12- Estoy tan cansado del azul.

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Bruno llegó a la casa luego de hacer compras durante toda la mañana, pretendía descansar hasta llegado el mediodía, ya que a ese horario tenía que pasar a buscar a Leone quien estaba en la peluquería.

Ni bien entrar dejo las bolsas de comestibles en la cocina sin organizarlas y se dirigió a su habitación, cuando escucho un sonido, lo extraño es que este sonido parecía provenir de uno de los primeros cuartos, más precisamente de el de Narancia, el cual no había regresado aun de su viaje; sumado a eso también sabía que el único que se encontraba en la casa era Fugo, ya que Giorno y Mista desde la noche anterior no se encontraban y le habían avisado que volvían en la tarde.

Así fue como con cautela se adentró en la habitación.

Para su sorpresa se encontró a Fugo, sentado en cuclillas sobre la cama, llorando desconsolado y temblando como si fuese Purple Haze, tan ensimismado se encontraba el chico que ni siquiera se percató de su presencia.

Tratándose de Fugo lo más racional el pensar en que estaba siendo atacado por un stand enemigo, por lo que comenzó recordar si había alguno con una habilidad que logre hacerte llorar, sin llegar a rememorar ninguno.

De igual manera ante la duda se acercó al chico antes habiendo invocado a Sticky Fingers.

—¿Fugo? ¿Estas bien? — pregunto cauto, dándose cuenta al instante lo estúpida que sonaba aquella pregunta.

El menor lo miro en primer lugar asombrado de verlo allí, pues nunca lo escucho ingresar, para luego desviar la mirada completamente asustado, para finalizar sonrojándose avergonzado.

—¿Qué tienes en tus manos?— pregunto luego de observar que este cargaba algo y cambiando su expresión a una de sorpresa dijo —¿El diario de Narancia?

—Hay algo más que yo no sepa y sepan todos— se preguntó en voz baja conteniendo las lágrimas un momento.

—Se que lo tiene por qué se lo obsequie cuando entro al grupo, y no sé si es algo que sepan todos, es solo un diario— contesto acariciando su espalda en un intento de consuelo, mientras se sentaba a su lado. Sticky solo observaba todo desde un rincón sin entender nada.

—¿Quieres contarme que ocurrió? — pregunto calmo y Fugo al ver que este parecía ser lo suficientemente comprensivo decidió abrirse ante él.

Comenzó a contarle todo lo que leyó entre estos dos días, como ahora tiene otra perspectiva del daño que le hizo a Narancia, como aquel tenía terror de que él se enterase de su forma de vestir y el miedo que le daba que este cada vez se aleje más al punto de olvidarlo por completo. También lo puso al tanto de que había habido un avance entre ellos, pero que no tenía la más mínima idea de que hacer a partir de ahora, que estos días fueron terribles a causa de su ausencia, que lo piensa al punto de ser obsesivo y lo extraña cada día más, sintiéndose solo y abandonado.

Nunca había hablado así de sus sentimientos, pero las ganas de desahogarse fueron más fuertes y termino por decir todo aquello bajo la atenta y comprensiva mirada de Bruno, quien solo escuchaba atentamente, pues no tenía idea todo eso, de hecho, lo único que sabia era que Narancia había sido rechazado por Fugo hace meses, luego de eso a su parecer entre ellos estaba todo normal.

Bruno revolvió sus cabellos y luego emitió una cálida risa, confundiendo a Fugo un momento, pensando que se estaba burlando estuvo a punto de enojarse, pero fue interrumpido por el mayor.

—Pannacotta, te enamoraste de Narancia— enuncio con calma en medio de una sonrisa, dejándolo mudo.

—No puede ser— contesto con vergüenza.

—¿Por qué no Fugo? — pregunto —A mi parecer es obvio, no sé en donde estaría el problema—dijo con naturalidad.

—No lo sé, siempre que nos acercamos termine lastimándolo, como sé que no va a volver a pasar— excuso con negativa.

Dude... dude looks like a lady (FugoNara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora