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Aun entre sollozos, Sophie le explicó a JiMin su historia y como Kai la había convencido de servir de espía. El jóven no dejó de sentirse indignado al enterarse de que la carta que él creía haber perdido en realidad había sido robada. Le contrariaba saber que Kai había llegado a enterarse de cosas tan privadas como eran aquellas que decía la carta.
Adicionalmente, aunque si bien era cierto que las cosas entre él y YoonGi habían cambiado, no estaba del todo seguro hasta que punto el asunto les llegaría a afectar cuando su abuela se enterara del engaño que ellos habían urdido. Demasiado abrumado por el descubrimiento, JiMin pidió simplemente a Sophie que se retirara y se dirigió a la planta baja para consultar con YoonGi lo que habrían que hacer dadas las circunstancias.
Como era de esperarse, el alfa se enojó muchísimo y hubiese puesto a Sophie en las calles de New York en ése mismo instante de no haber sido por la intervención de su omega. Éste último también estaba molesto y decepcionado de su doncella, pero quería esperar un tiempo antes de tomar una decisión en torno a ella. La atenuante de la enfermedad del hijo de Sophie y el hecho de que ella misma se había delatado sin tener que hacerlo le hacían pensar que era mejor no apresurarse a actuar en el asunto.
Lo de Kai era diferente, había que hacer algo al respecto cuanto antes. Ése día sin embargo ya no se podía realizar ningún movimiento, eran más de las seis de la tarde y no habría abogados disponibles para ser consultados a esas horas, menos aún en temporada navideña. Siendo la criatura de ánimo vivo que era, JiMin se sacudió las aprensiones proponiéndose que Choi no ensombrecería aquel que era su primer día de matrimonio real. Spencer llegó entonces a comunicarle a sus patrones que la cena estaba esperándoles; YoonGi siempre más desconfiado se excusó por unos instantes para hacer una llamada telefónica pero después se unió a JiMin en el comedor.
El jóven actor se percató de que JiMin se iba sintiendo más cómodo y decidió por su cuenta que era mejor seguir su ejemplo. Ambos comenzaron una conversación trivial mientras los empleados servían la mesa. El omega respondía levemente pero seguía con interés la explicación que el alfa le daba sobre los días libres que tendría para las fiestas de sembrina los cuales durarían hasta finales del mes de Enero.
Cuando llegaron los postres la situación se había relajado totalmente y ambos hablaban libremente sobre el viaje que emprenderían. En medio de las frases sueltas que se intercambiaban en el aire, JiMin no perdía detalle en la expresión de YoonGi. Se abstraía por segundos en las hebras negras del hombre y mentalmente volvía a sentir su suavidad entre sus dedos, observaba las líneas decisivas y fuertes de su rostro, los matices de su sonrisa que era amplia y desenfadada cuando se dirigía a él, y la expresión siempre contundente de sus manos que por una razón que no entendía lo ponían nervioso y lo seducía al mismo tiempo.
«Me gusta tanto que lastima mirarle. Aún no puedo creer que es mío, que siempre lo ha sido»
La presencia de Spencer interrumpió la conversación en ése instante y dejó al rubio para continuar la línea de sus pensamientos por unos segundos mientras YoonGi ponía atención al mayordomo.
— Debo tomar una llamada importante. —dijo YoonGi dirigiéndose a su esposo y éste pudo percibir un pequeño cambio en la expresión de sus ojos. El alfa entendió que debía una explicación mas clara sobre el asunto— Se trata de una agencia de investigaciones que he contratado para protegerte.
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𝒮𝓌ℯℯ𝓉 𝒥𝒾𝓂𝒾𝓃 ;; 𝒚𝒎 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆
Romance❝ Como actor vacilante en el proscenio que temeroso su papel confunde, o como el poseído por la ira que desfallece por su propio exceso Así yo, desconfiando de mí mismo callo en la ceremonia enamorada, y se diría que mi amor decae cuando lo agobia l...