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Mingi.

Corrimos a la casa de Soobin, pero cuando entramos vemos a Yeonjun con Lia en una escena un tanto comprometedora. El peliazul sin playera, encima de Lia, y ella pues, agarrandole el paquete. Nos vieron y se cubrieron rápidamente por la vergüenza con la cara roja.

–¡Hyung!.–gritó avergonzado, mientras tomaba su playera, cerca de la chimenea, está muy calentito aquí.

Soobin ignoró a los chicos y se acercó a un cuadro de la casa, en la que habían perros y gatos con una corona en sus cabezas. Tomó el objeto y lo quebró, dejando caer los pedacitos de vidrio por todo el lugar, para finalmente sacar el mapa.

–¿Esto es lo que buscaban?.– preguntó Soobin mostrando el mapa.

–Si, es ese.–Joongie iba a recibir el mapa, pero Yeonjun se lo arrebató de las manos.

–¿Qué haces?.–le pregunta Soobin a su hermano.

–¿Qué haces tú, hyung?, esto es mío.–dijo mientras trataba de evitar que Soobin se lo quitara.

–No tenemos todo el día, mocoso, devuelve el mapa.–Seonghwa ya estaba perdiendo la paciencia– Usaría mi poder, pero correr de aquí para allá, me cansó.

–Esto no es un juego, Yeonjun.–le dije para que tratara de entender.

El peliazul logró empujar a Soobin haciendo que cayera en los vidrios rotos del cuadro. El alto soltó un quejido viendo como caian pequeños hilos de sangre de sus cortadas.

–¡¿Estás bien?!– Seonghwa con Yeosang se acercaron a su ayuda.

–¡¿Qué es lo que te pasa?!–se acercó San amenzante a Yeonjun, pero retrocedió al ver que mostró su otra mitad, gruñendonos.

–¡¿Por qué actúas así, Yeonjun?!– estaba más que enojado. Me acerco a él para enfrentarlo y quitarle el mapa del osico.

Creé una estaca de tronco para enfrentarlo, cada que me acerco me gruñe. No quiero hacerle daño, es como mi hermano, todos los de esta casa son como mis hermanos, estos dos no se pueden comportar de esta forma.

–Vuelve a tu forma humana y hablemos.–le pedí acercándome, pero no dejaba de gruñir el pitufo este.

–¡Basta, Yeonjun!–Yeonjun dejo de gruñir y bajó la cabeza ante el llamado de su hermano–¡Vuélvete humano!

Este hizo caso, volvió a su forma humana sin mirarnos a los ojos y preferir mirar el suelo. El mapa en su mano, traté de quitarselo pero este lo tiró a la chimenea.  Vimos el mapa quemarse y convertirse en simples cenizas, eso ya no tiene arreglo.

–¡Imbecil!–esta vez fue Joongie quien se acercó a Yeonjun y le propinó un derechazo, dejandolo en el suelo y él hubiera seguido si yo no lo hubiera agarrado.

San lanzó agua a la chimenea para sacar el mapa, pero al recibir una negativa, supimos que no había remedio, el mapa ya no servía.

De un momento a otro Seonghwa también quería golpear a Yeonjun, pero lo paró su novio. Una serpiente salió de la nada enrollandose en la pierna de Yeonjun, hasta llegar a su abdomen y morderlo.

–¿Qué?...Lia.–se desmayó o eso creo, en cuanto su cuerpo cayó al suelo, la serpiente se transformó en la chica.

–Yo les explicaré lo que sucedió, de porque robó el mapa. Bueno fuí yo, pero él me lo pidió, lo hicimos juntos, si él tendrá algún castigo lo pagaré con él.– se le cristalizaban los ojos, mientras protegía el cuerpo del menor tras de ella.

–Está bien, pero que sea rápido. –dijo Joongie serio y con una mirada feroz.

•••

Los Elegidos {Ateez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora