Compras.

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—No, Tessa. Creo que esto tardará un poco más. La ciudad está en limpieza, los aeropuertos están cerrados de momento y es difícil conseguir vuelos hacia aquí —Trataba de explicar Perseo a su prometida por el celular. Hace dos días que las tormentas terminaron del todo, pero las cosas aún tardarían en volver a la normalidad.

Ya te extraño, quisiera haber ido contigo, por lo menos estaríamos juntos —Perseo le dedico una mirada a Teseo mientras hablaban. Este estaba nadando con Percy en la piscina, los dos tenían sus colas. Una morada y el otro azul, un majestuoso azul que resplandecía con el sol.

—Es mejor que estuvieras allá, tal vez no habría podido ponerte a salvo si estabas aquí. Se que no te gustan las tormentas —Su vista no se despegaba de Teseo. El mismo que usaba cualquier excusa para no quedarse a solas con él, que le da mirada de furia y tristeza, de vez en cuando.

Sabia perfectamente que le había herido demasiado saber que continuó con su vida, más saber que su prometida se llama Tessa a la que seguramente llamaban Tes. Sus nombres tenían parecido, también el carácter de ambos lo era, sin embargo Perseo solo amaba a uno de los dos y no era exactamente con quien se iba a casar.

¿Seguro estas bien? Me preocupas mucho —El azabache relamio sus labios —¿Cómo te va con ese negocio? —Era verdad, le había dicho que iría ahí por negocios, que la aerolínea quería su aprobación para la compra de algunos aviones, frunció los labios, lo había olvidado. —Espero que los aviones nuevos no se hayan arruinado, con el temporal —

No, por supuesto que no. Se encontraban guardados en un cobertizo, justo en una zona que no fue afectada. El negocio sigue en pie —Con el paso de los años, sus mentiras sonaban cada vez más convincentes. La escucho suspirar de alivio porque de eso también dependía el trabajo de ella, Tessa no quería estar sola en la ciudad y si acepto el empleo de la agencia de viajes ahí fue porque Perseo tenía un trabajo en la misma ciudad.

—Me alegro, quiero verte pronto —Casi podía ver que estaba sonriendo, ella siempre sonreía.

—Espero lo mismo Tessa.

Se que algún día me llamaras cariño —Ella soltó una ligera risa, Perseo hizo una mueca —Te dejo, seguro debes tener cosas que hacer

Si, también te dejo. Ten buen día —Perseo corto la llamada antes de que ella pudiera decir algo más, dejo el celular sobre la mesa y se recostó sobre esta.

—Si ya estas planeando tu muerte, puedo hacerte un lindo funeral —Ni la voz alegre y burlona de Thalia le hizo levantar de donde estaba —Diré unas hermosas palabras: Aquí ya hace mi hermano el estúpido más grande de la historia —Perseo gruño —Si buscan el significado de idiota en el diccionario, encontrarán una foto suya —

—Yo no compraría ese diccionario, es más; dejaría de leer cualquier cosa que tenga su imagen —Teseo se hizo oír cerca de él, pero ni así Perseo levantó la cabeza. No estaba de ánimos para lidiar con esto —Vamos a salir con Jason —

—Si, oí que ya abrieron el centro comercial —Señaló Thalia y sintió que ella se acomodó el otro lado de la mesa sobre la que se encontraba recostado.

—Si, Percy necesita más ropa y pijamas. Tritón solo compro algunas prendas preveyendo esto —Indicó Teseo, escucho sus pasos alejarse un poco de él. Perseo levantó la cabeza y la giró un poco, Teseo estaba detrás de él a unos metros cerca de la puerta que daba al interior de la casa.

—El mirarlo no hará que vuelva contigo, tampoco que te perdone —Perseo suspiro y miro a Thalia, se notaba que ella ya estaba enterada de todos los pormenores de su historia.

El Extraño Niño Del Mar [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora