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Jongho.

–Creo que solo hay que dar la vuelta.–caminé hacia un lado seguido de Seonghwa–Mire, ahí están.

Corrí y me adentre a la camioneta, al parecer eramos los primeros en llegar. Hay que descansar y faltan como diez minutos para que haya pasado la media hora que dijo Hongjoong. Ellos estarán bien, creo, Yeosang se veía como un loco antes de separarnos.

–¿De dónde sacaron todo esto?.– preguntó mientras examinaba con atención la camioneta y tocaba las pistolas junto con granadas tiradas.

–Yeosang compró todo con la tarjeta que dejaste...

–¡¿Qué?!.–si me esperaba esa reacción.–¡¿Cómo es que usó mi tarjeta?!.

–Usandola.–me puse mis lentes de sol después que la simple respuesta.–Dice que lo reemplazaste por una plana fea.

–No fui yo, era controlado por la mujer, bueno no importa–se sentó en el volante-Él debe saber que no lo reemplazaría por nadie, él es mi preciado Ángel.

–No te pongas cursi.–lo detuve fingiendo molesto–Sé lo cursi que podrías llegar a ser, podría morir de diabetes.

Pude ver su ceño fruncir por el retrovisor, no entiendo porque se enoja, si es la verdad. Tuve que soportar todo el viaje escuchar las quejas de Yeosang, sobre que lo engañaron y lo reemplazaron por una tabla. También de su supuesta venganza contra Seonghwa, quien justamente estaba a punto de hablarme sobre su amor a primera vista con Yeosang y de lo perfecto que es, junto con un discurso del amor, me daría diabetes si seguía.

Bueno, lo mio con Yunho no es tan diferente, también sentimos una atracción a primera vista, pero no creo que llegamos al nivel de melosos que tienen ellos. Solo espero ver el drama que habrá cuando se vean.

¿Cómo estará Yunho?, espero que no le haya pasado nada, pero se veía muy seguro junto con Yeosang llamando la atención, no creo que les pase nada...

•••

Yeosang.

–¡Mueran, estupidos!.–disparaba balas de hielo, ya que se me acabaron las balas normales y ya no tenía granadas.

–¡¿Eres idiota o qué?!. ¡Muevete de una vez, Yeo!.–verdad que estamos escapando.

Solo corríamos, tratando de recordar por donde entramos o solo encontrar una salida nueva, nos perdíamos fácilmente. Pero en eso nos cortan el paso tres chicos.

–¿Qué tal?.–preguntó una rubia de chasquilla.

–Aquí normal, tratando de escapar. ¿Y tu, larguirucha?.–le contesté viendo un rojo inminente en su cara, que se relajó en cuanto el chico a su lado le tocó el hombro.

–No te atormentes por una chica plana como ella, Lisa.

–¡¿Disculpa?!.–a mi no me falta el respeto nadie.–¡Si yo fuera chica, seria la más...

–¡Yeosang, cállate!.–dijeron todos los de mi equipo.

–¡Ay, bueno!...que groseros.– susurré lo último.

La chica de cabello negro que acompañaba a los otros dos se acercó a Hongjoong. Mingi iba a ponerse entremedio de ellos para protegerlo, pero ella lo corrió con su, ¿pelo?.

–¡Tu eres el que estaba con el doctor!.–dijo con una sonrisa sorprendida–Cuanto tiempo, ¿él te trata bien en la cama?.

Los Elegidos {Ateez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora