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Hongjoong.

–Yunho, está muerto.–le dije, pero este no paraba de llorar y decir que no lo estaba–¡Yunho, Jongho tiene seis putas balas en su cuerpo. Él está muerto!.

–No se enfade con él, hyung.–San todavía tenía sangre saliendo de su cabeza, pero aun así seguia de pie–Ayúdeme con Yeo, él logró congelarse la herida. No perdió tanta sangre, ¿cómo es que nadie a salido?.

–Es viernes, la mayoría sale a discotecas o bares, cosas así. La única que estaba era la madre de Wooyoung, y creo que debió hacer algo para que no saliera.–tomamos el cuerpo de Yeosang, ya que estaba inconsciente.

–El desgraciado de Wooyoung.– habló Yunho levantándose del suelo con ojos rojos y un semblante serio, estaba enojado– Mingi tenía razón. ¿No te había pasado algo?.

–Ah, cierto.–de su bolsillo trasero del pantalón sacó el papel doblado por Wooyoung.

"Vayan al este, el domingo. Lo más temprano posible, sacaré a sus amigos".

Intercambiamos miradas, nos cuesta creerlo, quizás sea una trampa para secuestrarnos y usarnos para quien sabe qué. Después de todo esto, tenemos a dos al poder del enemigo, uno está supuestamente en el bando equivocado, nosotros tres no sabemos que hacer y lo peor de todo es que tenemos uno menos, al tener a Jongho muerto.

–Vamos.–dijo Yunho levantándose y limpiando sus lágrimas–Quiero partirle la cara en cuanto lo vea.

Comenzó a caminar con dirección a su casa, dejando el cuerpo ensangrentado de Jongho en medio de la calle tirado a su suerte. Suspiré, será un poco más difícil que antes manejar la situación. Con San le seguimos el ritmo, llevando a Yeosang con cuidado de que su cuerpo no sufriera otro daño aparte.

Solo espero que todo salga bien.

•••

Wooyoung.

–Eres muy guapo.–decía Eunha mientras jugaba con el pelo de Seonghwa.

Llegamos a nuestra base, durante el viaje en la nave los elegidos recibieron muchos golpes por parte de Kai, cobrando venganza por la herida que causo el elegido del viento.

Los conejillos de indias estaban en silencio con grilletes hechos por Kai, anulando toda capacidad de utilizar su poder. Los grilletes los unían, si uno avanzaba el otro tendría que hacerlo también.

–Quedas a cargo, Wooyoung. Haz lo que quieras con ellos.–asentí viendo como se dirigia a la sala de reuniones, donde estaban los líderes y las mentes maestras para la operación.

–Quiero hablar contigo, Heechul. Y estos dos vendrán.–Heechul asintió y nos dirigimos al sector de sanación, pero los otros dos no se movian mientras tenian a esas zorras pegadas.–¡Muevanse!.–tiré de la cadena que los conectaba, haciendo que caminaran al instante.

A punto de entrar a la oficina del mayor, detengo a las mujeres que nos seguían, eran tan desacaradas que solo nos siguieron para ver a los otros dos sin playera.

–¿Se puede saber qué hacen?–les pregunté molesto.

–¿Qué crees?, es obvio que los van a curar y quiero ver carne nueva.–respondió Jennie con tono de superioridad.

–No entrarás. Estoy a cargo de estos dos, y no quiero que ustedes estén cerca de ellos. Así que se me van yendo, putas.–Eunha estaba por usar su poder, pero hice que su ropa comenzara a arder.

Los Elegidos {Ateez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora