Los Elegidos {Ateez}

06

Yeosang.

Es muy rara esta situación. Yo en una jaula, Hongjoong dentro de un agujero, Seonghwa colgando de un árbol, y San tratando de quitar a Shiber del osico de un perro.

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"Frondosos arboles los guiarán a su hogar, y a un jardinero tendrán que hallar "

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–¿Jardinero?, ¿hogar?.–se preguntó el hermoso papito de Seonghwa. Porque si, él está muy bueno.

–Sip, al parecer es el elegido de la planta.–dijo Hongjoong hyung– Bajaremos por aquí.

–Pero, a mí no me gusta caminar, hyung.–me quejé, yo no salgo de mi casa, mi resistencia es un asco.

–Nada de quejas, Yeo. Vamos.– regañó el mayor.

Por medio de árboles caminamos. Hongjoong y San adelante, dirigiendo el camino con el mapa a mano, el punto resultó ser azul. Yo con Seonghwa estabamos atrás, quien me agarró de la mano desprevenido.

–No es por nada, hyung, pero yo busco algo serio, no algo de una noche.–le dije mientras me soltaba de su mano– Y usted que digamos, no se ve como si le gustaran las relaciones duraderas.

Se quedó callado, pensando sus palabras. Desde que lo vi, supe que era como esos galanes y mujeriegos de las películas y telenovelas, el típico chico que se acuesta con la protagonista y la ilusiona para después abandonarla. Pero no lo niego, caí redondito a su hermosura y a su grave voz.

–Como decirte esto.–paró para verme a los ojos, deja de verme con esos hermosos ojos.–Siento que quiero conocerte y poder ser algo más, no solo una noche de sexo, me gustaría intentar algo...

–P-pues..–no soy tonto, en serio está muy guapo, pero se veía muy decidido a su palabras.–Tal vez... ¿hyung?.

Fijamos nuestra vista en donde supuestamente deberían estar Hongjoong y San, pero no estaban, ¿desaparecieron?.

–¡Yeosang!, ¡Seonghwa!,¡¿me escuchan?!.–dimos unos cuantos pasos y vimos a Hongjoong en un agujero de no sé cuanto metros, pero estaba suficientemente abajo para no ser alcanzado por alguien como yo–.¡¿Me pueden sacar de aquí?!, ¡es un poco estrecho!.

Mientras Seonghwa buscaba algo que sirva para poder sacar a Hongjoong, yo platicaba con él, con una distacia adecuada del agujero para no caer y terminar en su misma situación.

–¡¿En dónde está San?!.–pregunté, ya que el mono de circo no estaba con él.

–¡¿No estaba con ustedes?!.–que raro. Yo recordaba que ellos iban caminando juntos, creo que estábamos tan centrados en la platica yo y Seonghwa que no nos dimos cuenta de nada.

–Creo que encontré algo con que sacarlo.–avisó em mayo y jaló una rama, pero algo cayó sobre mi. –¿Ups?.

Estaba en algo así como una jaula hecha de tallos con espinas, como el de las rosas. Lo bueno es que era lo suficientemente grande para que yo pudiera moverme con libertad, pero no significa que me sienta cómodo dentro de ella.