Los Elegidos {Ateez}

02

Hongjoong.

Eran las dos y media de la madrugada, estaba esperando en la oscuridad junto con más personas a que llegara el bus que se dirige a la ciudad. Haber conseguido un boleto para esta hora fue de suerte, podré llegar temprano, y tendré más posibilidad de poder encontrar un alojamiento o hasta al poseedor de la telepatia.

No esperé mucho el bus, este llegó diez minutos después. Fuí a mi lugar y me acomodé, ya que era un viaje de al menos cinco horas.

No habia nadie a mi lado, era solo un asiento y hasta tenia cortina para que las demás personas no te vieran, el viejo me dió el dinero suficiente para este bus, lo que es genial, porque era muy cómodo.

Necesito lograr comprender como funciona esta cosa de mapa. Tomé un poco del agua que tenia en mi botella, pero en un movimiento brusco por parte del bus cayó un poco del líquido en el mapa. ¿Dios por qué me haces esto?, traté de secarlo, pero me llamó la atención el hecho de que ya no esta el mapa, sino palabras.

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  "Los puntos rojos son los elegidos"

"Si estas cerca de ellos el color cambiará"

"Amarillos, los que NO han despertado el poder"

"Azules, si ya lo han despertado"

"Ten cuidado con los marrones, son el enemigo"
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Y se secó instantaneamente, mostrando de nuevo la silueta del mapa, pero ahora aparece un punto azul y el rojo lejos.
Supongo que el azul soy yo y el rojo el de la ciudad, aunque no e tocado a alguien con poderes igual lo desperté.

No pensé demasiado y preferí dormir un poco, porque al llegar tendré que hacer varías cosas con lo de buscar donde quedarme y al elegido.

•••

Seonghwa.

–Doctor, ¿qué le parece si salimos esta noche?.–preguntó seductoramente mientras mostraba descaradamente sus pechos.

–¿Puedes cubrirte?, me das asco y no, no quiero salir esta noche.–nunca me acuesto con alguien dos veces.

La enfermera Yeh salió de mi oficina al parecer ofendida, no sé ni porque se puso así, si cuando lo hicimos le dije que después de eso ella no me importaria, pero en fin.

Faltaban veinte minutos para las ocho de la mañana, trabajé toda la noche en dos cirujias y ya me quiero largar. Me acosté en el sofá que tenía en mi oficina y decidí dormir un poco antes de irme a casa a dormir un poco más.

•••

Estoy más que furioso, no solo dormí de más, si no que también me encuentro a la puta de la enfermera Yeh encima de mi parte baja haciendo circulos y saltando, es como si me estuviera violando. Me levanté brusco y furioso haciendo que ella perdiera el equilibrio y cayera, me acerqué a ella.

–Enfermera Yeh, usted queda despedida por un comportamiento inadecuado a la hora laboral.–dije seco, ella tenía con una expresión de trizteza y rencor.– ¡Largo!.

Salió de mi oficina llorando, estoy harto de todo esto. Mire la hora y eran las 08:24Am, mi salida era a las ocho, así que me levanto y tomo mis pertenencias para dirigirme a casa.