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Yeosang.

Desperté antes que la alarma sonara. Me duele todo, en especial mi parte de atrás y las caderas, pero valió la pena. Faltan cinco minutos para que la alarma suene, creo que es buen momento para ir a buscar algo de comer. Los demás siguen durmiendo, ya que no vi a nadie al salir.

Ya en la cocina comiendo algunas galletas que encontré, vi pasar a Yunho apresurado, ¿tendrá algo que hacer?, de la prisa que lleva no se dió cuenta de mi presencia, así que veo cada movimiento que hace.

Me asusté cuando vi unas llaves flotar hacia él, junto con una chaqueta larga. Debo estar loco, ¿quizás la cogida fue muy fuerte o simplemente estoy soñando?.

Yunho sale de la casa cerrando la puerta con cuidado, tal vez para que nadie se diera cuenta que salió, en eso escucho la alarma.

•••

Extraño cuando me quedaba en casa con mis drones sin hacer nada productivo, es donde me gustaría estar ahora. Pero no, ahora estoy rodeado de gente, y yo odio a la gente. Aparte mi cuerpo sigue doliendo, más que nada mi trasero y trato de caminar normal, ya recibí miradas raras de unas señoras y niños inocentes.

Pero no sé que onda con estos, San trata de entrar a una tienda de lencería donde hay muchas chicas, Mingi peleando con un niño por un globo con forma de dinosaurio, y entre Hongjoong con Seonghwa trataban de detenerlos. ¿En qué me metí?.

Divise de lejos un poste con cara de perrito, Yunho. Estaba en una tienda de celulares hablando con una señora, que a mi parecer tenían mala cara. Me acerco y noto que tanto la señora como Yunho tenían la voz pesada, ¿estará enojado?.

Al parecer era una pequeña pelea, porque todos los terminaron viendo curiosos, ya que en un punto comenzaron a gritarse insultos, y todo terminó con un una cachetada por parte de la señora hacía Yunho.

–Wow, que ovarios tiene esa señora.–dije mientras me acercaba al alto, quien se sorprendió por mi presencia.

Este rió por mi comentario.–¿Qué haces aquí?, ¿y los chicos?.– preguntó mientras sobaba su mejilla, ya se comenzaba a notar la mano de la señora.

Quito su mano y la remplazo con la mía, soltó un pequeño ruidito junto con un "estás muy frío". Obvio que si, tengo el poder de hielo y descubrí que soy mas helado que una persona normal, pero no paso nada de frío.

–Listo, mi cuerpo es muy frío, sirve en situaciones como esta. –dije mientras alejaba mi mano de su mejilla, ya no se notaba la mano de esa señora.

–Gracias, eres muy lindo al hacer esto.–me agradeció con una sonrisa, que a mi parecer era sincera pero a la vez cansada. ¿Qué le pasará a este chico en su vida?, para no ser grosero le devolví la sonrisa.

–Yeo.

Me giro al escuchar mi nombre y veo a mi novio en la entrada de la tienda, viendonos fijamente con una mirada neutral. Mierda, yo vi muchos doramas para saber que escenas así se pueden malinterpretar.

–¿Amor?, ¿Y los chicos?–pregunté para después recibir una sonrisa.

–Vienen ahí. Hola, Yunho–saludó con la mano a este, quien respondió con una reverencia –¿También trabajas aquí?.

–Si, pero ya acabaré, tengo que ir a otro lugar.–dijo mientras veía la hora en uno de los iphones de la mesa donde habían muchos de este modelo.

Los Elegidos {Ateez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora