T r e i n t a 🐺.

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YoonGi sintiendo que poco a poco la bruma de la pasión volvía a nublarle el entendimiento se dijo de nuevo con firmeza que ésta vez no podía bajar la guardia sobre sus impulsos. Aúnque JiMin aún no lo hubiese dicho era obvio por el relajamiento de su cuerpo en el abrazo y los besos que no lo rechazaría ésta vez. Ya en una ocasión un estallido sin control de sus deseos más crudos le había arruinado el momento, no iba a permitir que eso ocurriera ahora. 



«Avanza con ternura» — se repetía el alfa alargando las caricias en aquel punto sensible que provocaba en el omega esos callados gemidos.


Sin embargo, muy a su pesar, los sonidos que JiMin dejaba escapar de su garganta –aúnque a penas perceptibles– fueron inevitablemente incrementando el ardor del abrazo y la exploración de YoonGi sobre el cuerpo del rubio se fue haciendo cada vez más evidente.


JiMin sintió que la piel le ardía cuando los dedos de YoonGi tocaron la orilla de su bata, deslizándo luego las yemas por debajo de la prenda a penas un par de centímetros para dejar expuesta la piel de sus hombros. Los labios del alfa subieron a su mano, y pronto estaban cubriendo de besos el hombro izquierdo del omega y la delicada piel de la base de su cuello.


Sin darse cuenta, JiMin había comenzado a doblarse ligeramente hacia atrás para permitir que el cuerpo de su hombre se presionara contra el suyo en un abrazo más sólido. YoonGi percibió entonces la inconfundible señal de que su aventura sobre la piel canela y perfumada de JiMin empezaba a hacer estragos irreversibles en su propio cuerpo. 


Mientras tanto, JiMin se sentía perder en medio de las sensaciones sin dar un sólo pensamiento a lo que vendría después. Hasta que las manos de YoonGi en un nuevo arranque de osadía tomaron de lleno sus glúteos levantándolo en vilo. Intencionadamente el alfa lo estrujó con fuerza obligándolo a sentir sobre su abdomen la dureza inconfundible que la exploración en el cuerpo del omega estaba provocando en él.


— Dime ahora que me detenga — susurró YoonGi. Su voz alterada por la pasión, su aliento quemando la mejilla del chico entre sus brazos — Por Dios, pídeme que pare ahora si quieres que éste matrimonio continúe siendo sólo una farsa. Pídemelo antes de que esté más allá de mis fuerzas detenerme. 


— No te detengas, no voy a rechazarte — respondió JiMin en un audible susurro. YoonGi no necesitaba más.


En silencio y con las manos algo inseguras por el nerviosismo del momento el pelinegro desató la banda que mantenía aún la bata de seda en su lugar. Deslizó ambas manos bajo los bordes de la prenda y en una caricia sobre los hombros del rubio hizo que la seda verde se resbalara cayendo al suelo. JiMin no atrevía a mirarle de frente consciente de que estaba de pie frente al alfa vestido solamente con un par de boxers negros. 


Así, con los ojos bajos, la respiración entrecortada, las pantorrillas desnudas, y un desesperado rubor en las mejillas JiMin le parecía la visión más seductora que jamás había contemplado. La anticipación de lo que vendría le hacía más difícil la espera, sobre todo cuando el aroma de JiMin parecía ir en demasía debido a la excitación que sabía estaba provocado en él.


JiMin se sobresaltó cuando YoonGi tomó entre sus manos su rostro forzándolo con suavidad a verlo de frente. Sin otra salida, sus ojos se hundieron en los del hombre frente a él y el contacto de su mirada le comunicó sin palabras una ternura que sintió era únicamente para él.

𝒮𝓌ℯℯ𝓉 𝒥𝒾𝓂𝒾𝓃  ;;  𝒚𝒎 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora