18- Ese chico me hechizo.

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La noche ya había caído sobre ellos y una brillante luna acababa de salir a iluminarlos.
Luego de que los chicos hayan disfrutado su primer atardecer juntos, tomados de la mano partieron a caminar por la orilla de la playa, sin dejar que el agua los toque, pues había refrescado y según el rubio iban a pescar un resfriado.

—Fugo— comenzó la plática Narancia, luego de recorrer el primer par de metros.

—Mmmh— respondió un simple gesto.

—Tengo miedo— contestó con voz apagada. Algo raro en Nara.

—¿A qué le temes?— pregunto algo sorprendido, que podría pasarle ahora que habían conformado una pareja real.

—No lo sé, esto es nuevo, creo que es eso.

—Para mí también lo es, eres mi primera pareja— confesó Pannacotta.

—Es decir que nunca que tuviste pareja— dijo impactado, tenía otra imagen de su amigo.

—No, nunca, ¿A qué se debe la intriga?— le contestó.

—No lo sé, nunca hablamos de esto, supuse que salias con chicas, pero nunca te pregunte si tuviste una novia o pareja.

—No, es mi primera relación, ¿Y tú?, ¿Pareja?, ¿Novio?, ¿Algún amigo con derecho?— contestó intrigado.

—Mmmh no, eso no— dijo dudando, pues lo primero que llegó a su mente fue el rostro de Risotto, viéndolo con su característica seriedad, pero ellos no llegaron a tener un romance, así que técnicamente no fue su pareja, eso no era mentir ¿Verdad?

—Si de eso no, ¿Qué tuviste?— le pregunto aún más curioso, su inocente caminata se había vuelto en interrogatorio.

—Hablemos de otra cosa mejor— dijo Nara intentando cambiar de tema, no quería ser intimidado por Fugo, sabía que cuando se lo proponía podía sacarle información.

—¿No confías en mí?— pregunto con inocencia y Nara solo pudo pensar en que Fugo estaba sacando a relucir sus dotes de manipulador.

—Si lo hago, pero no es cuestión de confianza, es más bien que todos tenemos un pasado— contesto cortando el asunto.

—Es una buena manera de evitar el tema— indico al instante.

—Fugo...— No quería una pelea en su primer día de noviazgo.

—No voy a preguntar otra vez, no quiero arruinar nuestro día, pero supongo que cuando confíes en mí me contarás más de lo que no conozco de ti— dijo finalizando por fin el tema.

Narancia no contestó, había cosas que prefería guardarse; el recuerdo de Risotto era suyo y no tenía por qué saberlo, además en ese momento era una persona soltera. No le debe explicaciones sobre aquello, o por lo menos de esto intentaba convencerse, ya que era consiente de que por más que no le debía fidelidad algo especial había entre ambos y conociéndolo sabía que el irascible Fugo se desataría.

Aunque pensándolo bien, ya que estaba con ganas de preguntar, él también podría hacerlo.

—Panni, ¿Qué hacías en mi cuarto cuando yo no estaba?— tiró aquella pregunta directamente y sin rodeos.

—¡¿Qué?!— reacciono impresionado, simplemente no esperaba que interrogue aquello.

—Sé que entrabas en mi cuarto cuando no estaba, ¿Por qué ibas allí?— acorralo Narancia y no tenía escape.

—Es que...— dijo dudando de si contarle la verdad o disfrazarlo —Te extrañaba, me gustaba entrar a tu cuarto. Ver tus cosas, sentarme en tu cama. Nada raro, solo me gustaba ir a pensar allí, hasta que Bruno me encontró y me prohibió hacerlo— contesto omitiendo el detalle que leyó todo su diario.

—También te extrañé ese tiempo, era raro no tenerte cerca— contesto ya sin animosidad de molestarlo.

—Si me extrañabas hubieses vuelto antes— contestó Fugo con un deje de rencor, pues eso aún le dolía.

—Fugo, corazón, si te extrañé y por eso volví, solo quería que pensemos bien antes de avanzar, y creo que valió la pena, ¿No crees?— esto último lo pregunto sonriendo.

—Supongo, aun así la pasé mal, me vengaré por eso— contesto parando en seco.

Un asustado Narancia lo miraba atento, intentando leer que quiso decir con eso. No lo lastimaría, ¿O si?

Fugo se arrojó sobre Narancia, colocando sus dedos sobre las costillas del otro, robándole genuinas carcajadas. El forcejeo de las cosquillas fue tal que Fugo terminó sobre Narancia, ambos tirados en la arena, riendo como un par de tontos. La pose era comprometedora, pero solo le restaron importancia y el rubio volvió a hablar una vez que las risas cesaron.

—¿Alguna vez te dije que tienes la sonrisa más linda del mundo?— preguntó, provocando un fuerte sonrojo en Ghirga, que estaba fascinado con lo romántico que podía ser Fugo, definitivamente quería explorar esta nueva faceta que no conocía de él.

Quería explorar todo de él.

—Fugo, sonará extraño decirlo en nuestro primer día de novios, pero... yo te amo— dijo sin rodeos, escondiendo un mechón rubio detrás de su oreja y sentándose sobre la arena, para mirarlo directamente a los ojos, no podía guardarse aquello.

—Sabes, lo que más me costó fue darme cuenta lo que me pasaba, lo que sentía, el día que me di cuenta lo importante que eras para mí fue cuando me di cuenta de que te amaba, que te amo. Te Amo Narancia— finalizó para después abrazarlo, acunándolo en su pecho y después darle un besito en la frente.

Luego de eso, no dijeron nada más, no necesitaron más palabras. Se quedaron como estaban, en medio de la arena abrazados y sintiendo la brisa fresca mover su cabello.

—Creo que ya es hora de volver— comentó Nara luego de escuchar un bostezo de parte del contrario.

Prosiguieron a levantarse y volvieron hasta la zona en donde cenaron juntaron todo y lo guardaron todo en el fondo del Jeep.

Vieron el mar una última vez, atesorando el recuerdo de la hermosa velada que tuvieron.

—Volvamos algún día, creó que este es mi lugar favorito a partir de ahora— sonrió tranquilo.

—Es el mío, es nuestro, nos estará esperando— contestó Fugo.

Narancia acarició su mejilla luego de ese comentario y dejó un beso en ella. Ante el gesto Fugo sonrió y se lo devolvió, está vez devorando sus labios y dejando una pequeña mordida en ellos.

—Ten, toma, no importa que seas caliente— expreso con picardía dándole su sudadera, sorprendiendo a Nara, tal vez pueda no ser tan tímido a veces.

—Vamos— finalizaron diciendo al mismo tiempo.

*Reproducir multimedia*

Al montarse en la camioneta y finalmente salir de ese bonito lugar manejaron en silencio.
Durante el camino la radio hablaba por ellos, el tema que le daba nombre al stand del rubio sonaba a todo lo que da.

'scuse me while I kiss the sky

Cantaban al unísono aquella vieja canción que ambos conocían bien.

—A partir de ahora te diré Cielo— comentó Fugo.

—No es muy romántico que me dediques una canción sobre drogas— dijo Narancia mirándolo extrañado pero con una media sonrisa.

—Que no se entere Bruno, me mataría— contesto, ambos comenzaron a reírse por el extraño rumbo que tomó la conversación.

Whatever it is,
that girl put a spell on me.

La canción seguía a su ritmo, Fugo sintió que esa frase le quedaba bien a Narancia, estaba hechizado por él.

Dude... dude looks like a lady (FugoNara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora