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— No te acerques más o no respondo por tu virtud JiMin —habló YoonGi sin abrir los ojos ni mover un sólo músculo.
El omega dió un salto al descubrirse sorprendido.
— Pe-pensé que dormías —respondió JiMin balbuceando muerto de miedo y pena al descubrir que él se ha dado cuenta de su presencia.
Las insinuantes palabras de YoonGi se perdieron en el aire pues estaba demasiado asustado como para escucharlas.
— Aúnque no hubieras hecho ruido al abrir la puerta, aún así hubiese olido tu delicioso aroma —respondió el pálido levantando la cabeza posando sus ojos intimidantes sobre la figura del rubio.
La bata de satin que JiMin llevaba puesta sobre el pijama cubría tanto como cualquiera de las prendas que usaba durante el día, sin embargo, el omega se sintió repentinamente incomodo.
Para YoonGi, después de aquel vistazo en el espejo del vestidor de JiMin podría haberse pensado que ésta visión del jóven en su ropa de dormir no era ni la mitad de seductor. Desafortunadamente, el morbo nos juega trucos extraños y de repente, estar con JiMin a solas en la habitación oscura era igualmente tentador que verlo semi desnudo.
Los sirvientes dormían en la parte trasera de la casa y en una residencia tan grande como aquélla eso significaba que realmente estaban solos.
— Siento haberte molestado entonces —se animó el rubio a decir apretando nerviosamente el candelabro que tenía en una mano y llevándose la otra al pecho en un movimiento instintivo.
Para su desmayo, el pálido se levanto del sillón de un impulso. Su estatura era tan similar a la propia, pero en esos momentos, los centímetros de más en el alfa se hacían patentes conforme se acercaba.
— ¿Qué haces afuera de la cama a éstas horas? —preguntó YoonGi acercándose a JiMin como si la inesperada interrupción de sus batallas nocturnas hubiese resultado en una inusitada pérdida del poco control que le quedaba
— Y-yo.. no podía dormir. Recordé que había dejado un libro aquí y- —contestó él sin poder concentrarse en las palabras al ver al hombre cada vez más cerca
— No deberías salir de tu cuarto cachorro —irrumpió el alfa con una media sonrisa socarrona sintiendo que era un buen momento para arriesgarlo todo— Las sombras de la noche encubren secretos que te asustarían de sólo imaginarlos.
— No digas tonterías YoonGi, ya no soy un niño que se asusta con cuentos de fantasmas. —respondió JiMin tratando en vano de parecer seguro — Y deja de llamarme cachorro.
— ¿Cómo quieres que te llame entonces?
— Por mi nombre, claro está —repuso el omega alzando la nariz en un mohin de pretendido enojo. YoonGi estaba ya tan cerca de él que era imposible no sentir de nuevo aquella horrible debilidad en sus piernas.
— ¿Juegas con fuego? —preguntó YoonGi en un murmullo al tiempo que tomaba el candelabro de la mano del rubio y lo colocaba sobre la chimenea.
— ¿Por qué lo dices? —dijo JiMin sin fuerzas suficientes para escapar del brazo derecho de YoonGi atrayendolo contra de si
— Porque tu nombre es Min JiMin, y eso irremediablemente me recuerda que ante todos tu y yo somos esposos. No sabes las ideas prohibidas que el sólo pensarlo me provoca.
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𝒮𝓌ℯℯ𝓉 𝒥𝒾𝓂𝒾𝓃 ;; 𝒚𝒎 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆
Romance❝ Como actor vacilante en el proscenio que temeroso su papel confunde, o como el poseído por la ira que desfallece por su propio exceso Así yo, desconfiando de mí mismo callo en la ceremonia enamorada, y se diría que mi amor decae cuando lo agobia l...