lado de JiMin en ése mismo instante; aúnque en el fondo temía el encuentro imaginando que implicaría sin duda tener que sufrir el desdén del omega.
Las resoluciones amargas que él mismo había expresado en su carta antes de salir de gira se habían desvanecido totalmente ante la noticia de que JiMin había sido atacado. Horas antes, había estado odiándolo por haberlo rechazado, pero ahora, mientras corría por estar a su lado, estaba seguro de que si JiMin dejaba entrever la más ligera señal de esperanza, él estaba de nuevo dispuesto a abrirle el corazón.
Sin embargo, acostumbrado a como estaba a que la suerte le fuera esquiva no se atrevía a alentarse demasiado. De todas formas, el alma le ardía por volver a verlo, aúnque fuese solamente para sentir su rechazo. De repente, lo único que le importaba, era que el tren se moviera más rápidamente.
[🚞]
Kai dejó que el mozo le ayudara a quitarse el abrigo sin siquiera moverse. Que jornada inútil y decepcionante; todavía no alcanzaba a creer la estupidez del hombre que había contratado.Había estado tan cerca de cumplir su objetivo y la oportunidad se le había escurrido de los dedos. Si tan solo el muy inepto hubiera reaccionado más rápido, seguramente ahora, en lugar de estar huyendo hacia Canadá, el maleante tendría el dinero que deseaba y él estaría gozando de JiMin hasta hartarse.
En vista de lo sucedido, habría ahora que proceder con más cautela. La policía estaba ahora inmiscuida en el asunto haciendo que sus planes fueran por el momento demasiado peligrosos. Tenía que esperar por un tiempo a que las cosas se enfriaran.
El mozo se retiró dejando de Choi respirara profundamente mientras sus ojos reconocían los detalles del gran salón principal de su mansión en Lake Welch. El jóven se encaminó hacia su recámara, y una vez dentro de la privacía de ésta se dirigió a su secreter sacando unos papeles del fondo falso del mueble en donde escondía todo aquello que quería resguardar de los ojos de la servidumbre, pero que no podía tener en la caja fuerte de su padre.
Una sonrisa surco sus labios cuando encontró aquel pedazo de papel que tanto anhelaba leer aúnque ya lo hubiera hecho demasiadas veces. Tomó la carta robada por Sophie y se sentó al borde de su cama a leer con calma. Después de un largo día de tantas decepciones, leer ése escrito le devolvía a la vida. Mientras sus ojos repasaban las líneas con lentitud su expresión iba cambiando lentamente de hastío y escepticismo a una siniestra alegría.
❝Cuando entre nosotros convenimos contraer matrimonio con el único propósito de liberarte de Choi, dejamos bien claro que la unión sería una mera comedia.❞
ESTÁS LEYENDO
𝒮𝓌ℯℯ𝓉 𝒥𝒾𝓂𝒾𝓃 ;; 𝒚𝒎 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆
Romance❝ Como actor vacilante en el proscenio que temeroso su papel confunde, o como el poseído por la ira que desfallece por su propio exceso Así yo, desconfiando de mí mismo callo en la ceremonia enamorada, y se diría que mi amor decae cuando lo agobia l...