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San.

–Aquí es.–dijo Hongjoong, mirando el mapa.

–El elegido debe estar dentro, vamos.–ordenó Seonghwa. Nos bajamos del auto y mi malhumor se pudo notar de lejos. ¡¿Por qué tuvo que ser en la casa de los Kang?!.

–¿Estás bien, San?.–preguntó el pelinaranja.

–Esta es la casa de los Kang. Me quiero ir, hyung.–dije con un puchero y ojos de cachorro, ya que eso siempre funciona para convencer a la gente.

–¿Kang?, ¿el niño que golpeaste porque el golpeó a Shiber?.– se unió Seonghwa y yo asentí–Pero, ¿eso no pasó cuando eran niños?.

–Cosas así nunca se olvidan, hyung.–dije mientras acariciaba a Shiber en mis brazos.

–Como sea, veamos que poder tiene este elegido.–mi capitán abrió el mapa y leyó lo que decía.


"Derretir el hielo de la arrogancia, será difícil, ¿lo lograrán?."

Seonghwa.

Que no sea el estupido de Kang Yeosang, él merece la muerte.– pidió San mirando el cielo.

–Entremos.– Hongjoong caminó para dar con una reja enorme y cerrada.

–Oooh, que pena no vamos a poder pasar.–comentó San con falsa pena–.Dejemos al elegido del hielo y vamos al siguiente.

–No, lo necesitamos, San.–
respondió Hongjoong, un poco harto de la insistencia del menor.

–¿Escuchan eso?.–es como un zumbido.

–Si, ¿de donde vendrá?.–nuestra mirada viajó al cielo y vemos un drone sobre nosotros.

–Kang Yeosang....– San estaba con los ojos entrecerrados, mirando con recelo al drone.

–Kang Yeosang, quisiera hablar con usted de un tema un poco delicado, si nos deja pasar le contaría todo.– habló nuestro líder. Segundos después se abrieron las rejas, dejándonos paso hacía la gran casa.

Era muy espaciosa, tenía varías cosas. Algunas cosas de la iglesia, un sillón en "L", un plasma de los ultimos que sacaron, una espaciosa cocina, unas amplias y grandes escaleras que llevaban al segundo piso. Pero no había rastro de alguien.

–Mire, hyung, hay mucha comida. – San sacó sobres de galletas y golosinas desde la cocina.

–San, deja eso ahí, es de mala educación sacar cosas sin permiso.–el menor borró su sonrisa e hiso un puchero, dejando en su lugar las cosas.

–Vaya, está bien entrenado, antes no era así. –un mini chillido salió de mi interior al ver a un chico a mi lado. Un poco más bajo que yo, su cabello era castaño claro con pequeños rulitos y tenía una mancha en su ojo izquierdo. Era lindo.

–Ah, t-tú. –mierda, ¿por qué tartamudeo?.

–¿Qué?, ¿te comió la lengua el gato?.–preguntó con un tono de superioridad.

¡Chicos!, ¡vengan aquí, ahora!. –mi espalda chocó contra la pared por lo cerca que estaba el chico de mí, pero Hongjoong y San llegaron a tiempo.

–Choi San.–dijo serio el chico con la vista puesta en el mencionado.

–Kang Yeosang.–respondió San de la misma manera.

Los Elegidos {Ateez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora