Al otro lado del país Fugo tuvo una pésima semana.
Aquella discusión lo había afectado más de lo que estaría dispuesto a admitir, no quería pelear con Narancia, menos cuando aún no sabía que es lo sentía por él, si es que sentía algo, pues hasta para el mismo es una incógnita.
El primer día de su ausencia no pensó en aquel, todo se mantuvo calmado, tuvo algo más de trabajo gracias al personal faltante -lo que se traduce a tener que movilizar a Purple Haze- y luego paso la tarde entretenido con sus videojuegos, tal cual pareciera un chico normal y ordinario.
Llegado el día martes se acordó de él por primera vez, pues en cuanto el reloj marco las tres de la tarde abandono todo lo que estaba haciendo para meterse en la habitación del chico, ya que ese era el día y el horario en el que le daba clases.
Al abrir la puerta se encontró con su desorden diario, el armario abierto con variada ropa desperdigada por el suelo y un bolso que aparecer abandono antes de salir. Recordó que se había ido, que si bien volvería pronto ahora mismo no estaba. Fugo por primera vez se sintió mal, haciendo que el resto del día no pueda sacarlo de su mente, desde su dulce sonrisa, sus abrazos espontáneos o cuando fruncía las cejas intentando entender algo, misma expresión que tenía el mismo en este momento.
Los días cargados de ocupaciones no se hicieron esperar, es por eso que el miércoles estuvo mucho más ajetreado, dando pie a que recién pueda desocuparse en la noche, momento en el que no podía dormir y se entretuvo mirando el techo, podría haber salido a dar una vuelta o por lo menos al balcón a fumar un rato, pero para ambas cosas se sentía demasiado cansado y si a eso le sumaba el extraño sentir que palpitaba en su pecho daba como resultado el tener insomnio, aun cuando el día de mañana debería levantarse a las seis de la mañana.
Deseando solo una cosa tomo su teléfono y sin pensarlo marco el número que aparecía primero en su lista, pues era con quien de antaño más se comunicaba.
—Contesta idiota— dijo para sí mismo en cuanto el teléfono después de sonar repetidas veces no fue atendido. Volvió a intentar contactarse una vez más, pero el mismo dio directo a la casilla de mensajes, por lo que supuso que vio la llamada y apago el aparato intentando dormir, molesto por haber sido despertado —Seguro es eso— volvió a hablarse, esta vez sonriendo de lado al imaginarlo despeinado e insultándolo a medio dormir.
Así fue que sin darle más vueltas al asunto decidió el también descansar, quizás lo lograría si su mente paraba de pensar solo un momento en él.
El día siguiente fue más de lo mismo, trabajar, intentar distenderse, no lograrlo y al final terminar perdidamente enfocado en Narancia.
—¿Por qué aún no ha vuelto? ¿Le abran hecho daño esos idiotas? ¿Pensará en mí de la misma manera en la que yo lo pienso?— se preguntaba en voz alta en la soledad de la cocina, pues a mitad de la noche decidió bajar a por un vaso de agua.
De vuelta a su habitación paso de largo por la que era la puerta perteneciente al dueño de sus pensamientos, pero retrocediendo unos pasos se paró firme frente a ella.
—¿Por qué es naranja? ese idiota tiene todo color naranja— dijo y luego la abrió.
Sin meditarlo mucho entro. Volvió a divagar sobre el desorden del chico en cuanto prendió la luz de la veladora, nada había cambiado desde la última vez que estuvo allí, pero de igual manera había algo nuevo, quizás era que nunca le presto tanta atención como ahora, jamás indago sobre sus gustos, por ejemplo, de que eran aquellos carteles que colgaban sobre las paredes o sobre la cantidad de discos que tenía sobre una repisa.
—Estos son de vinilo— dijo algo impactado al ver un que algunos era de edición coleccionista y que de seguro estaban bastante más caros que lo que parecía ser, siendo estos del músico japonés Yugo Kanno¹ —Jamás pensé que tuviera intereses coleccionistas, quizás solo no te veía capaz...— volvió a hablarse dejando la frase a medio decir, pues ni el mismo quería escucharse decir aquello, no quería darse cuenta de que al final no conocía tanto al chico como creía saber.
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Dude... dude looks like a lady (FugoNara)
Fiksi PenggemarNarancia tenía un secreto, nunca había salido del "closet" y a su vez su closet tenía otro secreto. Fugo pensaba que era heterosexual, hasta que un cambio en su amigo hizo que su vida de un giro inesperado. -Advertencia: los protagonistas van a desa...