Calma.

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La noche fue larga, demasiado para Percy, Jason y Teseo. El rubio apenas había logrado llegar a una cama:

Lo malo: es que no era la suya.

Lo mucho peor: Se suponía que solo dormía con Percy.

Lo trágico: Ahora se daba cuenta que había más bultos en la cama.

Lo tétrico: Su camisa estaba mojada por alguna razón.

Uno de los gemelos estaba babeándolo y era el que estaba sobre su pecho exactamente: Percy. Quizá él tenía la mala costumbre de abrazar y babear a todo quien abrazaba, eso Jason no lo sabía, lo único que sabía es que: ¡Estaba dormido con los gemelos! ¿Cómo es que esto había pasado? Mientras abría los ojos trato de recordar que es lo que había sucedido.

Habían regresado en el auto, Percy estaba dormido contra su hombro, Teseo dijo que estaba exhausto. Era comprensible si tu cuerpo había resistido no hacer autocombustión y tratando de no matar, o matar, a la ciudad de Miami, no lo sabía a ciencia cierta en este punto. Lo que si sabía es que Percy durmió desde ahí, que Teseo estaba contra el hombro de Perseo. Aunque mascullaba cosas contra él entre dientes y Perseo solo se reía de eso.

Perseo condujo el auto de Tritón, este estaba cansado por todo, así que Orión se hizo cargo de él. A Jason aun le sorprendía la forma que pudo tomar el hermano de Percy; era simplemente impresionante, pero dejando eso de lado el había quedado cansado, después de todo los tritones no eran de tierra y su elemento estaba bastante lejos así que debió costarle su energía. El rubio le entendió el cansancio y el de sus hermanos.

Lo que no entendió fue lo que paso al regresar, comprendía que él tenga que dormir con Percy. Él era el responsable de Percy y además le daba la impresión de que si se alejaba demasiado se echaría a llorar como cuando tenía tres años. A pesar de que ahora tenía diecisiete. Así que eso lo entendió, se hizo a la idea, los hermanos de Percy parecieron pensar lo mismo, porque Belerofonte los recibió.

—Entra, debes ponerlo en la cama. Yo lo cambiare de ropa mientras tú te bañas. Dámelo —Jason saco a Percy del auto con ayuda del castaño y entre los dos lo llevaron a la cama. Hasta ahí recordaba que todo estaba bien, el problema, no fueron ellos, eso lo sabía a la perfección.

El problema fue Perseo y su celular.

Este comenzó a sonar dentro del auto, pero por seguridad Perseo no contesto. Quizá eso era por lo que Teseo mascullaba en el auto, el rubio no lo sabía bien. Lo que si sabía es que volvió a sonar cuando bajaron del auto y todos los que estaban en la sala pudieron escuchar la conversación. Para males de Perseo le puso en altavoz.

Cariño ¿Estas bien? Vi las noticias y he intentado comunicarme contigo ¿Por qué no contestabas el celular? ¿Sabes cómo me tienes? —Era la voz de una chica, sonaba bastante desesperada y angustiada.

—Anda contéstale, cariño —A Teseo la voz se le quebró mientras decía esas palabras, soltó el hombro de Perseo donde estaba recargado y se dejó caer en los brazos de Orión. El rubio miro largo y con desaprobación a Perseo antes de salir de ahí con Teseo.

—Estoy bien Tessa, no conteste porque estaba manejando —Jason vio la mueca de dolor que hizo Teseo al escuchar aquel nombre antes de verlo desaparecer por una de las puertas.

—Vamos ve a bañarte, aprovecha ahora —Belerofonte lo empujo al baño en ese momento.

Si Jason no había oído mal, Perseo había dicho que Teseo lo amaba y ahora el rubio suponía que el corazón del gemelo revoltoso de Percy estaba lastimado.

Se baño y cambio de ropa por una limpia, se sentí tan cansado que en cuanto vio la cama lo único que deseo es acostarse y no abría los ojos para nada, En ella ya estaba Percy con un pijama, sus hermanos le cambiaron la ropa y lavaron el cuerpo, al menos esa impresión daba. El rubio se acostó y Percy por inercia se abrazó a él.

El Extraño Niño Del Mar [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora