Huyó.

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Jason estaba desesperado, miraba frenéticamente de un lado a otro. En las cámaras de seguridad no había nada, la última que vez que se le vio corrió directamente a un punto ciego y luego no volvió a aparecer. Estaba casi arrancandose los cabellos dorados de tanto tirarselos, pero sabia que era su culpa, culpa también del estrés y culpa de no saber como llevar su vida cuando su plan se había ido por el caño.

La semana de Jason en la escuela no había sido para nada como la planeó, ni el inicio de esta, ni lo que hubo en medio, ni lo que sucedió después, tampoco lo del final. Menos era culpa de Percy, el simplemente había estado siendo Percy, un niño de tres años, mismo que se comportaba de acuerdo a su edad y tal vez un poco más posesivo que un niño de esa edad.

El día lunes empezó su calvario, primero que Percy no quiso estar en la guardería, segundo que ahora tiene que aguantar a Teseo, también ver a Percy mirándole fijamente toda la clase, tercero que al parecer todo semidiós moderno conocido y por conocer, al parecer estudian ahí con él ¡Genial! ¿Verdad? Pues no, no es genial.

—¿Cómo que Will Solace es un semidiós también? —Había preguntado a Teseo a la primera hora el martes. Will no había dejado de molestar y preguntar por el niño, también por Teseo.

—Pues que te digo, es más fácil para los dioses poner a todos sus hijos juntos ¿Oh por qué creías que la escuela tiene certificado de clases especiales de excelencia? Es de las pocas escuelas que se centraliza en alumnos con dislexia, además de aceptar casos severos de hiperactividad —Explicaba Teseo mientras cargaba a un Percy dormido en brazos, este solo hacía soniditos con su chupete.

—Entonces, deja ver si lo entiendo ¿La mayoría de los de aquí son semidioses? —Pregunto Piper que estaba sentada con ellos, con Leo y Annabeth detrás.

—Si, en su mayoría semidioses o legados —Se encogió de hombros —Imagino que los que se graduaron antes que ustedes también lo eran, por eso es que la mayoría de los de aquí se desenvuelve en un mejor mundo que los mortales normales, están destinados a cosas grandes. Claro que eso solo si saben que camino tomar —Teseo acomodó a Percy en el asiento acostado abrazando su pulpo.

La maestra estaba dando la clase con normalidad ¿Cómo es que estaban conversando tan tranquilos? No tenían la más mínima idea, quizá era porque o la maestra sabía del peligro de Percy si despertaba por sus gritos.

El día anterior a la última hora un grito de ella lo despertó y casi dejó sordo a todos. Lo que solo les hizo hacer más preguntas a los alumnos, en especial Will. Porque fue Jason quien tranquilizó al niño y no Teseo, este solo se lo había dado al rubio.

—¿Y si no es así? ¿Qué sucede con los semidioses que no están aquí? —Pregunto Leo mirando a Teseo, este hizo una mueca.

—Si no están aquí, es porque le han dado la espalda a sus padres o madres divinos, son aquellos que se han dado de baja en la escuela y no se sabe mucho de ellos. Algunos son encontrados estudiando en otras escuelas, intentando encajar entre los mortales, otros simplemente se han perdido en el mapa —La mirada de Annabeth se estaba tornando tormentosa entre más hablaba —Por eso es importante que solo tengas conocimientos de tu herencia cuando llegas a la edad adecuada, eso se determina según tu padre o madre divino —Teseo asintió a sus palabras.

—De los dioses menores se les suele decir más pronto, no porque sus poderes sean menos peligrosos pero si porque suelen ser desconocidos. Un dios no puede determinar con exactitud que poderes tendrá su hijo o hija, algunos tendrán habilidades para una cosa y no para otras, a veces varían de hijo a hijo. Por eso es importante que los menores sean reconocidos antes —Seguía diciendo Teseo.

—¿Y si no son reconocidos pronto? —Pregunto Piper aunque en su rostro se leía claramente que nunca hubiese querido ser reconocida, menos saber su herencia.

El Extraño Niño Del Mar [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora